La reproduccion de estos textos y archivos de audio, para uso privado o publico, esta permitida, aunque solamente sin fines de lucro y citando la fuente: http://fraynelson.com/homilias.html.
Sobre las fechas y horas de publicación de estas oraciones mira aquí
Ten presente en tus intenciones de este día:
Haz click en los nombres para ver más información:
San Justino nació en Flavia Neápolis. Fue el primer apologeta cristiano, laico. Como buscador incansable de la verdad, profundizó principalmente en el sistema de los estoicos, los pitagóricos y Platón.
Tuvo un encuentro que le motivó a estudiar "una filosofía más noble" que las que él conocía. Así, comenzó a profundizar en las Sagradas Escrituras y a informarse sobre el cristianismo.
San Justino tenía 30 años cuando se convirtió al cristianismo. Recorrió varios países discutiendo con los paganos, los herejes y los judíos sobre la fe.
Los escritos de Justino, Mártir, que han llegado completos hasta nosotros, son las dos Apologías y el Diálogo con Trifón.
En la primera Apología, San Justino protesta contra la condenación de los cristianos por razón de su religión o de falsas acusaciones.
En ella fundamenta, que es injusto acusarlos de ateísmo y de inmoralidad, ya que son ciudadanos pacíficos, cuya lealtad al emperador se basa en sus mismos principios religiosos.
La segunda Apología es un apéndice de la primera. En su tercer libro, el Mártir hace una defensa del cristianismo en contraste con el judaísmo, bajo la forma de diálogo con un judío llamado Trifón.
San Justino se negó a la orden dada por Crescencio de ofrecer sacrificios a los ídolos, y confesando valientemente a Cristo, fue condenado por el juez a morir decapitado.
Rivas, Nicaragua - Darle gracias a Dios por un aniversario mas del ministerio de enfermos y que nos siga dando fortaleza para seguir adelante y que ilumine siempre a nuestra coordinadora hermana Petrona Tapia
Tocancipá, Colombia (1991) - Llevo 17 años casada y la verdad, a pesar de las dificultades y las duras pruebas, cuando hay verdadero amor, todo se supera. Aún más, cuando dejas entrar a tu hogar, la presencia de Dios, El irradia y bendice y la carga se hace ligera. Hay un compromiso muy lindo, y es que pese a las dificultades, hicimos un compromiso con Dios, de estar en las buenas y en las malas, hasta la muerte.
En 2009: Mi vida, Dios siga conservando nuestro amor cada día con más entrega y tendiendo siempre a Jesús y María en nuestro hogar.
Te Amo mucho. Bendiciones. Jan
Cayey, Puerto Rico - En este glorioso día, por fe de mis padres, recibí al Espíritu Santo mediante el bautismo. Desde ahora es la fecha mas importante de mi vida, luego viene la fecha de mi aniversario de bodas, en este día, Dios me hizo el regalo mas grande y bello: Mi Esposa.
Bogotá, Colombia (1995) - Mi Pacho adorado: En mis oraciones pido al Altísimo, para que hagas parte de sus milicias celestiales. Por siempre estarás en mi corazón. Hilda
Voy a recordar las obras de Dios y a contar lo que he visto: por la palabra de Dios son creadas y de su voluntad reciben su tarea. El sol sale mostrándose a todos, la gloria del Señor se refleja en todas sus obras. Aun los santos de Dios no bastaron para contar las maravillas del Señor. Dios fortaleció sus ejércitos, para que estén firmes en presencia de su gloria. Sondea el abismo y el corazón, penetra todas sus tramas, declara el pasado y el futuro y revela los misterios escondidos. No se le oculta ningún pensamiento ni se le escapa palabra alguna. Ha establecido el poder de su sabiduría; es el único desde la eternidad; no puede crecer ni menguar ni le hace falta un maestro. ¡Qué amables son todas sus obras!; y eso que no vemos más que una chispa. Todas viven y duran eternamente y obedecen en todas sus funciones. Todas difieren unas de otras, y no ha hecho ninguna inútil. Una excede a otra en belleza: ¿quién se saciará de contemplar su hermosura?
Dad gracias al Señor con la cítara, / tocad en su honor el arpa de diez cuerdas; / cantadle un cántico nuevo, / acompañando los vítores con bordones. R.
Que la palabra del Señor es sincera, / y todas sus acciones son leales; / él ama la justicia y el derecho, / y su misericordia llena la tierra. R.
La palabra del Señor hizo el cielo; / el aliento de su boca, sus ejércitos; / encierra en un odre las aguas marinas, / mete en un depósito el océano. R.
Tema al Señor la tierra entera, / tiemblen ante él los habitantes del orbe: / porque él lo dijo, y existió, / él lo mandó, y surgió. R.
