Hay un entuerto muy frecuente al referirse a algunas enseñanzas de la Iglesia Católica, trátese de fe o de moral. En palabras sencillas la idea es: “el mundo hoy va por otro lado.” La consecuencia que se saca implícita o explícitamente es: “A menos que la Iglesia se adapte a lo que hoy es aceptado y aceptable, pasará a ser irrelevante o sencillamente desaparecerá.”
A esto no es difícil responder. ¿Se puede decidir sobre lo verdadero o lo mejor sobre criterio de mayorías? ¿Obró así Cristo, sometiendo, por ejemplo a votación si había que ir a la Cruz? La iglesia no es una democracia. ¿Qué es entonces? Esa es otra pregunta. Aquí vamos desfaciendo entuerto por entuerto.