(ACIPRENSA) Durante la Audiencia General del 22 de Junio de 2016, el Papa Francisco hizo a los fieles una confesión personal: la oración que reza todas las noches antes de irse a dormir, para pedir a Dios su misericordia y que lo purifique, tal como hizo con el leproso del Evangelio.
Durante su reflexión, el Pontífice explicó que el leproso clamó a Jesús: “Señor, si quieres, puedes purificarme”, es decir, “no pide solamente ser curado, sino ser ‘purificado’”, ser sanado integralmente, en el cuerpo y en el corazón.
“La súplica del leproso muestra que cuando nos presentamos a Jesús no es necesario hacer largos discursos. Bastan pocas palabras, con tal que sean acompañadas de la plena confianza en su omnipotencia y en su bondad”, afirmó el Papa.
Francisco, que invitó a abandonarse a la infinita misericordia de Dios, compartió entonces con los fieles parte de su vida personal.
“También yo les haré una confesión personal. En la noche, antes de ir a la cama, yo rezo esta breve oración: ‘Señor, si quieres, puedes purificarme’. Y rezo cinco ‘Padre Nuestros’, uno por cada llaga de Jesús, porque Jesús nos ha purificado con sus llagas”.