En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar: "Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí." Muchos lo regañaban para que se callara. Pero él gritaba más: "Hijo de David, ten compasión de mí." Jesús se detuvo y dijo: "Llamadlo." Llamaron al ciego, diciéndole: "Ánimo, levántate, que te llama." Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús. Jesús le dijo: "¿Qué quieres que haga por ti?" El ciego le contestó: "Maestro, que pueda ver." Jesús le dijo: "Anda, tu fe te ha curado." Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.
La sabiduría llega con el estudio. Mas no debemos dejar de lado el gran libro de la creación, escrito para provecho de todos. Por eso necesitamos ser curados de nuestra ceguera para ver el paso de Dios, en la naturaleza y en nuestra vida. 3 min. 58 seg.
Ver, contemplar, abrirse a la belleza de Dios en la naturaleza y en nuestra historia son necesidades que el mismo Dios inscribió en nuestras almas al crearnos. 11 min. 43 seg.
Mordazas eficaces que utiliza el mundo para callarte: dejarte solo sometiéndote a presión psicológica, la falsa prudencia para acomodarte a lo que digan todos y el falso argumento de que estás creando división. 5 min. 53 seg.
Haz una donación
para que esta obra continúe, y llegue a más personas! ¡La gloria sea para Dios!
1.1 Con estas palabras empieza la primera lectura de hoy. Es interesante observar que estamos ya en el capítulo 42 del libro Eclesiástico y es bello notar cómo ellas marcan como una nueva etapa, a esas alturas de uno de los libros más voluminosos de la Biblia. En los anteriores capítulos hay centeraes de reflexiones sobre la vida humana, las virtudes y los vicios, el amor y el valor, la amistad y los negocios. Después de todo ello, como en un nuevo comienzo, aparecen las palabras que hemos oído: ahora voy a recordar las obras del Señor.
1.2 Y las obras que este sabio autor recuerda van en dos grandes grupos: la naturaleza y la historia. Las de hoy corresponden al primer grupo; la primera lectura de la misa de mañana se referirá al segundo grupo.
1.3 ¿Qué pondera de la creación este hombre sabio? Ante todo, que es de Dios y le pertenece; luego, que es manifestación de su gloria; en tercer lugar, que Dios penetra los secretos y honduras que escapan a toda inteligencia creada; finalmente, que las cosas creadas se complementan unas a otras, de modo que la explicación de algo siempre nos remite a la existencia y obrar de algo más. Ese balance maravilloso, ese refluir de vida y de significado entre todas las cosas, causa una íntima alegría que no es otra sino la percepción de la belleza en su fuente.
2. "Jesús, ten compasión de mí"
2.1 El evangelio de hoy nos ayuda a tomar la actitud de corazón que nos ayudará a renovar al amor languidecido. Necesitamos de Cristo para amar a Cristo; necesitamos de Cristo para servir a Cristo; necesitamos de Cristo para alabar a Cristo. Y esa necesidad de la que el mismo Cristo nos hace conscientes tiene que volverse súplica, clamor, insistente oración, como la de aquel ciego: "Jesús, ¡ten compasión de mí!".
2.2 Podemos apelar a la justicia de Cristo cuando nos sentimos buenos y a la sabiduría de Cristo cuando nos sentimos sagaces; pero, ¿a qué apelaremos cuando nos sentimos pobres, desvalidos, endeudados? Sólo a la misericordia de nuestro Salvador.
2.3 Tal es precisamente la mejor actitud para recibir la comunión. ¿Quién presumirá de su inteligencia ante el misterio del altar, que desborda a toda inteligencia? ¿Quién alardeará de pureza o virtud delante de la santidad misma? Lo único nuestro que puede acercarnos al corazón de Dios es la humilde confianza con la que dejamos sus manos libres para amarnos, restaurarnos y bendecirnos.
Hermanos: No me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el Evangelio, y eso, no con sabiduría de palabras, para no hacer ineficaz la cruz de Cristo. En efecto, la predicación de la cruz es una locura para los que van por el camino de la perdición; en cambio, para los que van por el camino de la salvación, para nosotros, es fuerza de Dios. Por eso dice la Escritura: Anularé la sabiduría de los sabios e inutilizaré la inteligencia de los inteligentes.
¿Acaso hay entre ustedes algún sabio, algún erudito, algún filósofo? ¿Acaso no ha demostrado Dios que tiene por locura la sabiduría de este mundo? En efecto, puesto que mediante su propia sabiduría, el mundo no reconoció a Dios en las obras de su divina sabiduría, quiso Dios salvar a los creyentes mediante la predicación de la locura del Evangelio.
Por su parte, los judíos exigen señales milagrosas y los paganos piden sabiduría. Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, que es escándalo para los judíos y locura para los paganos; en cambio, para los llamados, sean judíos o paganos, Cristo es la fuerza y la sabiduría de Dios. Porque la locura de Dios es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fuerza de los hombres.
