Si abriste, cierra.
Si encendiste, apaga.
Si conectaste, desconecta.
Si desordenaste, ordena.
Si ensuciaste, limpia.
Si rompiste, arregla.
Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.
Si abriste, cierra.
Si encendiste, apaga.
Si conectaste, desconecta.
Si desordenaste, ordena.
Si ensuciaste, limpia.
Si rompiste, arregla.
1. Cuidarás tu presentación día a día. Arréglate como si fueras a una fiesta. ¡Qué más fiesta que la vida! El peinado, La ropa, todo atractivo, oliendo a limpio y a buen gusto. EL buen gusto es gratuito, no cuesta nada. Que al verte se alegren tu espejo y los ojos de Los demás.
2. No te encerrarás en tu casa ni en tu habitación. Nada de jugar al enclaustrado o al preso voluntario. Saldrás a la calle y al campo de paseo. EL agua estancada se pudre y la máquina inmóvil se enmohece.
Basta que sea humano, basta que tenga sentimientos,basta que tenga corazón.
Se necesita que sepa hablar y callar, sobre todo que sepa escuchar.
Tiene que gustar de la poesía, de la madrugada, de los pájaros, del Sol, de la Luna, del canto, de los vientos y de las canciones de la brisa.
Debe tener amor, un gran amor por alguien, o sentir entonces, la falta de no tener ese amor.
No es extraño que el mundo parezca de locos y que todo se esté desmoronando.
¡Si formar a los hijos y conducir el hogar está resultando una labor titánica!
Pero por ahí se está resquebrajando el mundo, ¡ y por ahí hay que empezar a salvarlo!Se necesita armazón en el hogar, claridad en los criterios y sostén en los hijos.
Ser vulnerable no es ser débil. Al contrario, sólo una persona firme y madura puede permitirse conocer su propia vulnerabilidad, aceptarla y dejar que se sepa. La persona débil oculta su debilidad, evita los ataques y erige defensa para protegerse y poder huír. Una armadura pesada siempre esconde un carácter débil. Continuar leyendo “Ser Vulnerable”
Si me ves cansado fuera del sendero, ya casi sin fuerzas para hacer camino.
Si me ves sintiendo que la vida es dura, porque ya no puedo, porque ya no sigo.
Ven a recordarme como es un comienzo, ven a desafiarme con tu desafío.
Muéveme en el alma, vuélveme al impulso, llévame a mí mismo.
Aquí van algunas sugerencias:
Regala tiempo: Acuerdate de un viejo amigo.
Come con alguna persona solitaria.
Regala esperanza: Vive lleno de alegría.
Haz sonreír a un niño.
Continuar leyendo “Si No Sabes Qué Regalar En Estas Fechas…”
En lugar de alfombrar todo el mundo para no tropezar, es más fácil que te calces unas zapatillas. Así dice un sabio adagio popular.
Te conviene cambiar tu modo de pensar y ver las cosas, en lugar de pretender que todo se adapte a tí.
Se sufre y se hace sufrir por no cambiar la “programación” que tenemos en la mente.
1.- Un simple amigo nunca te ha visto llorar.
Un amigo verdadero tiene los hombros húmedos por causa de tus lágrimas.
2.- Un simple amigo trae una botella de vino a tu fiesta.
Un amigo verdadero llega temprano para ayudarte a cocinar y se queda hasta tarde para ayudarte a limpiar.
3.- Un simple amigo odia cuando lo llamas después de haberse acostado.
Un amigo verdadero te pregunta por qué tardaste tanto.
De vez en cuando y por un lapso de toda una mañana o de una tarde entera, sumérgete en baños de soledad y silencio. Es una disciplina excelente que fortalecerá tu espíritu y te ayudará a ir encontrándote con tu ser más profundo y verdadero. No le temas a la soledad. Aprende a amarla. Continuar leyendo “Soledad Fecunda”
Sólo Dios puede dar la fe…Pero tú puedes dar tu testimonio.
Sólo Dios puede dar la esperanza…Pero tú puedes transmitirle confianza a tus hermanos.
Sólo Dios puede dar amor…Pero tú puedes enseñar a amar a los demás.
Sólo Dios puede dar la paz…Pero tú puedes promover la armonía.
Sólo Dios puede dar la fuerza…Pero tú puedes sostener al desfallecido.
Sólo Dios es el camino…Pero tú puedes mostrárselo a los demás.
No jueguen con la Cruz porque fue hecha de tosca madera y la llevó uno que nos quiso de verdad y dejó la vida en ella. No jueguen con la Cruz y no la cuelguen como un adorno entre pechos casi descubiertos y no la usen como una prenda colgada en las orejas, porque el que fue colgado en ella no tuvo adorno alguno y murió abandonado y desposeído de todo. Fue un día tenebroso y en la cruz con ironía estaba escrito: “éste es el Rey de los Judíos”. Terrible fue la agonía de aquel Viernes Santo donde el sol se apagó, temblando la tierra de espanto, manchando y bendiciendo la sangre el rudo madero y la tierra. Era una cruz de tosca madera y su cenizo color empezó a tornarse rojo vivo, brillando la sangre del Varón de Dolor que corría por su cuerpo y teñía el burdo tronco extraído de los bosques de Judea. Era una muerte ocurrida fuera de las murallas de la Ciudad Santa con la aprobación de líderes religiosos que gozaban del espectáculo porque lo hacían “en nombre de Dios”. Era una muerte entre ladrones y asesinos porque Él que la padecía era visto como loco, blasfemo, embaucador y político que quería ser Rey. Continuar leyendo “No Jueguen Con La Cruz”
Sólo lo hacen las personas frustradas y pobres de espíritu.
Si no puedes decir todo lo bueno que sabes de alguien, no digas nada.
Hablar mal del prójimo es el arma de los débiles, de los envidiosos y de los incompetentes.
No esperes una sonrisa para ser gentil…
No esperes ser amado para amar…
No esperes estar solo para reconocer el inmenso valor de un amigo…
No esperes el luto del mañana para reconocer la importancia de quienes están hoy en tu vida…
No esperes tener el mejor de los empleos para ponerte a trabajar…
No esperes la nostalgia del otoño para recordar un consejo…
Que me mire a los ojos cuando hablo.
Que escuche mis tristezas y neurosis con paciencia
y aún cuando no comprenda, que respete mis sentimientos.
Necesito de alguien que venga a luchar a mi lado sin ser llamado.
Alguien lo suficientemente amigo para decirme
las verdades que no quiero oír, aun sabiendo que puedo irritarme.
No tomes a la vida como una carrera. No es la vida una competencia hacia una meta de llegada. Dios no quiere que llegues a El por lógica inercia o con apuros fanáticos. No quiere que al final de la vida digas: “solo se trataba de esto y nada más”. No.
La vida es más que la suma de seres vivos, la vida es un tesoro compartido, un brillante tiempo que ilumina al universo mismo en cuanto te ha sido dada, porque allí es donde nace la esperanza, donde hay un soplo de vida cálido, un soplo de eternidad.
La vida es la sonrisa de una madre en el recuerdo, es la palabra y la mirada de nuestro padre, llena de comprensión y misterio que nos habla en algún rincón de la memoria. La vida es saber disfrutar y compartir el cariño inmenso que nos rodea cuando estamos en familia. Lo comprobamos en alguna fiesta, cuando nace un nuevo integrante, cuando se casa un pariente. Los ojos llenos de esperanzas, la piel fresca de alegría. La vida es un abrazo temprano a quienes queremos y un beso sincero en el encuentro.