El poder de una mirada [La Comunidad en los Hechos, 13 de 20]

“Pedro—junto con Juan— fijó en él la mirada y le dijo: —Míranos…” (Hechos 3, 4-5)

* Mirada.- La Evangelización no empieza con una actividad sino con una mirada. Una misma realidad dependiendo de los intereses personales puede ser vista de distinta manera por varias personas. En la Evangelización vemos lo mismo que la gente, pero lo vemos desde la óptica del Reinado de Dios. Hay que pedirle a Dios que nos dé Su mirada.

* Debemos empezar siempre con la renovación de la mirada, que exige a su vez una renovación del corazón. Cuando el pecado llega a nosotros y la mirada se corrompe nos hace ver al prójimo como rival (enemigo), como herramienta (lacayo), como juguete o como estorbo. Cuando llega el amor de Dios y su misericordia a nosotros se nota porque “nos dejamos interrumpir” para mirar a los que sufren y están en necesidad.

* En el versículo 5 notamos que el cojo no esperaba a alguien, sino que esperaba algo. Sus expectativas habían bajado. También el pecado hace que bajen nuestras expectativas y arruina nuestras esperanzas, acabándose en una pastoral de la derrota y del conformismo, bajo título de ser realista. El demonio necesita que nuestras expectativas sean cortas y bajas para satisfacerlas.

* La mirada de Pedro en el v.4 era diferente a la del tullido. ¿Qué había en la mirada de Pedro? Había Confrontación, Compasión, Comunicación y Comunión. Y eso es lo que tiene que haber en la evangelización cristiana.

– Confrontación:
Toda evangelización es disputa entre las fuerzas de Dios y las de la tierra. En la carta a los Colosenses se dice que Dios nos ha sacado del dominio de las tinieblas. Toda evangelización es un “exorcismo”.

– Compasión:
Se trata de padecer junto con el que está sufriendo.

– Comunicación:
Se refiere a la capacidad de transmitir una esperanza, un amor, una fuerza al que estoy viendo para darle ánimo. Pedro se lo comunica a través de su mirada. Los ojos tienen una gran fuerza. Hay que pedirle a Dios que nos dé sus ojos para mirar de la misma manera.

– Comunión:
Una vez que dejó de ser cojo ya no quería apartarse de Jesús y quería vivir en comunión con la Iglesia.

* ¿Cómo debe ser la mirada de uno? Hemos, pues, que Confrontar el poder del mal, Compadecernos del que sufre, Comunicar fe y esperanza e invitar a la Comunión en un mismo amor: esta es la mirada de los santos.