Ha terminado el XXV Encuentro del Nuevo Pentecostés en La Mansión: tiempo inolvidable de gracia, fraternidad y bendición. ¡Gracias, Bolivia!


Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.
Ha terminado el XXV Encuentro del Nuevo Pentecostés en La Mansión: tiempo inolvidable de gracia, fraternidad y bendición. ¡Gracias, Bolivia!

Seré breve, dado el cansancio, aunque las cosas van muy bien gracias a Dios. Aquí están las homilías del miércoles y del jueves:
De los gozos humanos que Dios me ha concedido en este viaje es el reencuentro con amistades muy queridas. ¡Qué bueno ver al P. José Luis, apenas un poquingo mayor de como lo dejé!; al P. Daniel, cofundador de La Mansión; al P. Rogelio, con su estilo único de guiar las asambleas; a Dalcy, Gladys, Leo, Bety y tantos otros colaboradores laicos que con una generosidad admirable se han entregado a servir la causa del Evangelio.
He querido poner a disposición de todos la hermosa canción que sirve de lema a este Encuentro en Santa Cruz: Hazme Mensajero de la Paz.
Para captar el estilo y sabor de un evento de esta naturaleza (Encuentro Católico del Nuevo Pentecostés en Santa Cruz, Bolivia) puede ayudar escuchar algunas voces. Los siguientes links corresponden a las homilías predicadas en Bolivia, desde el sábado 20 hasta el martes 23 de Noviembre. El formato es Real Audio (hay que tener instalada la versión Real Player 10, que se consigue gratuitamente aquí).
Claudia Siles, de El Deber, periódico de Santa Cruz, publicó una nota sobre el Encuentro Carismático en La Mansión.

VERSIÓN OFICIAL EN ESPAÑOL:
(English version below)
Esto sucedió durante un tiempo intenso de oración de liberación en “La Mansión” (Santa Cruz, Bolivia) el 21 de Noviembre de 2004. Fue posible escuchar que el enemigo, Satanás, decía: “¿Por qué quieren prohibir el aborto? Yo disfruto cada aborto.”
Santa Cruz tiene una larga y bien sustentada tradición de hospitalidad que yo puedo certificar ya por segunda vez.
El tema del Encuentro que me ha traído hasta aquí es “Mensajeros de Paz.” Se trata de las bodas de plata de estos Encuentros, que curiosamente nacieron el mismo año en que nació mi vocación sacerdotal, en 1980.
Sigo apoyado en la misericordia de Dios y ne las oraciones de todos.
El dolor que ilumina se llama Cruz
y la Cruz que me salva: Jesús.
El mediodía es apenas un instante, aquel en que el sol está más alto en el cielo. Esta es, por lo menos, una manera de definirlo. No coincide con la realidad de cada punto del planeta porque en un país como Colombia hay una sola zona horaria, de modo que no se va a cumplir que el sol está exactamente en lo más alto y a la vez en todos los puntos de Este a Oeste que caen dentro de la misma zona.
Salgo hoy de Dublín, cruzando el Atlántico una vez más, y una vez más a predicar. Espero poder compartir después las noticias, pero desde ahora pido oraciones a todos.
Para No Retroceder
Obviamente, yo no postulo ningún retroceso en las ciencias bíblicas, ni me considero un biblista. Pero tampoco soy tonto ni creo que todos tengamos que plegarnos ante los títulos y elogios mutuos tan propios del mundo académico, que algo conozco.
Cómo se llega a una “forma”
Es hora de volver a la noción de forma porque hay algo inquietante en la manera como se quiere razonar en este tema. La pregunta es qué tanto en las “formas” es algo que descubrimos en los datos y qué tanto es algo que imponemos sobre los mismos datos.
¿Forma versus Fondo?
Hay un segundo punto en el análisis que hacemos del razonamiento de Lohfink: la drástica separación entre forma y fondo.
Lohfink ve el “fondo,” es decir, lo revelado, solamente en aquello a que apunta el autor sagrado, esto es, aquello que responde a su intención. A esa intención apunta la forma literaria, que es recurso usado por el mismo autor para conducirnos a su conclusión.
Según esto, lo que no haga relación al “fondo,” a la esencia del relato según la intención del autor, no tiene característica de contenido revelado sino de texto redaccional en función de la forma.
¿Sólo un “recurso literario”?
El razonamiento de Lohfink es que si María aparece preguntando: “¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?” (Lc 1,34), tal pregunta en primer lugar no es de María sino de Lucas, que es quien escribe el relato; y en segundo lugar, no es una pregunta que esté al servicio de informarnos sobre las decisiones privadas de María, o de ella y José, sino que está al servicio de un esquema preexistente que Lucas encuentra ya hecho y que sigue fielmente como un instrumento para contarnos lo que sí es esencial a sus ojos, a saber, quién es Jesucristo.
En el “esquema de vocación” tiene que haber una objeción, que viene de parte del ser humano; como el ser humano aquí es María, es ella la que pone esa objeción, es decir: es Lucas quien pone en labios de María tal objeción para que el esquema se cumpla, para que el guión sea obedecido.