Escuela de familias

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“Lugar de encuentro e intercambio de ideas y experiencias para los padres y los equipos de orientadores de formación familiar. Nace esta web con la intención de apoyar en la difícil, y a la vez apasionante, tarea de formar y educar a los hijos y a los padres…” Click!

Carta a un escritor de novelas

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“No dejes, de todos modos, de crear mundos con tu ingenio. Sólo te ruego que escribas desde el deseo de ofrecer mensaje buenos, de ayudarnos a comprender un poco mejor el mundo y la vida con sus misterios…” Click!

Cinco Charlas de Mariologia (3 de 5)

Conferencias en el Monasterio de las Dominicas de Lerma. Tema 3 de 5: Lucas 1,28 en la predicación de los padres de la Iglesia. Contraste entre el enfoque de los Padres Griegos, para los cuales, el saludo inicial tiene ya un significado (de Buena Noticia), y los Padres Latinos, para quienes este saludo es un aséptico “AVE” que se reduce a una salutación.

Cinco Charlas de Mariologia (2 de 5)

Conferencias en el Monasterio de las Dominicas de Lerma. Tema 2 de 5: María, hermana nuestra. La percepción de la gracia requiere de la comprensión del pecado como grieta que arruina el plan de Dios en su conjunto. *** Exégesis de Lucas 1,28, con énfasis en la singularidad del relato de este evangelista, relato que es, a la vez, de anunciación y de misión.

III-F. Cristo: centro, referencia y medida de todo

132. Mi vida es Cristo y morir es ganancia. (Flp 1,21)

133. El es anterior a todo y todo tiene en él su consistencia. El es la cabeza del cuerpo, de la Iglesia. Es el principio, el primogénito de los muertos, para ser el primero de todos. (Col 1,17-18)

134. Por él, antes de la creación del mundo, nos eligió para que por el amor fuéramos santos e irreprochables en su presencia. Por Jesucristo, según el designio de su voluntad, nos predestinó a ser sus hijos adoptivos. (Ef 1,4-5)

135. Somos hechura suya, creados por medio de Cristo Jesús para realizar las buenas acciones que Dios nos había asignado como tarea. (Ef 2,10)

136. El les replicó: Madre mía y hermanos míos son los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen. (Lc 8,21)