Para un cristiano, la oración vocal ha de enraizarse en el corazón, de modo que, durante el rezo del Rosario, la mente pueda adentrarse en la contemplación de cada uno de los misterios.
Si no dispones de otros ratos, recita el Rosario por la calle y sin que nadie lo note. Además, te ayudará a tener presencia de Dios.
Cómo enamora la escena de la Anunciación. En la oración, María conoce la Voluntad divina; y con la oración la hace vida de su vida: ¡no olvides el ejemplo de la Virgen!