La Cruz de Cristo presentada a los jovenes

[Predicación para un Encuentro de la Pastoral Juvenil de la Arquidiócesis de Bogotá, en Agosto de 2012.]

* El aspecto y la realidad espantosa de la Cruz causan entendibles sentimientos de rechazo y distancia.

* Y sin embargo, muchos de los que rechazan la Cruz llevan una vida que abunda en dolor y miseria moral, es decir, están “crucificados.” Este solo dato nos invita a mirar a la Cruz y ahondar en su misterio.

* La cruz es evidentemente un instrumento de tortura pero, si se examina mejor, es ante todo un método de control a través del miedo. De lo que se trata, con la cruz, es de intimidar a grandes e la población para alejarlos de toda posibilidad de rebeldía frente a un sistema; en el caso de los romanos, frente al sistema esclavista.

* Y es aquí donde aparece la originalidad de lo sucedido con Cristo. El Nazareno “se sale del libreto.” No amenaza; no jura venganza; no blasfema. Ora, bendice y perdona. Cristo es el verdadero rebelde: aquel que vence el mal de los demás sin volverse malo él mismo.

* Y en ese sentido Cristo es el gran modelo, el auténtico modelo para los jóvenes: aquella edad en que la independencia es elemento esencial de la construcción de la propia personalidad es el mejor tiempo para encontrar a uno que es libre de los condicionamientos perversos con que el mundo quiere incluirnos en sus rebaños de idolatría y vicio.

Actitud correcta al hacer el examen de conciencia

Examen. -Labor diaria. -Contabilidad que no descuida nunca quien lleva un negocio. ¿Y hay negocio que valga más que el negocio de la vida eterna?

A la hora del examen ve prevenido contra el demonio mudo.

Una mirada al pasado. Y… ¿lamentarte? No: que es estéril. -Aprender: que es fecundo.

Pide luces. -Insiste: hasta dar con la raíz para aplicarle esa arma de combate que es el examen particular.

“Lo que debo a Dios, por cristiano: mi falta de correspondencia, ante esa deuda, me ha hecho llorar de dolor: de dolor de Amor. ‘Mea culpa!'” -Bueno es que vayas reconociendo tus deudas: pero no olvides cómo se pagan: con lágrimas… y con obras.

En días de retiro tu examen debe tener más hondura y más extensión que el tiempo habitual nocturno. -Si no, pierdes una gran ocasión de rectificar.

Acaba siempre tu examen con un acto de Amor -dolor de Amor-: por ti, por todos los pecados de los hombres… -Y considera el cuidado paternal de Dios, que te quitó los obstáculos para que no tropezases.

Más pensamientos de San Josemaría.

Conoce al filosofo Xavier Zubiri

“La Fundación Xavier Zubiri es una institución cultural privada creada en el año 1989. Custodia el legado intelectual del filósofo español por excelencia, Xavier Zubiri. A efectos prácticos funciona como un instituto independiente de investigación y docencia con amplia conexión y difusión con el mundo universitario español e internacional…”

Zubiri

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Teorias y Modelos del Yo, 1 de 2

Escuela de Vida Interior, Tema 18: Teorías y modelos del YO.

Para distinguir entre el falso y el verdadero conocimiento de sí mismo conviene hacer un recorrido por la historia, la filosofía y la psicología, aunque sea brevemente.

En Egipto se da un modelo “panal.” Así como entre las abejas todo gira en torno a la abeja reina, y el sentido de la vida de las abejas obreras es sólo la reina, así también en Egipto sólo importa la vida y la muerte del faraón. Es tanta la distancia que le separa de los demás mortales que ni siquiera puede emparentar con los que no sean de su familia: el incesto es una obligación en el antiguo Egipto.

