He pensado que en la vida todos tenemos momentos en que no nos sentimos escuchados por Dios. Hasta un cierto punto yo estoy viviendo uno de esos momentos o tiempos. Las situaciones afectivas y económicas de las personas que tengo más cerca, sobre todo de mi propia familia, son duras, punzantes y prolongadas.
Parecía una esperanza…
… y ya no lo es. Ni parece que lo vaya a ser.
La impresionante reunión del Foro Mundial Social en Porto Alegre (Brasil), en enero de 2003, ha sido quizá la manifestación articulada antiglobalización y antiliberalismo despiadado más grande que hayamos visto en tiempos recientes. En Europa es noticia nuevamente Porto Alegre, por la reunión del Foro Social Europeo, del 12 al 15 de noviembre de 2003 en París, Saint-Denis, Bobigny y Ivry. Conviene recordar que este Foro Europeo, en su segunda edición (la primera fue en Florencia, 2002), se considera la traducción a lo “local” de los logros y consensos de Porto Alegre, es decir, que esta reunión en Francia suscribe la Carta de Principios que fue redactada y aprobada en Brasil.
Para aquellos de nosotros, que, por sentido común, convicción humanista o fundada postura religiosa, vemos con desconfianza y rechazo la evolución homicida del liberalismo económico global, este genero de conciencia y de actividad social debería constituir una buena noticia; debería ser una esperanza, pero no lo es. Y esa es la tristeza que debo anunciar hoy, como se anuncia la muerte de un niño o el suicidio de un amigo joven.
De dolor y de alegría
Ayer fue un día con una extraña combinación de sentimientos.
Muchas cosas alentadoras, por un lado; una noticia triste por el otro. ¿Por dónde empezar?
Quizás por lo triste. Ha fallecido la mamá de uno de nuestros profesores más queridos, Jim Corkery, SJ. Jim me hablaba de su mamá no hace mucho y de cómo vivía él cada comunicación con ella: no en una exhuberancia de sentimientos, porque no es su estilo ni tal vez es el estilo de esta tierra y de su comunidad, pero sí en una conciencia muy bella de cuánto importaban las pequeñas cosas que una madre siempre tiene para contar y las pequeñas preguntas que ocupan la mente y el corazón de todas ellas.
Terrorismo y Democracia
En una primera impresión, no hay dos cosas más disímiles que la democracia y el terrorismo. La primera es, o se supone que es, la casa de la Razón; el segundo, en cambio, es, o se supone que es, el basurero del odio y la locura.
Sin embargo, hay algo terriblemente irónico, que no podemos excusarnos de reflexionar frente al avance global del terrorismo –porque el terrorismo, para no quedarse atrás, se ha globalizado.
Diferentes maneras de envejecer
He comentado ya en otras ocasiones sobre las edades de mis cohermanos en esta Comunidad de St. Saviour’s. Personalmente, siento una inmensa gratitud por todos mis hermanos, que, desde el prior, Ambrose, hasta el más reciente de los llegados, Steve, han tenido mil detalles de fraternidad y de acogida. Cada día aprendo de ellos.
El Camino de una Palabra
Hace algo más de cuarenta años, el Papa Juan XXIII echó a rodar una palabra que cobró inmensa importancia y que se convirtió en punto de referencia para la mayor parte de la vida de la Iglesia durante el Concilio Vaticano II y después de él. Estoy hablando, desde luego, del aggiornamento.
Hermosa experiencia en Milltown
Ayer sábado tuvimos un encuentro muy gratificante en Milltown, mi lugar de estudios.
Se trataba de un Seminario dirigido por el P. Henry Grant, S.J., sobre el proceso de realizacón y redacción de una tesis o disertación.
Aunque para ser francos, el título podría ser distinto, porque en realidad lo más importante estaba en el área de la motivación. La experiencia del P. Grant le ha convencido de que hay un número de obstáculos interiores que muchas veces pesan más que las dificultades exteriores, sean éstas de lengua, o de metodología como tal.
Éramos como unos 35-40, todos implicados en el proceso de licencias, especializaciones, maestrías o doctorados, y puedo decir que por fin pude ver una faceta un poco más acogedora de estos queridos irlandeses. Pienso que se debe a que el clima humano cambia cuando ya uno se reconoce como parte de un grupo que tiene un reto compartido, así se trate de algo que cada quien debe hacer por su lado.
Además, algo muy bonito fue que la Secretaria General, B. Flanagan, que es una religiosa, me pidió que dirigiera las palabras finales de agradecimiento al P. Henry. Desde luego lo hice con todo agrado, y fue satisfactorio ver que podía tomar en mí un poco lo que estábamos viviendo todos.
Estudiar –sería el mensaje que nos dejó este día– es algo que cada uno debe hacer, ciertamente, pero no algo que debe hacer separado de los esfuerzos, dificultades y esperanzas de los demás.
Bendito sea Dios.
¡Cuántos cambios!
Durante años he sido profesor; aquí soy un alumno.
Mucho tiempo he predicado a otros; aquí debo escuchar.
Me había acostumbrado a ser “centro”; aquí nadie me presta mayor atención: soy “periferia”.
Fui protagonista en muchas ocasiones; aquí soy sobre todo paisaje.
Antes me consultaban muchas personas; aquí nadie me pide una opinión.
Me iba haciendo a la idea de que era importante; aquí voy entendiendo que no hago mayor falta.
En otro tiempo, muchos esperaban lo que yo dijera; aquí muchos esperan que no estorbe.
