Caso por caso… es decir, todos

Profundo y muy completo análisis del P. Jose Ma. Iraburu sobre las consecuencias de una práctica pastoral que propone inicialmente que “caso por caso” se haga discernimiento sobre si dar o no la comunión a los divorciados vueltos a casar: cómo las consecuencias a corto plazo son la imposición de una moral situacionista y subjetivista, y cómo las puertas quedan abiertas para abusos aún mayores.

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LA GRACIA del Sábado 21 de Enero de 2017

Cristo renuncia a sí mismo por devolverle al Padre su gloria y por salvarnos;, su locura nos ha devuelto la cordura, logrando que salgamos de nuestra indiferencia, egoísmo y pecado.

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ROSARIO de las Semanas 20170119

#RosarioFrayNelson para el Jueves:
Contemplamos los Misterios de la vida pública del Señor

Usamos esta versión de las oraciones.

  1. En el primer misterio de la vida pública contemplamos a Jesús, que es bautizado por Juan en el Jordán y recibe la unción del Espíritu Santo.
  2. En el segundo misterio de la vida pública contemplamos que el diablo tienta a Jesús en el desierto pero al final tiene que retirarse derrotado.
  3. En el tercer misterio de la vida pública contemplamos las bodas en Caná de Galilea, donde Cristo dio su primera señal como Mesías.
  4. En el cuarto misterio de la vida pública contemplamos a Jesús, que predica la Buena Nueva a los pobres.
  5. En el quinto misterio de la vida pública contemplamos a Jesús, que llama a algunos discípulos para que estén con él y sean sus apóstoles.
  6. En el sexto misterio de la vida pública contemplamos la transfiguración del Señor, verdadero anuncio de su pasión y de su pascua.
  7. En el séptimo misterio de la vida pública contemplamos la institución de la Eucaristía y el mandamiento de amar como Jesús nos ha amado.

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Algo de ironía sobre la superficialidad de muchas bodas católicas

(ECOS de la CAVERNA) El pasado sábado, en la parroquia bilbaína de San Valentín in Vincoli, el día más esperado para una joven pareja de novios se convirtió en una auténtica pesadilla.

“Entiendo que estén molestos”, ha afirmado don Rodolfo, el sacerdote celebrante, “pero yo no tengo la culpa. ¿Cómo iba yo a saber que ese no era el novio? Ninguno de los dos estaba prestando atención al sacramento. Y el fotógrafo estaba un poco mejor vestido que el otro”.

Según la información que hemos podido reunir, el presbítero se distrajo un momento durante la ceremonia, con tan mala fortuna que, en lugar de casar a los novios, casó a la novia con el fotógrafo contratado para la ocasión. Cuando se dio cuenta de su error, ya no había remedio.

“A mí me parece maravilloooso”, afirmó Güendi H., una de las damas de honor. “Es como una película romántica. Igualito que Novia por Sorpresa 3,que es mi película favorita. La he visto como un millón de veces. Ahora solo falta que el novio se case con una dama de honor, como yo, por ejemplo, y todo será perfecto”.

“Yo ya he hecho lo que tenía que hacer”, declaró el padre de la novia. “He pagado el banquete y no pienso pagar otro, así que por mí las cosas se pueden quedar como están. Me gusta tan poco el coletas de la cámara de fotos como el melenas con quien se iba a casar mi hija, pero al menos el de la cámara tiene un trabajo y no espera que yo le busque un puesto en mi empresa”.

El novio, Joseba L., confesó que se encontraba aliviado por cómo había resultado todo. “He pensado irme de luna de miel de todas formas. Supongo que con una de las damas de honor, para aprovechar los billetes de avión”, explicó. “Cualquiera menos Güendi, que es una pesada”.

La novia no quiso realizar declaraciones, pero una fuente anónima reveló que había sufrido un ataque de nervios. Según parece, sigue negándose a quitarse el vestido nupcial y no cesa de repetir una y otra vez: “¡Arruinada! ¡Mi boda perfecta, arruinada!”.

Mientras tanto, el fotógrafo se encuentra en paradero desconocido y solo ha dado señales de vida para enviar a su flamante esposa la factura por las fotos de la boda.

En respuesta a las preguntas del reportero de ECOS de la CAVERNA, el portavoz del Obispado anunció que estaban preparando una investigación “para determinar si se trata de un hecho aislado o algo que sucede habitualmente”.

