[Predicación en el V Congreso de la Renovación Carismática Católica en La Paz, Bolivia, en Septiembre de 2012.]
* La Ley de Moisés es regalo de Dios para su pueblo elegido, y como tal trae grandes bienes: (1) Despierta la conciencia; (2) Revela el sentido profundo de la vida humana en la dirección del amor a Dios; (3) Da criterios útiles de formación de niños y jóvenes; (4) Provee de un código social sano.
* Pero la Ley tiene también sus graves limitaciones: no provee la fuerza ni el gusto para buscar el bien, sobre todo si se trata del bien arduo. Y además, instala en nuestra cabeza y corazón la “Lógica de la Transacción” que hace que uno sólo busque el bien de los que le son agradables o útiles.
* La “Nueva Ley,” que es el Espíritu, supera esas limitaciones porque llega a nosotros y desde dentro instaura el reinado y señoría de Dios.