ALIMENTO 20170917

Alimento del Alma
Domingo 17 de septiembre de 2017

Convento de Santo Domingo, Bogotá, COLOMBIA.
Tel. +57 (1) 249-3385

No. 9345
Cada día tiene su gracia…

 

 

Aún más contenido,
en FRAYNELSON.COM y FRAYNELSON.NET:
Inicio
AMIGOS EN LA FE
Calendario
Predicación de viva voz
Homilías
Preguntas y Respuestas
Imprenta (PDF)
Wiki (transcripciones)
Diario (Weblog)
Oración Compartida
Testimonios
Cómo ayudar

 

 

¡ PONTE AL DÍA !
Estas son nuestras series:
Biblioteca Pontificia
Las Palabras del Angel
Conoce a tu Dios (P. Jaime Forero, q.e.p.d)
Ejercicios para el Perdón (P. Jaime Forero, q.e.p.d)
Preguntas & Respuestas
Videos publicados en el Boletín
Cantos publicados en el Boletín
Cómo ayudar

 

Inscribe tu e-mail en:
www.fraynelson.com

 

Una canción gratis
para este día:
En Esta Tierra

 

* Para el DOMINGO: Biblioteca Tomista 040 *

¿Qué frutos del Espíritu Santo vienen propiamente con la fe?

Como hemos expuesto al hablar de los dones (1-2 q.70 a.1), los frutos del Espíritu Santo son ciertas realidades últimas y deleitables que se dan en nosotros provenientes del Espíritu Santo. Ahora bien, lo último y deleitable tiene razón de fin, y el fin es el objeto propio de la voluntad. Por eso, lo último y deleitable en el plano de la voluntad debe ser, de alguna manera, fruto de cuanto corresponde a las actividades de las demás potencias. De ahí que el don o la virtud que perfecciona una potencia puede ofrecer doble fruto: uno, propio de esa potencia; otro, como último, propio de la voluntad. En consecuencia, debemos concluir que al don de entendimiento corresponde, como fruto propio, la fe, es decir, la certeza de la fe; pero como fruto último le corresponde el gozo, el cual atañe a la voluntad. (S. Th., II-II, q.8, a.8, resp.)


[Estos fragmentos han sido tomados de la Suma Teológica de Santo Tomás, en la segunda sección de la segunda parte. Pueden leerse en orden los fragmentos publicados haciendo clic aquí.]

Fr. Nelson M.
amigos@fraynelson.com

[arriba]

La Foto de Hoy


Un descansito

[arriba]

Santo del Día

San Roberto Belarmino.-

Uno de los más grandes defensores de la Iglesia contra la Reforma protestante, fue Roberto Francisco Rómulo Belarmino.

Roberto nació en 1542 en la ciudad de Montepulciano, en Toscana, de una noble familia venida a menos. Sus padres eran Vicente Belarmino y Cintia Cervi, hermana del Papa Marcelo II.

Desde niño, Roberto dio muestras de una inteligencia superior. Conocía a Virgilio de memoria, escribía buenos versos latinos, tocaba el violín, y así, pronto empezó a desempeñar un brillante papel en las disputas públicas con gran admiración de sus conciudadanos.

Cuando tenía diecisiete años, el rector del colegio de los jesuitas de Montepulciano escribió sobre él en una carta: “Es el mejor de nuestros alumnos y no está lejos del Reino de los Cielos”.

Por ser sobrino de un Pontífice, podía esperar obtener muy altos puestos y a ello aspiraba cuando era joven, pero su madre que era muy piadosa, lo había convencido de que el orgullo y la vanidad son defectos sumamente peligrosos.

Él cuenta en sus memorias: “De pronto, cuando más deseoso estaba de conseguir cargos honoríficos, me vino de repente a la memoria lo muy rápidamente que se pasan los honores de este mundo y la cuenta que todos vamos a tener que darle a Dios. Me propuse entrar de religioso, pero en una comunidad donde no fuera posible ser elegido obispo ni cardenal. Y esa comunidad era la de los padres jesuitas”.

Así lo hizo, aunque le costó la oposición de su padre. El general jesuita hasta le redujo el tiempo de su noviciado y le destinó casi inmediatamente a proseguir los estudios en el Colegio Romano. Fue recibido de jesuita en Roma en 1560. ¡Quién le iba a decir a San Roberto, que Dios lo tenía destinado a ser cardenal!

