Una cosa es noticia porque es excepción, es decir, porque se sale de lo obvio. La entrada ruidosa de los primeros automóviles a un pueblo es una gran noticia; pero ya no lo es cuando en una ciudad se producen decenas o centenares de nuevos autos por día.
Algo así sucedió con el teléfono, los computadores, el lanzamiento de satélites y mil cosas más.
También con los conceptos y las teorías. Neoliberalismo, “corralito” o globalización son ejemplos de expresiones que en algún momento tuvieron el tono de lo académico y lo especializado pero que poco a poco han llegado al gran público y forman parte del lenguaje de lo obvio (que no necesariamente es entendido correctamente).
Es decir: a medida que la globalización sea más y más real será menos y menos “tema.” Con lo cual correremos el riesgo de dejar de prestarle atención. ¿Cómo haremos para no deslumbrarnos pero siempre maravillarnos? ¿Cuál será el secreto para no dejar de atender lo grande y lejano que se aproxima, sin olvidarnos de lo pequeño y natural que ya llegó?