[Reflexión durante una peregrinación a Lisieux, con algunos amigos hispanohablantes y de lengua francesa. Junio de 2014.]
* Los santos no son solamente episodios de la gracia: son respuestas de Dios a momentos específicos de la vida de la Iglesia y la sociedad. Esto se cumple muy visiblemente en la historia de Santa Teresa del Niño Jesús.
* El positivismo reinante en el siglo XIX desprecia la fe y quiere entronizar la razón escéptica, crítica e individualista como única fuente de certeza. Frente a esa arrogancia, la humildad de Teresa y su capacidad de confiar en Dios como Padre es una sonrisa y es una respuesta.
* El camino de Teresa trae sugerencias específicas a nuestra vida:
1. No des a Dios por ya conocido.
2. Descubre tus motivaciones y no te tomes excesivamente en serio.
3. Avanza hasta llegar al agradecimiento y la confianza.