Al principio, los sermones de Roberto estaban llenos de frases de autores famosos y de adornos literarios, para aparecer como muy sabio y literato.

Pero de pronto un día, lo enviaron a hacer un sermón sin haberle anunciado con anticipación, y él, sin tiempo para prepararse ni leer, se propuso hacer esa predicación únicamente con frases de la Santa Biblia, -la cual prácticamente se sabía de memoria-, y el éxito fue fulminante.

Aquel día consiguió más conversiones con su sencillo sermoncito bíblico, que las que había obtenido antes con todos sus sermones literarios. Desde ese día, cambió totalmente su modo de predicar: de ahora en adelante solamente predicará con argumentos tomados de la Santa Biblia, no buscando aparecer como sabio, sino transformar a los oyentes. Su éxito fue asombroso.

Roberto tuvo que luchar toda la vida contra la mala salud. Al fin de los tres años de filosofía estaba tan débil, que los superiores le enviaron a tomar los aires natales. El joven religioso aprovechó su estancia en Toscana, para instruir a los niños y dar conferencias de retórica y poética latinas.

Un año más tarde, fue trasladado a Mondavi del Piamonte y destinado a dar cursos sobre Cicerón y Demóstenes. Roberto no conocía del griego más que el alfabeto, pero con su obediencia y energía características, preparaba por la noche la lección de gramática griega que debía impartir al día siguiente.

El futuro Cardenal se oponía al castigo corporal de los alumnos y jamás lo empleó. Además de ejercer el magisterio, predicaba con frecuencia, y el pueblo acudía en masa a sus sermones.

Su provincial, el Padre Adorno, que le oyó predicar un día, le envió inmediatamente a la Universidad de Padua para que recibiese cuanto antes la Ordenación Sacerdotal.

Roberto se entregó ahí nuevamente a la predicación y al estudio, pero al poco tiempo, el Padre General, San Francisco de Borja, le envió a Lovaina a proseguir sus estudios y a predicar en la Universidad, para contrarrestar las peligrosas doctrinas que esparcía el canciller Miguel Bayo y otros. En el viaje a Bélgica, tuvo por compañero al inglés Guillermo Allen, que sería también un día, Cardenal.

Belarmino pasó siete años en Lovaina. Sus sermones fueron extraordinariamente populares desde el primer día, a pesar de que predicaba en latín y era de tan corta estatura, que subía en un banquillo para sobresalir en el púlpito a fin de que el auditorio pudiese verle y oírle. Pero sus oyentes decían que su rostro brillaba de una manera extraordinaria y que sus palabras eran inspiradas.

Después de recibir la Ordenación Sacerdotal en Gante en 1570, ocupó una cátedra en la Universidad de Lovaina. Fue el primer jesuita a quien se confirió ese honor. Sus cursos sobre la “Summa” de Santo Tomás, en los que exponía brillantemente la doctrina del Santo Doctor, le proporcionaban la ocasión de refutar las doctrinas de Bayo sobre la gracia, la libertad y la autoridad pontificia.

No cedió a la tentación de las tácticas mundanas frecuentemente utilizadas en las disputas doctrinales: los ataques personales, el cinismo, el desprecio, las exageraciones, los insultos. Ni siquiera mencionaba los nombres de sus adversarios, sino que se limitaba a elucidar los temas controversiales, enseñando la verdad y exponiendo el error.

No obstante el trabajo abrumador que tenía con sus sermones y clases, San Roberto encontró todavía tiempo en Lovaina para aprender el hebreo y estudiar a fondo la Sagrada Escritura y los escritos de los Santos Padres. La gramática hebrea que escribió entonces para ayuda de los estudiantes, llegó a ser muy popular.

Como su salud empezaba a flaquear, los Superiores le llamaron nuevamente a Italia. San Carlos Borromeo trató de que le destinasen a Milán, pero fue nombrado en 1576 para ocupar la nueva cátedra de teología apologética “De controversiis”, es decir, la defensa de la ortodoxia católica en la Universidad Gregoriana, que en ese tiempo se llamaba Colegio Romano. La apologética era, como lo es hoy en día, de gran importancia debido a la cantidad de errores que tienen confundidos al pueblo.

