132. Mi vida es Cristo y morir es ganancia. (Flp 1,21)
133. El es anterior a todo y todo tiene en él su consistencia. El es la cabeza del cuerpo, de la Iglesia. Es el principio, el primogénito de los muertos, para ser el primero de todos. (Col 1,17-18)
134. Por él, antes de la creación del mundo, nos eligió para que por el amor fuéramos santos e irreprochables en su presencia. Por Jesucristo, según el designio de su voluntad, nos predestinó a ser sus hijos adoptivos. (Ef 1,4-5)
135. Somos hechura suya, creados por medio de Cristo Jesús para realizar las buenas acciones que Dios nos había asignado como tarea. (Ef 2,10)
136. El les replicó: Madre mía y hermanos míos son los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen. (Lc 8,21)