Quiso Dios salvar a los creyentes mediante la predicación de la locura del Evangelio (Corintios 1,17-25)
Salmo
Sé para mí una roca protectora, un baluarte donde me encuentre a salvo, porque tú eres mi Roca y mi baluarte: por tu Nombre, guíame y condúceme. R.
Yo pongo mi vida en tus manos: tú me rescatarás, Señor, Dios fiel. Confío en el Señor. ¡Tu amor será mi gozo y mi alegría! R.
Líbrame del poder de mis enemigos y de aquellos que me persiguen. Que brille tu rostro sobre tu servidor, sálvame por tu misericordia. R.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
«Ustedes son la sal de la tierra. Si la sal se vuelve insípida, ¿con qué se le devolverá el sabor? Ya no sirve para nada y se tira a la calle para que la pise la gente.
Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad construida en lo alto de un monte; y cuando se enciende una vela, no se esconde debajo de una olla, sino que se pone sobre un candelero, para que alumbre a todos los de la casa.
Que de igual manera brille la luz de ustedes ante los hombres, para que viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre que está en los cielos.
No crean que he venido a abolir la ley o los profetas; no he venido a abolirlos, sino a darles plenitud. Yo les aseguro que antes se acabarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse hasta la más pequeña letra o coma de la ley.
Por lo tanto, el que quebrante uno de estos preceptos menores y enseñe eso a los hombres, será el menor en el Reino de los cielos; pero el que los cumpla y los enseñe, será grande en el Reino de los cielos».
Pidamos la intercesión de San Justino para que seamos mejores discípulos de Jesucristo, respondiendo a la persecución actual con mansedumbre, modestia y pureza de intención. 5 min. 19 seg.
Claras enseñanzas del martirio de San Justino: (1) La vida no puede agotarse en hojas; hay que dar fruto. (2) Las corrientes filosóficas de aquella época tienen paralelo con maneras de pensar actuales. Y San Justino supo "preguntar hasta el final" y así llegó a Cristo. (3) Fue generoso al enseñar pero sobre todo generoso en entregar su vida como lección final. 41 min. 0 seg.
Necesitamos ser como San Justino, capaces de estudiar y llegar hasta el fondo de las cuestiones para darnos cuenta que no es razonable descartar a Dios. 5 min. 40 seg.
Pidamos al Señor que como San Justino el conocimiento nos lleve a Jesús, que al recorrer cualquier área del conocimiento nos encontremos con Nuestro Señor. 6 min. 50 seg.
Al pensar y preguntarse qué es lo que había en Jesús, qué vivió, qué hizo y por qué lo hizo y además poder dejar los prejuicios llegarás como San Justino a encontrar que la Verdad no es una teoría sino una Persona, Nuestro Señor Jesucristo. 5 min. 26 seg.
Haz una donación
para que esta obra continúe, y llegue a más personas! ¡La gloria sea para Dios!
1.1 Uno de los rasgos más fascinantes de san Justino es su amor por la filosofía. Con bastante ligereza suele creerse que la fe y la razón viven en conflicto. Según ese prejuicio, cuanto más racional es una persona menos creyente debe ser. Justino muestra que este no es el caso.
1.2 La definición original de filosofía como "amor a la sabiduría" a pocas personas viene tan bien como a Justino. El amor precede a la posesión. Amar la verdad es declararse peregrino. Eso hizo Justino, y su peregrinación lo llevó finalmente hacia Cristo.
2. Laico
2.1 Justino no fue monje ni sacerdote. Su vida no transcurrió en la serenidad del monasterio ni en la austeridad del desierto. Hombre estudio, viajero por motivo de su propia búsqueda, conoció las realidades de este mundo. Firmemente anclado en lo visible entendió el valor de lo invisible. En él se hizo verdad la súplica de Cristo al Padre Dios: "No te pido que los saques del mundo sino que los preserves del mal." (Juan 17,15).
2.2 El testimonio de Justino muestra otra cosa también: la santidad de Cristo no cabe entera en ninguna vocación particular. Así como necesitamos del silencio del monje en su desierto necesitamos del grito de denuncia del profeta en nuestras plazas, y necesitamos el discurso sereno, profundo y sabio del maestro en nuestras aulas.
3. Mártir
3.1 Sabemos que la palabra "mártir" significa "testigo." Un mártir está escribiendo con su propia sangre una página del Evangelio vivo, que es siempre el Evangelio vivido.
3.2 Puede resultar sencillo, o grato como especie de pasatiempo, jugar en la mente con conceptos que hablan del mundo o de Dios. Justino fue más allá. No tenía sólo palabras sino la Palabra con P mayúscula. Por eso pudo llegar hasta el martirio: porque entendió que la lección más profunda que se puede dar en la vida es la manera de dar la vida, y ello implica morir.