San Roberto trabajó incansablemente en esa cátedra y en la preparación de los cuatro enormes volúmenes de sus “Discusiones sobre los puntos controvertidos”, popularmente conocidos como “Las Controversias”.

San Roberto en estos libros explica la posición católica ante los errores de los protestantes, luteranos, evangélicos, anglicanos, y otros. Éstos, por su parte, habían sacado una serie de libros contra los católicos, y San Roberto produjo las mejores respuestas. El éxito fue rotundo, teniendo 30 ediciones en 20 años.

Los sacerdotes y catequistas de todas las naciones encontraban en ellos los argumentos que necesitaban para la sana enseñanza. San Francisco de Sales utilizaba mucho estos libros de San Roberto.

Tres siglos más tarde, el competente historiador Hefele, calificaba esa obra como “la más completa defensa del catolicismo que se ha publicado hasta nuestros días”.

San Roberto conocía tan a fondo la Biblia, los Santos Padres y los escritos de los herejes, que muchos de sus adversarios no podían creer que sus “Controversias” fuesen la obra de un solo escritor y sostenían que su nombre era el anagrama de un conjunto de sabios jesuitas.

Las “Controversias” de San Roberto aparecieron en el momento más oportuno, pues los principales reformadores acababan de publicar una serie de volúmenes en los que se proponían demostrar, que desde el punto de vista histórico, el protestantismo era el verdadero representante de la Iglesia de los Apóstoles.

Como esos volúmenes habían sido publicados en Magdeburgo y cada tomo correspondía a un siglo, la colección recibió el nombre de “Las Centurias de Magdeburgo”. Baronio refutó dicha obra desde el punto de vista histórico y Belarmino desde el dogmático.

El éxito de las “Controversias” fue instantáneo: clérigos y laicos, católicos y protestantes leyeron ávidamente los volúmenes. En Londres la obra fue prohibida. Sin embargo, un librero declaró: “Este jesuita me ha hecho ganar más dinero que todos los otros teólogos juntos”.

Uno de los más famosos jefes protestantes exclamó al leer uno de sus libros: “Con escritores como éste, estamos perdidos. No hay como responderle”.

En 1589, San Roberto tuvo que interrumpir algún tiempo sus estudios, para acompañar al cardenal Cayetano en una embajada diplomática a Francia, desgarrada entonces por la guerra entre Enrique de Navarra y la Liga.

La embajada no produjo ningún resultado, pero sus miembros vivieron la experiencia de ocho meses de sitio en París, donde, según San Roberto Belarmino, “no hicieron nada pero sufrieron mucho”.

Al contrario del Cardenal Cayetano, quien favorecía a los españoles, San Roberto apoyaba abiertamente la idea de pactar con Enrique de Navarra, con tal de que se convirtiese al catolicismo. Pero el Papa Sixto V murió por entonces, poco después del fin del sitio, y los embajadores fueron llamados de nuevo a Roma.

Un tiempo más tarde, San Roberto dirigió una comisión a la que el Papa Clemente VIII encargó preparar la publicación de una edición revisada de la Biblia Vulgata.

Ya en la época de Sixto V se había preparado una edición bajo la supervisión del Pontífice, pero la falta de conocimiento de los exégetas y el temor de modificar demasiado el texto corriente, la habían convertido en un trabajo inútil.

La nueva versión, que recibió el “imprimatur” de Clemente VIII, precedida de un prefacio de San Roberto Belarmino, es el texto latino que se usa actualmente.

San Roberto vivía entonces en el Colegio Romano. Como Director espiritual de la casa, había estado en estrecho contacto con San Luis Gonzaga, a quien atendió en su lecho de muerte. El futuro Cardenal profesaba tanto cariño al santo joven, que pidió ser enterrado a sus pies, “pues fue en una época, mi hijo espiritual”.

Por entonces empezó para San Roberto la carrera de los honores. En 1592 fue nombrado Rector del Colegio Romano y en 1594, Provincial de Nápoles.

Tres años más tarde, volvió a Roma a trabajar como teólogo de Clemente VIII. Por expreso deseo del Pontífice, escribió sus dos célebres Catecismos para gente sencilla. Su famoso “Catecismo Resumido” fue traducido a 55 idiomas y ha tenido mas de 300 ediciones, éxito superado sólo por la Santa Biblia y La Imitación de Cristo.