[Publicado originalmente aquí.]

LECTIO 20170119

LECTURA ESPIRITUAL.

#LectioFrayNelson para el Jueves II del Tiempo Ordinario

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Para frenar la crisis de fe que vive Occidente

“Que solo 22 de cada cien matrimonios que se realizaron en España sean por la Iglesia da una dimensión real de la fe practicante y la de un mínimo compromiso con los sacramentos. Pero con ser malos, los datos empeoran al enmarcarlos. Primero, porque cada vez de casa menos gente y cada vez abunda más la cohabitación. El peso del sacramento sobre el total de nuevas parejas es claramente inferior a aquella cifra. Segundo, por cuanto la tendencia seguida desde el año 2000 es tremenda. En aquella fecha los matrimonios por la Iglesia significaban el ¡70%! La caída profunda y rápida parece detenerse en el 2015, y dar paso a un goteo de pérdidas. No debería ser un consuelo…”

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LA GRACIA del Viernes 20 de Enero de 2017

La vida cristiana no es una guerra de poderes, es un crecimiento en dones, talentos y carismas distintos en cada persona, que surgen para dar testimonio del Único Dios.

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ROSARIO de las Semanas 20170118

#RosarioFrayNelson para el Miércoles:
Contemplamos los Misterios de la Infancia de Jesús

Usamos esta versión de las oraciones.

  1. En el primer misterio de la infancia contemplamos la Anunciación a María Santísima y la Encarnación del Hijo de Dios.
  2. En el segundo misterio de la infancia contemplamos la visita de la Virgen Madre a su pariente Isabel.
  3. En el tercer misterio de la infancia contemplamos el sufrimiento que pasó San José, y la fe amorosa que tuvo.
  4. En el cuarto misterio de la infancia contemplamos el Nacimiento del Hijo de Dios en el humilde portal de Belén.
  5. En el quinto misterio de la infancia contemplamos la Epifanía: Jesús es luz para las naciones, y así es adorado por unos magos venidos de Oriente.
  6. En el sexto misterio de la infancia contemplamos la Presentación del Niño Jesús en el templo de Jerusalén.
  7. En el séptimo misterio de la infancia contemplamos a Jesús Niño en el templo, ocupado de las cosas de su Padre del Cielo.

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Anciano, franciscano y mendicante

A la sombra de la Cruz

El viejito que los frailes franciscos han recibido por pura generosidad, va a servirles de limosnero 23 años, de los 75 a los 98. Siempre de aquí para allá, muchas noches las pasa al sereno, a la luz de las estrellas, al cobijo de su carreta. Incluso cuando estaba en el convento, no necesitaba celda y prefería dormir en el patio bajo su carro. El padre Alonso Ponce, Comisario General franciscano, en una Relación breve de 1586, decía de fray Sebastián:

«Siendo de casi 90 años de edad, anda con su carreta de cuatro bueyes, sin ayuda ninguna de fraile español, ni indio, ni otra persona, acarreando leña y maíz y otras cosas necesarias para el sustento de aquel convento, y nunca le hace mal dormir en el campo al sol, ni al agua, antes este es su contento y regalo, y cuando está en el convento ha de tener la puerta de la celda abierta y ver el cielo desde la cama en que duerme, porque de otra manera se angustia y muere; si se le moja la ropa nunca se la quita, sino que el mismo cuerpo la enjuga, y si por estar sucia la ha de lavar, sin aguardar a que se seque se la viste y él la enjuga y seca con el calor del cuerpo, sin que de nada de esto se le renazca enfermedad, ni indisposición alguna» (Campaza 40).

Los datos son ciertos, pero no parece tan exacta la apreciación idílica de los mismos. En realidad fray Aparicio pasó en estos años de ancianidad, siempre de camino, innumerables penalidades. A veces sus penitencias eran consideradas como manías; pero eran en realidad mortificaciones. Así, poco antes de morir, le dice a su mismo superior: «Piensa, padre Guardián, que el dormir yo en el campo y fuera de techado es por mi gusto; no, sino porque este bellaco gusanillo del cuerpo padezca, porque si no hacemos penitencia, no iremos al cielo» (Calvo 108).

