III-I. Discernimiento y busqueda incesantes

142. No apaguéis el espíritu, no despreciéis la profecía, examinadlo todo y retened lo bueno; evitad toda especie de mal. (1 Ts 5,18-22)

143. Buscarás al Señor, tu Dios, y lo encontrarás si lo buscas con todo el corazón y con toda el alma. (Dt 4,29)

144. Entrad por la puerta estrecha; porque es ancha la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición y son muchos los que entran por ella. ¡Qué estrecha es la puerta, y qué angosto el camino que lleva a la vida, y son pocos los que dan con ella! (Mt 7,13-14)

145. Feliz el hombre que se ejercita en la sabiduría. (Sir 14,20)

146. ¡Qué grande el que ha encontrado sabiduría! Mas no aventaja a quien teme al Señor. El temor del Señor vale más que todo. Nadie puede compararse a quien lo posee. (Sir 25,10-11)