Luego, redactó el Catecismo Explicado, el cual llegó a las manos de sacerdotes y catequistas en todos los países del mundo. Durante su vida logró ver veinte ediciones seguidas de sus preciosos catecismos.

Dios tiene sus caminos. San Roberto entró en los Jesuitas, porque éstos tenían un reglamento que prohibía aceptar cargos en la jerarquía. Sin embargo, por obediencia al Sumo Pontífice, muy en contra de sus deseos personales, llegó a ser el único Obispo y Cardenal de los jesuitas en ese tiempo.

En 1598, Belarmino fue elevado al Cardenalato por Clemente VIII, “en premio de su ciencia inigualable”. El Santo no abandonó su austeridad. Se alimentaba, como los pobres, de pan y ajo y ni siquiera en invierno había fuego en su casa.

En cierta ocasión pagó el rescate de un soldado que había desertado, y regalaba a los pobres los tapices de sus departamentos, diciendo: “Las paredes no tienen frío”.

En 1602, fue inesperadamente nombrado Arzobispo de Capua. Cuatro días después de su consagración, partió de Roma a su sede. Aunque fue admirable en todo, tal vez donde más se distinguía, era en el ejercicio de las funciones pastorales en su inmensa Diócesis.

Haciendo a un lado los libros, aquel hombre de estudios, que no tenía ninguna experiencia pastoral, se dedicó a evangelizar a su pueblo con el celo de un joven misionero y a aplicar las reformas decretadas por el Concilio de Trento.

Predicaba continuamente, visitaba su Diócesis, exhortaba al clero, instruía a los niños, socorría a los necesitados y se ganó el cariño de todos sus hijos.

San Roberto no pudo permanecer más que tres años en Capua, ya que el recién elegido Papa Paulo V, le insistió en que volviese a la Ciudad Eterna. San Roberto renunció a su Diócesis, y a partir de entonces, como encargado de la Biblioteca Vaticana y como miembro de casi todas las Congregaciones, desempeñó un papel muy importante en todos los asuntos de la Santa Sede.

Cuando Venecia abrogó arbitrariamente los derechos de la Iglesia y fue castigada con el entredicho, San Roberto fue el gran paladín pontificio en la discusión con el famoso servita veneciano, Fray Pablo Sarpi.

Otro adversario todavía más importante, fue Jaime I de Inglaterra. El Cardenal Belarmino había reprendido a su amigo, el Arcipreste Blackwell, por haber prestado el juramento de fidelidad a dicho monarca, ya que en él se negaban los derechos temporales del Papa.

El rey Jaime, que se consideraba como un controversista, intervino en la contienda con dos libros en defensa del juramento, a los que respondió el cardenal Belarmino.

En su primera respuesta, San Roberto empleó el tono ligeramente humorístico que manejaba tan bien. En cambio, en el segundo tratado, respondió en forma seria y aplastante a cada una de las objeciones de su adversario.

Aunque defendió abierta y lealmente la supremacía pontificia en lo espiritual, las opiniones de Belarmino sobre la autoridad temporal no agradaban a los extremistas de ninguno de los dos campos.

Como sostenía que la jurisdicción del Papa sobre los reyes era sólo indirecta, perdió el favor de Sixto V, y como sostuvo contra el jurista escocés Barclay, que la monarquía no era una institución de derecho divino, su libro “De potestate Papae” fue quemado públicamente en el parlamento de París.

En la elección del nuevo Sumo Pontífice, el Cardenal Belarmino obtuvo 14 votos, la mitad de los votantes. Quizá no lo eligieron por ser Jesuita, los cuales tenían muchos enemigos. Él rezaba muy fervorosamente a Dios para que lo librara de semejante cargo.

San Roberto era amigo de Galileo Galilei, a quien dedicó uno de sus libros. En 1616, se le confió la misión de amonestar al gran astrónomo. Pero en su amonestación, que Galileo tomó muy bien, se limitó a rogarle que propusiese simplemente como hipótesis las teorías que no estaban todavía probadas. Galileo, sin renunciar a sus investigaciones, habría ganado mucho si se hubiese atenido a ese consejo.

