No basta con “portarse bien.” El paso adicional es creer, tener certeza que Dios tiene para nosotros y a través de nosotros.
ESCUCHA, Dios quiere amanecer en tu vida
Sofonías es el profeta del amanecer de Dios.
LA GRACIA del Martes 18 de Diciembre de 2012
El Espíritu Santo no suplanta a José, sino que bendice y hace fecundo el amor virginal de José y María.
ESCUCHA, Despierta lo mejor de lo que un dia deseo tu corazon
Juan Bautista logra hacernos ver que dar la espalda a Dios sucede porque hemos dado la espalda a nuestros mejores anhelos.
Estudiar y creer
Al que pueda ser sabio no le perdonamos que no lo sea.
Estudio. -Obediencia: “non multa, sed multum” [No saber muchas cosas sino saberlas bien.]
Si has de servir a Dios con tu inteligencia, para ti estudiar es una obligación grave.
Frecuentas los Sacramentos, haces oración, eres casto… y no estudias… -No me digas que eres bueno: eres solamente bondadoso.
Antes, como los conocimientos humanos -la ciencia- eran muy limitados, parecía muy posible que un solo individuo sabio pudiera hacer la defensa y apología de nuestra Santa Fe. Hoy, con la extensión y la intensidad de la ciencia moderna, es preciso que los apologistas se dividan el trabajo para defender en todos los terrenos científicamente a la Iglesia. -Tú… no te puedes desentender de esta obligación.
La ideologia de genero y su impacto contra la mujer
“En principio, los ejes centrales de la política del gobierno han buscado dar respuesta a las necesidades de las mujeres colombianas, las cuales fueron recogidas dentro de algunos procesos de participación que se desarrollaron. No obstante, es importante decir que tanto la estructura como el enfoque de esta política no responden a dichas necesidades, sino a los cánones internacionales que presionan continuamente al gobierno para estar a la par de otros países en materia de equidad de género…”
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LA GRACIA del Lunes 17 de Diciembre de 2012
Explicación sobre las dos fases del adviento.
Cuidado con el ciudadano neutro
“Cuando ciertos políticos hablan de “ciudadanos y ciudadanas” no es por respeto a la diferencia, sino por falta de una palabra adecuada que la suprima. Si la diferencia varón/mujer se considera irrelevante para el matrimonio, entonces también lo es para el derecho y para la vida social. La igualdad ya no es fruto de la complementariedad sino del igualamiento…”
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La teoria del volcan
La corteza terrestre, dura y pesada como parece, resulta vencida por el ímpetu de un fluido viscoso y extremadamente caliente: la lava. Pero antes de hacer erupción, la lava ha recorrido un camino tortuoso y difícil de predecir. Desde las profundidades del núcleo y del manto, una fuerza ciega e incontenible presiona a la roca derretida que llamamos lava, hasta que el calor vence sobre el granito y el basalto, y un chorro de gases, piedras y azufre lanza su arrogancia devastadora a kilómetros de distancia.
Son tantos los factores que influyen en la constitución de la corteza terrestre que es muy difícil predecir el punto exacto en que se romperá para dar surgimiento a un nuevo volcán. En la historia de la geología se recuerdan casos dramáticos, como por ejemplo el sorpresivo surgimiento de nuevas islas, producto de erupciones sucedidas en el lecho marino. Aun cuando pudiera saberse que la presión de lava en esa parte del océano es muy grande, es pura conjetura asegurar que en tal o cual lugar exacto se dará una erupción sin antecedentes. Por supuesto, una vez acaecida la primera erupción, queda como hecho el camino para las que sigan, pero el tema aquí es ese primer rompimiento de la “piel” terrestre.
