[Retiro con la comunidad hispana de Bernardsville. Diciembre de 2014.]
Tema 2 de 6: Los Jueces, líderes carismáticos
* Mientras Moisés guiaba al pueblo, él era como la voz y presencia de Dios, no sólo para las cosas mayores, como determinar qué ruta debían seguir por el desierto, sino también en las cosas menores, como por ejemplo las disputas entre vecinos.
* A Moisés le sucedió Josué, su ayudante, que cumplió un papel importante en dirigir al pueblo a tomar posesión de la tierra prometida, y en dar testimonio de su fe inquebrantable: “Yo y mi familia serviremos al Señor” (Josué 24,15).
* Pero una vez que Josué muere y el pueblo de Israel tiene ya su tierra podemos decir que se da una severa crisis de liderazgo. “Cada uno hacía lo que le parecía,” dice Jueces 17,6 y 21,25. Mientras tanto, los filisteos asedian a Israel con ataques pero también con seducciones. Tal ha sido la fuerza del mal, ya desde antiguo: intimidarnos con sus agresiones y persecuciones, o debilitarnos y encadenarnos con sus seducciones.
* ¿Quién puede “poner orden” a una situación que está “des-ajustada”? Aquí entra el concepto hebreo de “justicia” como armonía, orden y bondad que caracterizan las obras de Dios. Ser “juez” es “hacer justicia” o sea, traer la justicia dey orden de Dios a un mundo que se “des-ordena” por el pecado.
* Los “jueces,” así entendidos, se caracterizan porque en ellos se ve la mano de Dios. El Señor “está con ellos” y es eso, solamente eso, lo que explica que sean capaces de defender a Israel y guiarlo a la victoria.