Sería imposible mencionar aquí todas las actividades de San Roberto en sus últimos años. Siguió escribiendo hasta el fin, pero ya no obras de controversia. Terminó un comentario de los Salmos y escribió cinco libros espirituales, el último de los cuales se titulaba “Arte de morir”.

Poco antes de morir escribió en su testamento, que lo poco que tenía se repartiera entre los pobres. Lo que dejó no alcanzó sino para costear los gastos del entierro.

Pidió que sus funerales fueran de noche, para que no hubiera tanta gente y se hicieran sin solemnidad. Pero a pesar de que se le obedeció haciéndole los funerales de noche, el gentío fue inmenso y todos estaban convencidos de que estaban asistiendo al entierro de un Santo.

Cuando su vida tocaba a su fin, San Roberto obtuvo permiso de retirarse al Noviciado de San Andrés, Roma, donde murió a los setenta y siete años, el 17 de diciembre de 1621. Precisamente en esa fecha se celebraba la fiesta de los estigmas de San Francisco de Asís, que se había introducido a petición suya.

El proceso de beatificación, que comenzó casi inmediatamente, se prolongó por tres siglos. Después, en un solo año, en el de 1930, San Roberto obtuvo del Papa Pío XI ser beatificado y canonizado Santo. Fue declarado Doctor de la Iglesia en 1931.

“San Roberto Belarmino, ruega por nosotros, para que con todo el corazón imitemos tu celo por conocer y dar a conocer la verdadera doctrina y salvar almas”.

[arriba]

Cumpleaños

Patricia Susemihl.- Arlington, USA

Misael Muñoz Pereira.- Coronado, Costa Rica

Claudia Dangond.-

Gerardo Bulla.- California, USA

Vicky Dangond.- Bogotá, Colombia

Daniél Andrés Quiñonez Lerma.- Bogotá, Colombia – Hijito de mi alma, hoy más que otros días quiero unirme a las bendiciones diarias que el Señor te prodiga, que siempre abras tú corazón para que él Señor habite en tí y obre en tí las maravillas que tiene dispuestas para tú vida. Con todo el amor de toda tú familia.

[Añade otro cumpleaños]

[arriba]

Bautismos
[arriba]

Aniversario de Ordenación Sacerdotal
[arriba]

Aniversario de Matrimonio
[arriba]

Grupos, Comunidades, Congregaciones…
[arriba]

Evangelización Viva para hoy y los próximos días

[Añade otro evento de evangelización: Son bienvenidas fechas futuras, por ejemplo si deseas dar a conocer algún congreso, concierto, retiro, o similares]

[arriba]

Otras fechas importantes para ti
[arriba]

Fallecieron en un día como hoy…

Odilia Collado.- Yauco-Puerto Rico, Puerto Rico – Hoy se cumplen ocho años de estar disfrutando de la presencia del Señor. Siempre te tenemos presente en nuestras oraciones.Sé que algún día nos volveremos a encontrar para disfrutar de ese cielo prometido, por toda la eternidad. Bendición, mami. Tu hija, mayda.

Candido Barreto.- Guayana, Venezuela – Señor dale el descanso y eterno y brille para él la luz perpetua… Descanse en Paz. Asi sea.

[Añade el nombre de personas fallecidas por las que quieres que oremos]

[arriba]

Enlace recomendado para este día

Desmontando los mitos protestantes

“De entre los muchos libros que están apareciendo, aquí y en el mundo entero, en torno a Lutero y al Protestantismo, me llamó la atención el publicado por el sociólogo de las religiones, Rodney Stark, con el título Reformation Myths. Stark es un reconocido sociólogo que, además, no es católico (por lo que he visto en internet parece que ha evolucionado desde el agnosticismo hasta un vago cristianismo que define como “independiente de cualquier iglesia”). No es que un católico quede invalidado para ser un buen sociólogo o historiador, al contrario, pero me llamó la atención que un estudioso no católico hubiera llegado a las mismas conclusiones que las sostenidas por los autores católicos más críticos con Lutero y su legado…” Haz click AQUÍ.

[arriba]

Un poco de Humor…

Lifting

Una mujer se lo hace estirar todo: la nariz, la piel de la cara, etc. Finalmente, el cirujano le pregunta:
– ¿Desea la señora algo más?
– Sí. Quisiera tener los ojos más grandes y expresivos.
– Nada más fácil, señora. Enfermera: traiga la cuenta, por favor.