Es aquí donde empiezan a aparecer analogías inesperadas entre la sociedad y las erupciones de una violencia aparentemente inexplicable. Es sabido, en efecto, que hay una violencia que procede de raíces visibles y sensibles de injusticia, pero no es de ella de la que hablamos principalmente aquí. Si se pagan salarios de hambre a toda una población y esta se cansa un día y se alza en armas, hay una lógica bastante visible en el proceso. ¿Pero qué decir de los brotes patológicos de asesinato masivo? El típico psicópata, el sádico que opera con fría y calculadora mente en el proceso de atrapar, torturar y ejecutar a sus víctimas, ¿es en realidad un caso aislado, o es la erupción volcánica de una ola oscura, infernal de odio que hemos tolerado demasiado tiempo?
Llamemos por un instante “violencia gratuita” a esa que solemos considerar psicopatológica, y por consiguiente, inexplicable y aislada. Admitamos entonces que hay varias cosas difíciles de explicar sobre qué tan aleatoria es esta forma de violencia. Preguntas: ¿Por qué sucede más en las sociedades del llamado “primer mundo”? ¿Por qué tiene como protagonistas a varones, de vida solitaria, con abrumadora mayoría sobre cualquier otro sector social? ¿Por qué en el mayor porcentaje son personas de clase media, y no baja ni alta? ¿Por qué casi invariablemente los asesinos terminan suicidándose, y en no pocos casos, el suicidio final se sabe ya planeado desde el principio?
La hipótesis es que la violencia gratuita revienta de manera imprevisible pero se prepara y cocina con ingredientes que están en todas partes. La espantosa receta incluye egoísmo, vanidad y resentimientos, pero sobre todo contiene una terrible incapacidad de comunicación y una dura sensación de absurdo que ha gravitado sobre una mente frágil y necesitada en otro tiempo de amor.
Y aquí viene lo grave: las instituciones de una sociedad relativista, secularizada y demasiado fiada del vigor de su democracia, no tienen cómo diagnosticar a tiempo ni mucho menos corregir las señales de que la temperatura de la lava está aumentando, y la presión está alcanzando niveles críticos. La mayoría de los psicópatas de estos brotes recientes y cada vez más frecuentes, como el de la población de Newton, en Connecticut, son personas que han pasado por las instituciones de las que se precia nuestra sociedad moderna, neutra, y muy ciudadana. Y sin embargo, a menos que queramos seguir negando lo evidente, no hubo en esas instituciones quién descubriera y avisara a tiempo de lo que podía suceder.
En lenguaje bíblico hay un modo muy sencillo y profundo de describir lo que la ciencia llama un psicópata: es una persona sin prójimo. No tiene prójimo que le importe ahora porque no tuvo prójimo a quien importarle antes. Examinemos estos ideales muy queridos por la sociedad liberal y democrática: el respeto a la opinión y las decisiones de otros; la consideración de la edad adulta como tiempo de autodeterminación; la concepción de la libertad como capacidad de hacer todo lo que no esté prohibido. Son ideales altos pero claramente insuficientes. Ni se reduce la búsqueda de una respuesta el aprobar leyes más restrictivas en la posesión o el uso de armas de fuego. Para quien anhela matar y matarse poco importan las restricciones ni los procesos jurídicos, que por fuerza requerirán meses, si no años.
¿Qué tipo de fuerza social puede ser cohesiva y mantener un flujo abundante de información que ayude a prevenir a tiempo las erupciones de violencia volcánica?
Aquí va la segunda hipótesis: sólo la religión. De una manera sencillamente perfecta la religión aúna el interior de la conciencia de cada uno con el código externo de todos. De una forma simple y eficaz la religión invita a todos a interesarse por todos, de modo que una cadena de prójimos esté siempre próxima a sostener y no dejar caer al que vacila, se resiente o planea una desgracia. La religión enlaza de modo único la inmediatez de la acción particular y concreta con la trascendencia de una esperanza firme y santa, o si es el caso, la certeza de un castigo ineluctable.