Y según refiere el doctor Pareja, a un fraile que le aconsejaba ofrecerlo todo a Dios, le responde: «Hartos días ha que se lo he ofrecido, y bien veo que si no fuera por su amor, era imposible tolerarlo; porque os certifico, Padre, que ando tan molido y cansado, que ya no hay miembro en el cuerpo que no me duela; y a un puedo certificaros que hasta los cabellos de la cabeza siento que me afligen, cuando de noche me quiero acostar o tomar algún reposo» (Campazas 40).

Consolado por los ángeles

También es cierto que el Hermano Aparicio se vio asistido muchas veces por consolaciones celestiales, como suele suceder tantas veces a los santos, cuando por amor de Dios renuncian a todo placer mundano. Él tuvo, concretamente, una gran devoción a los ángeles, especialmente al de su guarda, y experimentó muchas veces sus favores.

El mismo fray Sebastián contó al provincial Alonso de Cepeda una anécdota bien significativa. Le refirió que «caminando para Puebla hizo noche junto a una gran barranca que está en el camino de Huejotzingo. Y estando acostado en el suelo, debajo de una carreta, como acostumbraba, era tanta el agua que llovía que corrían arroyos hacia él, sin poderlo remediar, ni hacer otra diligencia más que ofrecer a Dios nuestro Señor aquel trabajo que padecía, con una total resignación y conformidad con su voluntad santísima».

Pero Dios acudió en auxilio de su siervo. Un hermosísimo mancebo se apareció y con una vihuela comenzó a tocar tan suave y dulcemente, que le pareció estar en la gloria, olvidándose de la incomodidad de la lluvia, y levantándose para acercarse al músico, éste se iba retirando, hasta que saltando la barranca de un salto, desapareció, dejando a Aparicio muy consolado» (Campazas 57). Otra vez, con la carreta atascada en el barro, se le presenta un joven vestido de blanco para ofrecerle su ayuda. «¡Qué ayuda me podéis dar vos, le dice, cuando ocho bueyes no pueden sacarla!». Pero cuando ve que el joven sacaba el carro con toda facilidad, comenta en voz alta: «¡A fe que no sois vos de acá!» (Campazas 71)…

Fueron numerosas las ocasiones en que a fray Sebastián, como a Cristo después del ayuno en el desierto, «se acercaron los ángeles y le servían» (Mt 4,11), o como en la agonía de Getsemaní, «un ángel del cielo se le apareció para confortarle» (Lc 22,43).

Impugnado por los demonios

Como también es normal en quienes han vencido ya el mundo y la carne, fray Sebastián experimentó terribles impugnaciones del Demonio en muchas ocasiones. En la hacienda de Tlanepantla, agarrado a las astas de un toro furioso, luchó a brazo partido contra el Demonio. En las clarisas de México los combates contra el Maligno era tan fuertes que la abadesa le puso una noche dos hombres para su defensa, pero salieron tan molidos y aterrados por dos leones que por nada del mundo aceptaron volver a cumplir tal oficio.

Ya de fraile, según cuenta el doctor Pareja, el demonio «le quitaba de su pobre cama la poca ropa con que se cubría y abrigaba, y, echándosela por la ventana del dormitorio, lo dejaba yerto de frío y en punto de acabársele la vida. Otras veces, dándole grandes golpazos, lo atormentaba y molía; otras lo cogía en alto y, dejándolo caer como quien juega a la pelota, lo atormentaba, inquietándolo; de manera que muchas veces se vio desconsoladísimo y afligido» (Campazas 31).

Los ataques continuaron en muchas ocasiones. En una de ellas los demonios le dijeron que iban a despeñarlo porque Dios les había dado orden de hacerlo. A lo que respondió fray Sebastián muy tranquilo: «Pues si Dios os lo mandó ¿qué aguardáis? Haced lo que Él os manda, que yo estoy muy contento de hacer lo que a Dios le agrada»…

Tan acostumbrado estaba nuestro Hermano a estos combates, que al Provincial de los Descalzos, fray Juan de Santa Ana, le dijo que ya no le importaban nada, «aunque viese más demonios que mosquitos». Y poco antes de morir, a los hermanos que le recomendaban acogerse a Dios para librarse de los asedios del Malo les dice: «Gracias a Dios, ha mucho tiempo que ese maldito no llega a mí, por haberle ya muchas veces vencido».


El autor de esta obra es el sacerdote español José Ma. Iraburu, a quien expresamos nuestra gratitud. Aquí la obra se publica íntegra, por entregas. Lo ya publicado puede consultarse aquí.