El “kerigma,” la proclamación fundamental de nuestra fe en Cristo, es único pero a la vez, se adapta a las realidades y necesidades de cada tiempo. Tema 2 de 3: Que sea Dios quien te justifique. Un recorrido por el tema, tan querido a san Pablo, el de la justificación, nos ayuda a la vez a esclarecer textos bíblicos y esclarecer nuestro corazón, que a menudo ama tanto las excusas.
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