Es verdad que la religión sin respeto y sin un margen claro de libertad de expresión se volverá teocracia asfixiante y caldo de fanatismo pero la religión entendida en su medida, y esta medida es alta y noble, puede lo que el estado actual de la sociedad no puede y sí reclama.
Resurreccion o reencarnacion?
Participación del cristiano en las instituciones internacionales
90. Forma excelente de la actividad internacional de los cristianos es, sin duda, la colaboración que individual o colectivamente prestan en las instituciones fundadas o por fundar para fomentar la cooperación entre las naciones. A la creación pacífica y fraterna de la comunidad de los pueblos pueden servir también de múltiples maneras las varias asociaciones católicas internacionales, que hay que consolidar aumentando el número de sus miembros bien formados, los medios que necesitan y la adecuada coordinación de energías. La eficacia en la acción y la necesidad del diálogo piden en nuestra época iniciativas de equipo. Estas asociaciones contribuyen además no poco al desarrollo del sentido universal, sin duda muy apropiado para el católico, y a la formación de una conciencia de la genuina solidaridad y responsabilidad universales.
Es de desear, finalmente, que los católicos, para ejercer como es debido su función en la comunidad internacional, procuren cooperar activa y positivamente con los hermanos separados que juntamente con ellos practican la caridad evangélica, y también con todos los hombres que tienen sed de auténtica paz.
El Concilio, considerando las inmensas calamidades que oprimen todavía a la mayoría de la humanidad, para fomentar en todas partes la obra de la justicia y el amor de Cristo a los pobres juzga muy oportuno que se cree un organismo universal de la Iglesia que tenga como función estimular a la comunidad católica para promover el desarrollo a los países pobres y la justicia social internacional.
[Constitución Gaudium et Spes, del Concilio Vaticano II, n. 90]
LA GRACIA del Domingo 16 de Diciembre de 2012
Las razones de nuestra alegría no están en que las cosas vayan bien sino en que, gracias a Dios, pueden mejorar realmente.
LA GRACIA del Sabado 15 de Diciembre de 2012
Grave contradicción padeció Juan Bautista: admirado pero poco obedecido.
Testimonio de una mujer criada por una pareja de homosexuales
Una mujer canadiense que fue criada en un hogar homosexual se dedica ahora a asistir a otras personas que atraviesan por la misma situación y a pedir a los gobiernos del mundo que protejan el matrimonio entre hombre y mujer.
Según informa ForumLibertas. org, Dawn Stefanowicz vive en Ontario, Canadá, con su esposo de toda la vida y sus dos hijos, a los que ha educado en casa. Actualmente prepara su autobiografía y desarrolla un ministerio especial desde el sitio web (en inglés) http://www.dawnstef anowicz.com/: Brinda ayuda a otras personas que como ella crecieron a cargo de un padre homosexual y fueron expuestos a este estilo de vida.
Stefanowicz explica en el sitio web “cómo en su infancia estuvo expuesta a intercambios de parejas gays, playas nudistas y la falta de afirmación en su feminidad, cómo le hirió el estilo de vida en el que creció, y ofrece ayuda, consejo e información para otras personas que han crecido heridas en un entorno de ‘familia’ gay, un estilo de ‘familia’ que ella no desea para nadie y que cree que las leyes no deberían apoyar”.
Su testimonio:
En su relato, Stefanowicz explica que debido a una enfermedad grave de su madre debió quedar al cuidado de su padre homosexual cuando aún era una niña. “Estuve expuesta a un alto riesgo de enfermedades de transmisión sexual debido al abuso sexual, a los comportamientos de alto riesgo de mi padre y a numerosas parejas”, relata.