En Grecia y Roma el panorama es distinto, pero sólo parcialmente. No es un individuo sino una clase social la que tiene todos los derechos. Son los “ciudadanos.” El resto son esclavos y su vida sólo tiene significado al servicio y atención de los ciudadanos, que son una minoría. El trato a los esclavos cambia de lugar a lugar pero lo que no cambia es que el YO del libre no se puede comparar con el YO del esclavo.

En la India se da un sistema de castas. El Yo de los sacerdotes, casta de los brahamanes, es fundamental y central. De ahí se desciende según los oficios y los orígenes de las diversas personas en la sociedad, como por una escalera, hasta llegar a los parias, que no interesan ni existen. El YO paria es sólo un estorbo; una basura.

Siddhartha Gautama, educado en el hinduísmo, tiene en su juventud lo que considera una gran iluminación: el sufrimiento nace del deseo; el deseo brota de la ficción o mentira permanente de la permanencia del YO. El “buda,” el iluminado, viene entonces a declarar la guerra al YO, una guerra que se supone que se gana a través de una cierta disciplina, mucha meditación y momentos privilegiados de iluminación. Por supuesto, la muerte del YO es también la muerte del TÚ. Si el budista quiere ser consecuente, sabe que no puede asir nada ni querer ser asido por nada, y esto excluye una propia vida social y familiar.

En el mundo shinto, que ha tenido tan amplia influencia en la cultura japonesa, lo que interesan son aquellas experiencias inesperadas de armonía, revelación y trascendencia que pueden estar ligadas a lugares incluso muy sencillos. El YO tampoco interesa y más bien estorba;si acaso sirve a manera de ofrenda anónima que ayuda a construir una armonía superior. Esto pareciera estar a la base del potente sentido de pertenencia que muchos empleados tienen con respecto a sus empresas, así como su lealtad al gobierno o al emperador.

Uno que en cambio ve la afirmación del YO como paso necesario para llegar a ser plenamente humano es Friedrich Nietzsche. Es ridículo y vergonzoso constreñir al YO dentro de los moldes de un “deber ser.” Sólo la corriente vital que no reconoce superior; sólo aquellos que tienen moral de “señores” y no de “esclavos” son capaces de una vida dionisíaca, plena, feliz, que no pide permisos ni se excusa ante nadie. Este YO gigantesco no puede tener peor enemigo que Dios, porque según Nietzsche la idea misma de Dios implica la afirmación de un orden debido, y eso coarta la explosión y el fluir mismo de la vida.

Para Sigmund Freud el YO es una entidad compleja que va más allá de lo que uno cree que conoce y piensa que desea. Además del YO visible hay un YO subconsciente que contiene multitud de tensiones no resueltas y de represiones de impulsos profundos que uno ha tenido, sobre todo en razón de los conflictos a que lleva el impulso sexual (libido). Además, todos hemos introyectado voces de maestros, papás y autoridades que conforman un “super-yo” que sigue adoctrinándonos e imponiéndose sobre las decisiones del YO y los requerimientos del inconsciente y del subconsciente.

La postura de Freud ha sido criticada desde varios ángulos: su “pansexualismo” no llegó a convencer del todo ni siquiera a sus más cercanos discípulos. Además, sus métodos para acceder al inconsciente, por ejemplo a través de la interpretación de sueños, han sido duramente criticados como faltos de rigor científico.

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Este tema pertenece al Capítulo 02 de la Escuela de Vida Interior; la serie completa de los diez temas de este Capítulo 02 está aquí:

is.gd/vida_interior_02

La serie de TODOS los temas de esta Escuela de Vida Interior está aquí:

is.gd/vidainterior

Esto da tristeza, las cadenas de correos electronicos

Una señora, supuestamente muy católica, me ha enviado hace poco este correo electrónico:

