Gimnasio Mental 021

a, b, c, d, e y f son números consecutivos positivos, aunque no necesariamente en ese orden. ¿Cómo deben escogerse de modo que siempre se cumpla que a/b < c/d < e/f ?

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Motivos para la generosidad

Cuanto más generoso seas, por Dios, serás más feliz.

Los que nos hemos dedicado a Dios, nada hemos perdido.

Me gustaría gritar al oído de tantas y de tantos: no es sacrificio entregar los hijos al servicio de Dios: es honor y alegría.

Produce lástima comprobar cómo algunos entienden la limosna: unas perras gordas o algo de ropa vieja. Parece que no han leído el Evangelio. No os andéis con reparos: ayudad a las gentes a formarse con la suficiente fe y fortaleza como para desprenderse generosamente, en vida, de lo que necesitan. -A los remolones, explicadles que es poco noble y poco elegante, también desde el punto de vista terreno, esperar al final, cuando por fuerza ya no pueden llevarse nada consigo.

Más pensamientos de San Josemaría.

No te dejes desanimar por lo que a veces sucede en la Iglesia

No pierdas amor e impulso para servir a la Iglesia, ni siquiera cuando ves con preocupación, como yo lo veo, que hay tantas brechas, ruinas y suciedad, no sólo que viene de fuera sino que existe y avanza también adentro.

Nuestra Iglesia ha conocido extremos de persecución, extremos de humillación, extremos de corrupción. Las oraciones generosas, el valor de los mártires y el testimonio de los santos han abierto siempre nuevos y más gloriosos capítulos.

Hemos superado tiempos en que los obispos arrianos eran mayoría.

Hemos superado tiempos en que los poderes reinantes se dedicaron a exterminar a todos los ministros ordenados–y en algunas regiones lo consiguieron.

Hemos superado tiempos en que hubo dos Papas, y hasta tres Papas.

Hemos superado errores doctrinales graves de Papas como Juan XXII, en el siglo XIV; el cual, sin embargo, después se enmendó, sin que por otra parte su enseñanza NUNCA tuviera las condiciones para ser considerada como ex cathedra y por consiguiente infalible.

Hemos superado oleadas de teólogos herejes, como pasó a fines del siglo XIX.

Hemos superado riadas de monjas fuera de la fe, como sucedió cuando la expansión de la doctrina de Arrio.

Hemos superado excomuniones mutuas entre obispos, patriarcas y Papas.

Hemos superado todo porque nos ha superado Cristo, que está por encima de todos, a quien sea la gloria por los siglos.

Amén.

Ventajas que poco se cuentan sobre la educación diferenciada

“Linda Sax comenzó cuestionándose la brecha universitaria entre hombres y mujeres en EE.UU. y la menor inclinación entre estas últimas por las carreras de Ciencias, Tecnología, Ingenierías y Matématicas (, según el acrónimo en inglés). Su curiosidad le llevó a investigar el proceso en el nivel previo al universitario tanto en centros mixtos como de educación diferenciada, estos últimos con un importante crecimiento en los Estados Unidos desde finales de los 90, primero en el sector privado y, más recientemente, en el público. En su análisis advierte cómo las chicas de los colegios diferenciados tienden a escoger carreras relacionadas con las Ingenierías «tres veces más que las que proceden de centros mixtos». En este sentido, la investigadora valora factores como el mayor «compromiso académico» que favorece la enseñanza diferenciada entre las alumnas, que entran en la universidad con mejores notas y sienten «mayor confianza» en sí mismas y en sus habilidades para el estudio de dichas materias, de predominio tradicionalmente masculino…”

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La tarea de cultivar y custodiar la tierra

255 El Antiguo Testamento presenta a Dios como Creador omnipotente (cf. Gn 2,2; Jb 38-41; Sal 104; Sal 147), que plasma al hombre a su imagen y lo invita a trabajar la tierra (cf. Gn 2,5-6), y a custodiar el jardín del Edén en donde lo ha puesto (cf. Gn 2,15). Dios confía a la primera pareja humana la tarea de someter la tierra y de dominar todo ser viviente (cf. Gn 1,28). El dominio del hombre sobre los demás seres vivos, sin embargo, no debe ser despótico e irracional; al contrario, él debe « cultivar y custodiar » (cf. Gn 2,15) los bienes creados por Dios: bienes que el hombre no ha creado sino que ha recibido como un don precioso, confiado a su responsabilidad por el Creador. Cultivar la tierra significa no abandonarla a sí misma; dominarla es tener cuidado de ella, así como un rey sabio cuida de su pueblo y un pastor de su grey.

En el designio del Creador, las realidades creadas, buenas en sí mismas, existen en función del hombre. El asombro ante el misterio de la grandeza del hombre hace exclamar al salmista: « ¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, el hijo de Adán, para que de él te cuides? Apenas inferior a un dios le hiciste, coronándole de gloria y de esplendor; le hiciste señor de las obras de tus manos, todo fue puesto por ti bajo sus pies » (Sal 8,5-7).

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