[arriba]


Palabra de Dios
para alimentar tu día


Ciclo A, Tiempo Ordinario,
Domingo de la Semana No. 24


Lecturas de la S. Biblia

Temas de las lecturas: Perdona la ofensa a tu prójimo, y se te perdonarán los pecados cuando lo pidas * El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia. * En la vida y en la muerte somos del Señor * No te digo que le perdones hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete

Textos para este día:

Eclesiástico 27,33-28,9:

El furor y la cólera son odiosos; el pecador los posee. Del vengativo se vengará el Señor y llevará estrecha cuenta de sus culpas. Perdona la ofensa a tu prójimo, y se te perdonarán los pecados cuando lo pidas. ¿Cómo puede un hombre guardar rencor a otro y pedir la salud al Señor? No tiene compasión de su semejante, ¿y pide perdón de sus pecados? Si él, que es carne, conserva la ira, ¿quién expiará por sus pecados? Piensa en tu fin, y cesa en tu enojo; en la muerte y corrupción, y guarda los mandamientos. Recuerda los mandamientos, y no te enojes con tu prójimo; la alianza del Señor, y perdona el error.

Salmo 102:

Bendice, alma mía, al Señor, / y todo mi ser a su santo nombre. / Bendice, alma mía, al Señor, / y no olvides su beneficios. R.

Él perdona todas tus culpas / y cura todas tus enfermedades; / él rescata tu vida de la fosa / y te colma de gracia y de ternura. R.

No está siempre acusando / ni guarda rencor perpetuo; / no nos trata como merecen nuestros pecados / ni nos paga según nuestras culpas. R.

Como se levanta el cielo sobre la tierra, / se levanta su bondad sobre sus fieles; / como dista el oriente del ocaso, / así aleja de nosotros nuestros delitos. R.

Romanos 14,7-9:

Hermanos: Ninguno de nosotros vive para sí mismo y ninguno muere para sí mismo. Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; en la vida y en la muerte somos del Señor. Para esto murió y resucitó Cristo: para ser Señor de vivos y muertos.

Mateo 18,21-35:

En aquel tiempo, se adelantó Pedro y preguntó a Jesús: “Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?” Jesús le contesta: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.

Y a propósito de esto, el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: “Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo.” El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: “Págame lo que me debes.” El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba diciendo: “Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré.” Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: “¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?” Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda.

Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano.”

[arriba]

Homilías para escuchar

Versión

Fecha

Escuchar

Más…

1

1996/09/15 Haz click para escuchar o grabar una versión en MP3
La misericordia de Dios es infinita y nos invita a perdonar siempre.

Click normal para ir a la transcripción

2

1999/09/12 Haz click para escuchar o grabar una versión en MP3
Cuando nos enamore el precio de la Sangre de Cristo, podremos perdonar a nuestros hermanos.

Click normal para ir a la transcripción

3

1999/09/12 Haz click para escuchar o grabar una versión en MP3
Orar por el enemigo y pedir que se haga en él la voluntad de Dios.

Click normal para ir a la transcripción

5

2011/09/11 Haz click para escuchar o grabar una versión en MP3
Perdonar no es suponer que no ha pasado nada; es un acto de sensatez, un recapacitar que todos necesitamos y que a todos nos ilumina, transforma y enriquece.

Click normal para ir a la transcripción

6

2011/09/11 Haz click para escuchar o grabar una versión en MP3
La Ley del Tubo: para recibir más y de nuevo, hay que de nuevo y más aprender a dar.

Click normal para ir a la transcripción

7

2011/09/11 Haz click para escuchar o grabar una versión en MP3
tres pasos hacia el perdón: (1) Eliminar la soberbia con la conciencia del propio pecado; (2) Asumir el punto presente como nuevo punto de partida; (3) Tomar decisiones que hagan posible un futuro.

Click normal para ir a la transcripción

8

2014/09/14 Haz click para escuchar o grabar una versión en MP3
Cristo enseña la diferencia entre aquel que ha recibido una bondad imposible de medir, y el que todavía no la conoce.

Click normal para ir a la transcripción

9

2014/09/14 Haz click para escuchar o grabar una versión en MP3
Si en la historia de Caín se ve que el mal corre, en las palabras de Jesús se ve que el bien vuela.