POR SI ACASO….Los ángeles se han enterado de que estas luchando contra algo y dicen que ya ha pasado y recibirás una bendicion. Si crees en los ángeles envia este mensaje, no lo ignores por favor, estas avisada. Esta noche se arreglaran dos asuntos de tu vida para tu alivio. Deja todo lo que estas haciendo y reenvía el mensaje. Mañana sera el día mejor en absoluto. Envía este mensaje a 10 amigos (incluyéndome a mi) si no vuelve supongo que no soy parte de ellos. En cuanto recibas 5 mensajes, alguien que te quiere te hará un sorpresa silenciosa

Es decir: un caso más de las detestables “cadenas.” Se me ocurre ofrecer estas reflexiones:

  1. ¡Qué largas son esas cadenas! Llegan sin permiso a millones y millones de personas. Se propagan a impulsos de dos alas muy propias en el corazón humano: el anhelo de recibir buenas noticias, y el temor de ser castigado. El deseo de recibir algo gratis, una sorpresa, una sonrisa inmerecida, un regalo… ¡cuánto poder tiene en el corazón humano! ¿Pero no es eso lo que hemos recibido de Dios Padre en la Persona adorable de su Hijo Jesucristo, puesto que el Padre que nos ha dado a su Hijo “cómo no nos dará con él todas las cosas” (Romanos 8,32)? Y el temor de una reprimenda, de un error irreparable, de un desengaño final, ¿no es de lo que hemos sido librados en Cristo, y por eso se lee: “No pesa ya condenación alguna contra aquellos que están en Cristo Jesús” (Romanos 8,1)?
  2. ¡Qué pesadas son esas cadenas! Bajo su peso cruje la fe verdadera. La manipulación de sentimientos y expectativas, ¿se puede hacer impunemente? El tomar a los Santos Ángeles  como si fueran piezas de un juego arbitrario que trae o quita la suerte, ¿no es un irrespeto del que nos advierte severamente la Carta de San Judas? El deber de hacer algo, típicamente reenviar y reenviar mensajes, no es pasatiempo absurdo que convierte el destino humano en un caprichoso azar o en una muda ruleta? ¿Y dónde queda el Dios providente, que sabe todo de nosotros (véase Lucas 12,7), si la supuesta suerte de uno depende de revelaciones falsas y de uso abusivo e irrespetuoso del lenguaje de la fe?
  3. ¡Qué frágiles son esas cadenas! No tienen más poder que tu decisión de transmitirlas, y hacerlas así fuertes, o dejarlas morir, y así romperlas. Démonos cuenta de la espantosa fragilidad de las cadenas cuando comprobamos que muchas empiezan con términos como el que he transcrito hoy:  “Por si acaso…” La pobre señora, pobre en la fe, por lo menos, ni siquiera está segura de que eso es verdad. Pero su mundo es el mundo del temor, de la incertidumbre, y por eso prefiere encender una veladora a la superstición, que es como encendérsela al demonio.

Estimada amiga: sea libre en Jesucristo. Adore, como hace nuestra Santa Iglesia Católica, el beneplácito divino, el plan bendito de nuestra salvación, que se hace presente de modo infinitamente intenso en los sacramentos, y sobre todo, en la Eucaristía. Cristo rompe las cadenas.

Colaboración de todos en la vida publica

75. Es perfectamente conforme con la naturaleza humana que se constituyan estructuras político-jurídicas que ofrezcan a todos los ciudadanos, sin discriminación alguna y con perfección creciente, posibilidades efectivas de tomar parte libre y activamente en la fijación de los fundamentos jurídicos de la comunidad política, en el gobierno de la cosa pública, en la determinación de los campos de acción y de los límites de las diferentes instituciones y en la elección de los gobernantes. Recuerden, por tanto, todos los ciudadanos el derecho y al mismo tiempo el deber que tienen de votar con libertad para promover el bien común. La Iglesia alaba y estima la labor de quienes, al servicio del hombre, se consagran al bien de la cosa pública y aceptan las cargas de este oficio.