“Incluso cuando mi padre estaba en lo que parecían relaciones monógamas, continuaba haciendo ‘cruising’ buscando sexo anónimo. Llegué a preocuparme profundamente, a amar y entender con compasión a mi padre. Compartía conmigo lo que lamentaba de la vida. Desgraciadamente, siendo niño unos adultos abusaron sexual y físicamente de él. Debido a esto, vivió con depresión, problemas de control, estallidos de rabia, tendencias suicidas y compulsión sexual. Intentaba satisfacer su necesidad por el afecto de su padre, por su afirmación y atención, con relaciones promiscuas y transitorias. Las (ex) parejas de mi padre, con los que traté y llegué a apreciar con sentimientos profundos, vieron sus vidas drásticamente acortadas por el SIDA y el suicidio. Tristemente, mi padre murió de SIDA en 1991”, recuerda.
Según Stefanowicz las “experiencias personales, profesionales y sociales con mi padre no me enseñaron el respeto por la moralidad, la autoridad, el matrimonio o el amor paterno. Me sentía temerosamente acallada porque mi padre no me permitía hablar de él, sus compañeros de casa, su estilo de vida y sus encuentros en esa subcultura. Mientras viví en casa, tuve que vivir según sus reglas”.
“Sí, amaba a mi padre. Pero me sentía abandonada y despreciada porque mi padre me dejaba a menudo para estar varios días con sus compañeros. Sus parejas realmente no se interesaban por mí. Fui dañada por el maltrato doméstico homosexual, las tentativas sexuales con menores y la pérdida de parejas sexuales como si las personas fueran sólo cosas para usar. Busqué consuelo, busqué el amor de mi padre en diversos novios a partir de los 12 años”, sostiene.
Stefanowicz recuerda que “desde corta edad, se me expuso a charlas sexualmente explícitas, estilos de vida hedonistas, subculturas GLBT y lugares de vacaciones gay. El sexo me parecía gratuito cuando era niña. Se me expuso a manifestaciones de sexualidad de todo tipo incluyendo sexo en casas de baño, travestismo, sodomía, pornografía, nudismo gay, lesbianismo, bisexualidad, voyeurismo y exhibicionismo. Se aludía al sadomasoquismo y se mostraban algunos aspectos. Las drogas y el alcohol a menudo contribuían a bajar las inhibiciones en las relaciones de mi padre”.
“Mi padre apreciaba el vestir unisex, los aspectos de género-neutro, y el intercambio de ropas cuando yo tenía 8 años. Yo no veía el valor de las diferencias biológicamente complementarias entre hombre y mujer. Ni pensaba acerca del matrimonio. Hice votos de no tener nunca hijos, porque no crecí en un ambiente de hogar seguro, sacrificial, centrado en los niños”, señala.
Las consecuencias
“Más de dos décadas de exposición directa a estas experiencias estresantes me causaron inseguridad, depresión, pensamientos suicidas, miedo, ansiedad, baja autoestima, insomnio y confusión sexual. Mi conciencia y mi inocencia fueron seriamente dañados. Fui testigo de que todos los otros miembros de la familia también sufrían”, sostiene Stefanowicz.
Ella asegura que sólo después de haber tomado las decisiones más importantes de su vida, empezó a darse cuenta de cómo la había afectado crecer en ese ambiente.
“Mi sanación implicó mirar de frente la realidad, aceptar las consecuencias a largo plazo y ofrecer perdón. ¿Podéis imaginar ser forzados a aceptar relaciones inestables y prácticas sexuales diversas desde corta edad y cómo afectó a mi desarrollo?. Desgraciadamente, hasta que mi padre, sus parejas sexuales y mi madre murieron, no pude hablar públicamente de mis experiencias” , explica.
“Al final, los niños serán las víctimas reales y los perdedores del matrimonio legal del mismo sexo. ¿Qué esperanza puedo ofrecer a niños inocentes sin voz? Gobiernos y jueces deben defender el matrimonio entre hombre y mujer y excluir todos los otros, por el bien de nuestros niños”, concluye.
Fuente original: ACIPRENSA
Dias de precepto
LA GRACIA del Viernes 14 de Diciembre de 2012
El adviento no es sólo dulce espera o amable camino al encuentro: implica quitar obstáculos.