Click normal para ir a la transcripción

10

2017/09/17 Haz click para escuchar o grabar una versión en MP3
El perdón es imposible al buscar venganza, es necesario al entender que el odio destruye, es sensato porque no tiene sentido odiar, es bendición al sentirme perdonado por Dios.

Click normal para ir a la transcripción

Más información sobre este día aquí

[arriba]
Homilía para leer

Temas de las lecturas: Perdona la ofensa a tu prójimo, y se te perdonarán los pecados cuando lo pidas * El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia. * En la vida y en la muerte somos del Señor * No te digo que le perdones hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete

1. El verbo “perdonar”

1.1 Las lecturas de hoy se centran en el tema del perdón. Una realidad que todos necesitamos pero que no todos nos senitmos capaces de otorgar a los demás. Seguimos, pues, en este día la enseñanza del verbo perdonar.

1.2 “Hagamos de cuenta que no ha pasado nada”. Para muchos, esta es la fórmula de absolución propia para otorgar el perdón que se nos pide. Pero, ¿dice ella realmente lo que pretende? ¿Es humanamente posible prescindir de lo que realmente pasó y nadie puede negar que pasó? ¿Es esa la imagen que debemos tener del perdón divino?

1.3 Es verdad lo que dice Ezequiel: “Si digo al malvado: vas a morir, y él se aparta de pecado y practica el derecho y la justicia […] ninguno de los pecados que cometió se le recordará más” (Ez 33,14.16). Pero, ¿es que todo perdonar supone olvidar? La pregunta es difícil de responder.

1.4 Si uno dice con el refrán “yo perdono pero no olvido”, normalmente eso significa que uno conserva a la manera de un arma el recuerdo de los defectos o errores ajenos, para poder enrrostrárselos cuando sea necesario. Un ejemplo típico es el del jefe que sabe cuándo recordar a su empleado cuántas veces ha llegado tarde, aunque cada una de esas veces le dijo sonriendo: “No se preocupe, Martínez, a todos nos pasa…”. En este caso no había perdón, o mejor: sólo lo había de labios para fuera. Pero el dolor y el orgullo herido estaban ahí intactos.

1.5 Por otro lado, si uno dice que “todo perdonar es olvidar”, ¿es creíble que una persona llegue de veras a perdonarse a sí misma? Si estaré perdonado sólo cuando olvide, ¿cómo perdonarme lo que yo sé bien que sí hice. Por eso parece más sensato separar netamente los verbos “perdonar” y “olvidar”, sabiendo que alguna relación tienen, pero que no son siempre concomitantes.

2. Lo propio del perdón

2.1 En efecto, lo propio del perdón no es negar el pasado, sino superarlo, transformarlo, redimensionarlo, reconducirlo, recrearlo. Dios cuando nos perdona no padece amnesia, sino que da —regala— un desenlace distinto a lo que parecía perdido.

2.2 Hay un principio básico que hace posible el perdón: los actos humanos anteriores cobran sentido de los posteriores. Así por ejemplo, mil amabilidades para luego pedir un favor, no se llaman “mil amabilidades”, sino “un favor”; pero lo contrario también es cierto, porque hay veces en que ningún ensayo de la orquesta suena tan bien como la presentación final: ésta, en ese sentido, justifica los intentos e incluso los errores que la han precedido. Se trata solamente de ejemplos, pero nos ayudan a ver.

2.3 El perdón, pues, no es prescindir de lo que pasó, sino hacer realmente posible que pasen cosas buenas y nuevas, sobre una base probablemente vieja y mala. No es simplemente que no se vuelva a repetir el mal, sino que se haga posible un bien que, si no hubiera habido ese mal, tal vez nunca se hubiera dado. Como se ve, lo más cercano al perdón es la creación y perdonar es ser ministro de una creación nueva. Pensemos en la samaritana perdonada y convertida de que nos habla el capítulo 4 del Evangelio según San Juan. El perdón que ella recibe la hacen testigo y apóstol de una noticia de gracia que ella no hubiera podido decir si no hubiera sido perdonada.