Para que la cooperación ciudadana responsable pueda lograr resultados felices en el curso diario de la vida pública, es necesario un orden jurídico positivo que establezca la adecuada división de las funciones institucionales de la autoridad política, así como también la protección eficaz e independiente de los derechos. Reconózcanse, respétense y promuévanse los derechos de las personas, de las familias y de las asociaciones, así como su ejercicio, no menos que los deberes cívicos de cada uno. Entre estos últimos es necesario mencionar el deber de aportar a la vida pública el concurso material y personal requerido por el bien común. Cuiden los gobernantes de no entorpecer las asociaciones familiares, sociales o culturales, los cuerpos o las instituciones intermedias, y de no privarlos de su legítima y constructiva acción, que más bien deben promover con libertad y de manera ordenada. Los ciudadanos por su parte, individual o colectivamente, eviten atribuir a la autoridad política todo poder excesivo y no pidan al Estado de manera inoportuna ventajas o favores excesivos, con riesgo de disminuir la responsabilidad de las personas, de las familias y de las agrupaciones sociales.

A consecuencia de la complejidad de nuestra época, los poderes públicos se ven obligados a intervenir con más frecuencia en materia social, económica y cultural para crear condiciones más favorables, que ayuden con mayor eficacia a los ciudadanos y a los grupos en la búsqueda libre del bien completo del hombre. Según las diversas regiones y la evolución de los pueblos, pueden entenderse de diverso modo las relaciones entre la socialización y la autonomía y el desarrollo de la persona. Esto no obstante, allí donde por razones de bien común se restrinja temporalmente el ejercicio de los derechos, restablézcase la libertad cuanto antes una vez que hayan cambiado las circunstancias. De todos modos, es inhumano que la autoridad política caiga en formas totalitarias o en formas dictatoriales que lesionen los derechos de la persona o de los grupos sociales.

Cultiven los ciudadanos con magnanimidad y lealtad el amor a la patria, pero sin estrechez de espíritu, de suerte que miren siempre al mismo tiempo por el bien de toda la familia humana, unida por toda clase de vínculos entre las razas, pueblos y naciones.

Los cristianos todos deben tener conciencia de la vocación particular y propia que tienen en la comunidad política; en virtud de esta vocación están obligados a dar ejemplo de sentido de responsabilidad y de servicio al bien común, así demostrarán también con los hechos cómo pueden armonizarse la autoridad y la libertad, la iniciativa personal y la necesaria solidaridad del cuerpo social, las ventajas de la unidad combinada con la provechosa diversidad. El cristiano debe reconocer la legítima pluralidad de opiniones temporales discrepantes y debe respetar a los ciudadanos que, aun agrupados, defienden lealmente su manera de ver. Los partidos políticos deben promover todo lo que a su juicio exige el bien común; nunca, sin embargo, está permitido anteponer intereses propios al bien común.

Hay que prestar gran atención a la educación cívica y política, que hoy día es particularmente necesaria para el pueblo, y, sobre todo para la juventud, a fin de que todos los ciudadanos puedan cumplir su misión en la vida de la comunidad política. Quienes son o pueden llegar a ser capaces de ejercer este arte tan difícil y tan noble que es la política, prepárense para ella y procuren ejercitarla con olvido del propio interés y de toda ganancia venal. Luchen con integridad moral y con prudencia contra la injusticia y la opresión, contra la intolerancia y el absolutismo de un solo hombre o de un solo partido político; conságrense con sinceridad y rectitud, más aún, con caridad y fortaleza política, al servicio de todos.

[Constitución Gaudium et Spes, del Concilio Vaticano II, n. 75]

El desastre de la Sola Scriptura

“El Catolicismo y el Protestantismo difieren fundamentalmente en la relación entre la Escritura y la Tradición: La Biblia en una mano, y las doctrinas históricas y los dogmas en la otra. El Protestantismo tiende a ver una cierta dicotomía, o línea divisoria, entre la Palabra de Dios en la Biblia y la Tradición de la Iglesia Católica…”

Sola Scriptura

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