El reverendo Ian Paisley, jefe del Partido Unionista Democrático (DUP, por su sigla en inglés) y Martin McGuinness, senador del partido republicano Sinn Fein, hasta hace poco enemigos irreconciliables, son ahora Primer Ministro y Vice Primer Ministro en el gobierno de Irlanda del Norte, con sede en Belfast. La gente habla de poco menos que un milagro.
Hay razones para expresarse así. La larga historia de conflictos de intereses y de mutua violencia cubre siglos de la historia de esta isla y se traduce en una cifra dolorosa: 3.500 muertos. Los buenos oficios de Tony Blair, de parte del Reino Unido, y Bertie Ahern, del lado de la República de Irlanda, con sede de gobierno en Dublín, han facilitado el proceso de desarme del Ejército Republicano Irlandés (Irish Republican Army, IRA), han ayudado a recuperar terreno común para el diálogo, y han podido celebrar juntos, esta semana, junto a Paisley y McGuinness, el histórico hito: un gobierno de poder compartido promete tiempos de paz y desarrollo para Irlanda del Norte.

62.1. El lenguaje es expresión de la vida. Te escucho decir “yo quisiera…,” y te pregunto: ¿Por qué no “quieres” simplemente? Los actos de la voluntad se hacen más perfectos cuanto más simples y directos. Espero que pronto comprendas la fuerza y belleza que tiene una voluntad llana y limpia, recta y nítida.
Las recientes elecciones presidenciales en Francia han despertado enorme interés en toda Europa. No sólo por el papel de liderazgo que Francia tiene en la Unión Europea sino porque lo que se decide en París termina afectando por vía de imitación o por efecto dominó al resto del continente, y más allá. No debemos olvidar que las revueltas de 1968, que sacudieron el mundo Occidental, tuvieron allí su epicentro, así como el proyecto, hoy moribundo, de una Constitución Europea tuvo ahí su estocada decisiva.