3. Pautas para poder perdonar

3.1 De acuerdo con todo ello, es posible ofrecer algunas pautas que nos ayuden a perdonar.

3.2 Partamos de un discernimiento: ¿qué clase de cosas son las que sana el tiempo? Hay personas que simplemente “sepultan” sus heridas, con la única consecuencia de que éstas se enconan e infectan y vuelven a salir a luz en peor estado. Otras personas, en cambio, piensan una y otra vez sus dolores, como recocinándolos, o como si quisieran beber y brindar un potaje de amargura. Por eso la pregunta: ¿qué clase de cosas sana el tiempo?

3.3 Podemos decir que han de darse tres condiciones para que el tiempo ayude a sanar una herida emocional: (a) Radical conciencia del poder inmenso del amor de Dios, como paciencia y providencia, como ternura y firmeza, como sabiduría y misericordia; (b) Inmensa claridad sobre los propios límites y sobre el hecho de que todos estamos hechos del mismo barro; (c) Profundo deseo de bendición, luz y sanación para todos los implicados en cada uno de los acontecimientos, de modo que aparezca y se realice toda y sola la voluntad de Dios.

3.4 Sobre esta base, perdonar significa: (a) Abrir los ojos ante los ojos de Cristo; secar las lágrimas y contemplar con una misma mirada el dolor y el amor de su Cruz; (b) Pedir el bien, anhelar la pascua, buscar y amar la luz; (c) Absolver —no en nuestro nombre sino en el nombre de Cristo—, y de inmediato pedir a Dios que dé sus bienes al que nos ha ofendido.

3.5 Feliz quien recibe perdón. Cien veces feliz quien aprende a perdonar.

[arriba]

Video recomendado para este dia!

El Purgatorio, según nos enseña el Catecismo de la Iglesia Católica, es un “lugar” no permanente en el el alma se purifica antes de entrar en la perfecta Presencia de Dios. El Padre Pedro nos presenta una bella reflexión sobre este anticipo del Cielo y sus fundamentos bíblicos.

[arriba]

Información legal y de suscripción

Para saber más…

  • Este boletín es el vehículo de comunicación diario de la página FRAYNELSON.COM, Casa para tu Fe Católica. Servimos con gozo a la evangelización dentro de nuestra Iglesia, en comunión con el Santo Padre.
  • Todos nuestros servicios y todo lo que encuentres en FRAYNELSON.COM es gratuito y solamente recibimos donaciones. Es decir: nunca cobramos ni aceptamos dinero por publicidad ni tampoco pagamos servicios. Todos nuestros donantes y colaboradores permanentes son voluntarios que viven y trabajan en distintas partes del mundo.
  • Es posible que hayas recibido este mensaje sin haberlo solicitado. Nuestra intención no es fastidiar a nadie, y por eso es sencillo el proceso de darse de baja. Si nunca pediste recibir este boletín, es posible que algún pariente o amigo tuyo haya incluido tu nombre y dirección. Con respeto te invito a que consideres lo que ofrecemos antes de dejarnos, pero en cualquier caso eres libre de darte de baja cuando quieras.
  • Si deseas incluir en este boletín tu cumpleaños, o una fecha que es importante para ti o tu familia o tu grupo, entra a nuestro calendario. Las entradas a este calendario tiene que ser aprobadas antes de ser publicadas. El propósito es favorecer la oración y amistad entre todos. 🙂
  • ¡Por supuesto tú también puedes invitar a otras personas! Estamos convencidos que un poco de nuestro Alimento del Alma puede hacer una GRAN DIFERENCIA en muchas vidas. Puedes responder a este correo indicándonos a quién quieres que regalemos nuestro Alimento. Por supuesto, si sospechas que a alguien no le va a interesar, no le hagas ni nos hagas perder tiempo. Sin embargo, es un hecho que más y más gente está siendo bendecida con nuestros servicios.
  • Los textos del SANTO DEL DÍA son responsabilidad y cortesía de Aciprensa o de la Archidiócesis de Madrid. Ten en cuenta, sin embargo, que la celebración litúrgica de un santo o santa en particular depende de factores locales, del tiempo litúrgico, de si cae en domingo, y algunos otros. Los breves esquemas que ofrecemos son sólo para edificación espiritual. Los demás textos no bíblicos son responsabilidad de sus autores o si no se indica, de Fray Nelson Medina, O.P. Estos pueden ser divulgados declarando la fuente. Tus aportes en oración, tiempo, servicios, ideas o dinero son siempre bienvenidos. Puedes visitar nuestra página de ayuda.
[arriba]