Me acostumbré a hablar del Evangelio; mi única posibilidad aquí es ser Evangelio.
Gracias, Señor.
Qué hace la Iglesia Católica en Irlanda
Ayer hablaba de la temible amenaza del secularismo. Quiero comentar, en honor a la verdad, que la Iglesia Católica no se ha dormido en Irlanda.
Segunda Carta a Kejaritomene
Queridos Amigos de Kejaritomene,
El misterio del número dos
Esta es la segunda carta que les envío. La carta número �dos�. Y destaco ese número, porque he visto que tiene su importancia. No es lo mismo el día de la partida que el día siguiente, es decir, el día número DOS. Ni es lo mismo el primer mes que el segundo, y seguramente no serán lo mismo el primer año y el segundo.
Sucede que el PRIMER día, el de la partida, tú sientes todavía caliente el corazón por tantos abrazos; el SEGUNDO día, y el SEGUNDO mes, las cosas se vuelven distintas. Hay un punto en el que sientes que los que te despidieron de algún modo ya están LEJOS, mientras que los que te reciben todavía no están CERCA. Es un momento difícil. Entiendo, de acuerdo con los que me han hablado del caso, que se trata de la primera crisis: �ya no tienes lo que dejaste, pero todavía no tienes lo que te ha llegado�. Uno se siente un poco �en el aire�, como si no pudiera fácilmente �hacer pie�.
Un círculo que NO es vicioso
Hay grupos de palabras que se dicen tan a menudo que terminan por formar una especie de palabra más larga que cobra vida propia.
Es lo que sucede, por ejemplo, con “investigación exhaustiva”. Hemos llegado a un punto en que uno ya no puede imaginar una investigación que sea de veras investigación y no sea “exhaustiva”. Algo parecido sucede con “momento de coyuntura”, “pensamiento lateral”, “medidas pertinentes”, “grupo de presión”, y, desde luego, sucede con esa expresión que es como tía o abuela de todas las anteriores: nuestro eterno e infatigable círculo vicioso.
(Entre paréntesis, sería interesante hacer un diccionario de estas expresiones “hechas”, que son como las McDonald’s del lenguaje. Si Ud. desea enviar algunas propuestas, por favor utilice el link al final de esta entrada del Diario. Cerramos paréntesis.)
Preguntas y Respuestas: Iraq, Europa y el Cristianismo
– ¿Empezó la guerra en Iraq cuando Bush dijo?
– Sí.
– ¿Terminó la guerra en Iraq cuando él dijo?
– No.
– ¿Cómo sabemos que sigue la guerra?
– Porque hay ataques deliberados y continuos, que causan bajas incesantes.
– ¿De ambos lados?
– En la práctica, sí, aunque es evidente que los EEUU intentan ahora básicamente defenderse de las agresiones que reciben en tierra iraquí.
– ¿Esos ataques son masivos?
– No. Tienen una estructura impredecible, puntual, según un modelo terrorista.
– ¿Estamos hablando entonces de “guerra de guerrillas”?
– Exactamente.
– ¿Hay algún parecido con Vietnam?
– Muchos parecidos. Pero también una gran diferencia.
– ¿Cuál?
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Un amigo de infancia
La primera vida de santo que yo leí, siendo niño, fue la de San Martín de Porres, cuya fiesta se celebra precisamente el 3 de Noviembre.
Y para alegría de mi alma, hay una buena devoción y entrañable afecto por San Martín aquí en Irlanda. Una pequeña pero muy hermosa e instructiva revista de estos dominicos contiene ágiles escritos, reflexiones ¡y hasta recetas caseras!, para hacer conocer más y mejor las riquezas de este sencillo y santo hombre de Dios.
Como preparación para esta fiesta hemos tenido la Novena, y en uno de los días me ha correspondido predicar, un poco por accidente (Providencia de Dios, digamos mejor).
Comparto esa predicación mientras pido que este amigo de infancia bendiga a todos los que se acerquen a las páginas de este diario.
Para oír directamente:
http://fraynelson.com/homilias/fechas/11/smtp001b.ram
Para grabar al PC:
http://fraynelson.com/homilias/fechas/11/smtp001b.rm
Cuando el frío trae calor
A medida que este otoño con cara de invierno avanza hacia un inverno que no sé qué cara vaya a tener, los días se hacen cortos, las noches largas, y el frío se va enseñoreando de calles y plazas por doquier.
Pero es un frío que trae calor, a su manera. El frío hace que cualquier espacio habitado, desde el que cubre un paraguas en la lluvia hasta el que se llena de luz en una gran reunión de amigos, se vuelva una especie de refugio. No es algo que nadie se proponga, sino algo que simplemente va sucediendo.
Entras al bus, y sientes que la gente es un milímetro más cálida porque el clima se vuelto un kilómetro más frío. Los que comparten un mismo espacio, así sea algo tan accidental como lo del bus, de repente sentimos que hemos vencido, que estamos venciendo la inclemencia.
Es un sentimiento bonito. Y hace que se cumpla que el frío trae calor.
Reflexiones sobre la Predestinación
Yo quisiera dejar recuento escrito de reflexiones y conclusiones parciales que he ido encontrando con respecto a la predestinación. El tema vino por el camino de la liturgia, porque en estas semanas hemos estado leyendo la Carta a los Romanos en las lecturas de la Misa.
Un Papa en su Ocaso
Juan Pablo II se nos muere. Hay quienes quieren que renuncie, como para evitar que el mundo vea que se está inmolando. Yo no estoy de acuerdo con esa presión a la que se le quiere someter, y puedo decir por qué.