En el primer misterio glorioso contemplamos la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
En el segundo misterio glorioso contemplamos la Ascensión de Cristo a los Cielos.
En el tercer misterio glorioso contemplamos el día de Pentecostés: la efusión del Espíritu Santo da nacimiento a la Iglesia.
En el cuarto misterio glorioso contemplamos la santidad de la Iglesia, especialmente visible en sus mártires, ya desde los primeros tiempos.
En el quinto misterio glorioso contemplamos la Asunción de la Virgen María y el poder singular de su intercesión por la Iglesia que peregrina.
En el sexto misterio glorioso contemplamos la segunda venida de Cristo, y que de su Reinado han de participar para siempre la Virgen María y todos los santos.
En el séptimo misterio glorioso contemplamos que la muerte misma morirá, y que Dios será todo en todos.
[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Este es un ejercicio privado de devoción “ad experimentum” en proceso de aprobación oficial. Puede divulgarse en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios siempre que al mismo tiempo se haga la presente advertencia.]
Para ir adelante, en la vida interior y en el apostolado, no es la devoción sensible lo necesario; sino la disposición decidida y generosa, de la voluntad, a los requerimientos divinos.
Sin el Señor no podrás dar un paso seguro. -Esta certeza de que necesitas su ayuda, te llevará a unirte más a El, con recia confianza, perseverante, ungida de alegría y de paz, aunque el camino se haga áspero y pendiente.
El mundo está necesitando que despertemos a los somnolientos, que animemos a los tímidos, que guiemos a los desorientados; en una palabra, que los llevemos a las filas de Cristo, para que no se echen a perder tantas energías.
Pablo inscribe la línea del tiempo de cada cristiano en la dinamica de Cristo, que pasa de la cruz y la muerte, a la pascua y la gloria: eso es vida nueva.
Si bien no debemos ser esclavos del “éxito” entendido simplemente como número de seguidores o de visualizaciones, tampoco hemos de ocultar la obra preciosa de Dios que se vale de todos los caminos para llegar a sus hijos. Este video: Cómo empezar a leer la Biblia ha superado en su velocidad de difusión a los casi 5.000 otros videos de mi canal. El resumen de su contenido es el siguiente, basándonos en un esquema de William Elizondo:
Recomendación inicial: Biblia de Jerusalén
A. Estrategias para ser lectores y oidores de la Biblia
1.1 A toda conferencia lleve cuaderno, nombre: La historia de Amor de Dios conmigo
1.2 No es asunto de tiempo, es de perseverancia, hacer plan.
1.3 Antes de cada lectura haz una oración, en la línea de: “Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tú amor…”
1.4 Tener un lugar especial, para un encuentro “personal”
1.5 En cada lectura hay cosas que entendemos y cosas que no. Lo importante es que algo quede, anotado en la libretica.
1.6 Ayudémonos con los muchísimos recursos de la Iglesia católica, como las notas al pie de página y al margen.
Uno no entra directamente a mar adentro, primero vamos por los arroyos. Santo Tomás de Aquino.
B. Mini Plan para empezar: (1 cap. al día, máximo)
1. Evangelios
1.1 San Marcos, es el más narrativo
1.2 San Mateo, discursos
1.3 San Lucas, corazón compasivo de Jesús
1.4 San Juan
2. Antiguo testamento
2.1 Proverbios
3. Nuevo testamento
3.1 Hechos de los apóstoles
3.2 Salmos (alternando con San Pablo)
3.3 San Pablo (alternando con Salmos y Eclesiástico)
4. Génesis y Éxodo de a poquitos
5. Carta a los hebreos
6. Números y Deuteronomio
7. Cartas Católicas (Santiago, 2 de San Pedro, 3 de San Juan, Carta de San Judas Tadeo)
8. Primero y Segundo libros de Samuel
9. Primero y Segundo libros de Reyes
10. Libro de la Sabiduría
Todos estamos llamados a evangelizar, participando en el amor de Cristo sufriendo como Él, bajo la autoridad de la Iglesia, anunciando esperanza a todos sin excepción.
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En el primer misterio del silencio contemplamos que del costado de Cristo en la Cruz brotaron sangre y agua.
En el segundo misterio del silencio contemplamos el valor de aquellos que no eran apóstoles y sí permanecieron junto a la Cruz y cuidaron del cuerpo de Cristo muerto.
En el tercer misterio del silencio contemplamos a Jesucristo, puesto en un sepulcro nuevo.
En el cuarto misterio del silencio contemplamos a Jesús, que baja hasta el fondo del reino de la muerte, para que los justos que de antiguo esperaron en él encuentren a su Redentor.
En el quinto misterio del silencio contemplamos el anonadamiento de Cristo, que siendo Hijo aprendió sufriendo a obedecer.
En el sexto misterio del silencio contemplamos la soledad llena de fe de la Santísima Virgen María.
En el séptimo misterio del silencio contemplamos la inmensa compasión de Dios Padre, que tanto amó al mundo que le dio a su único Hijo para que todo el que cree en él no perezca.
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