Una intransigencia santa

La santa desvergüenza es una característica de la “vida de infancia”. Al pequeño, no le preocupa nada. -Sus miserias, sus naturales miserias, se ponen de relieve sencillamente, aunque todo el mundo le contemple… Esa desvergüenza, llevada a la vida sobrenatural, trae este raciocinio: alabanza, menosprecio…: admiración, burla…: honor, deshonor…: salud, enfermedad…: riqueza, pobreza…: hermosura, fealdad… Bien; y eso… ¿qué?

Convéncete de que el ridículo no existe para quien hace lo mejor.

Un hombre, un… caballero transigente, volvería a condenar a muerte a Jesús.

La transigencia es señal cierta de no tener la verdad. -Cuando un hombre transige en cosas de ideal, de honra o de Fe, ese hombre es un… hombre sin ideal, sin honra y sin Fe.

Aquel hombre de Dios, curtido en la lucha, argumentaba así: ¿Que no transijo? ¡Claro!: porque estoy persuadido de la verdad de mi ideal. En cambio, usted es muy transigente…: ¿le parece que dos y dos sean tres y medio? -¿No?…, ¿ni por amistad cede en tan poca cosa? -¡Es que, por primera vez, se ha persuadido de tener la verdad… y se ha pasado a mi partido!

Más pensamientos de San Josemaría.

En el lenguaje de los tweets

01 de 10 Un solo motivo le llevó a aceptar la Sede de Pedro: el amor a la Iglesia. Es el mismo que ahora le lleva a renunciar. #AdiosBXVI

02 de 10 Él se definió como “trabajador de la viña del Señor.” Ahora ve que la viña necesita otro obrero, y da paso. Es todo. #AdiosBXVI

03 de 10 Es tan raro encontrar a alguien libre de codicias y ambiciones, que el mundo no puede entender el gesto de Benedicto. #AdiosBXVI

04 de 10 Si algo pudiera pedirle a Dios es que me conceda ver el día en que se declare a Benedicto como Doctor de la Iglesia. #AdiosBXVI

05 de 10 Maltratado por el presente, aceptó con amor hablarle al futuro, y el futuro sabrá apreciar su testimonio y su palabra. #AdiosBXVI

06 de 10 Su herencia: Que el pecado es pecado así lo cometan tantos, y que la verdad es verdad así la digan muy pocos. #AdiosBXVI

07 de 10 Nunca compitió contra nadie; estaba demasiado ocupado contemplando y sirviendo a Cristo. #AdiosBXVI

08 de 10 Si quieres reconocer su alma, recuerda cómo celebraba la Santa Misa. Estaba más allá que acá. Y nos llevaba. #AdiosBXVI

09 de 10 Quieren que decidamos entre la razón y la fe. Benedicto se atrevió a preguntar certeramente: ¿Por qué excluir alguna? #AdiosBXVI

10 de 10 Nunca fue tan pastor que olvidara ser oveja de Cristo; nunca tan maestro que dejara de aprender. ¡Te amamos! #AdiosBXVI

La cercania gratuita de Dios

20 Cualquier experiencia religiosa auténtica, en todas las tradiciones culturales, comporta una intuición del Misterio que, no pocas veces, logra captar algún rasgo del rostro de Dios. Dios aparece, por una parte, como origen de lo que es, como presencia que garantiza a los hombres, socialmente organizados, las condiciones fundamentales de vida, poniendo a su disposición los bienes necesarios; por otra parte aparece también como medida de lo que debe ser, como presencia que interpela la acción humana —tanto en el plano personal como en el plano social—, acerca del uso de esos mismos bienes en la relación con los demás hombres. En toda experiencia religiosa, por tanto, se revelan como elementos importantes, tanto la dimensión del don y de la gratuidad, captada como algo que subyace a la experiencia que la persona humana hace de su existir junto con los demás en el mundo, como las repercusiones de esta dimensión sobre la conciencia del hombre, que se siente interpelado a administrar convivial y responsablemente el don recibido. Testimonio de esto es el reconocimiento universal de la regla de oro, con la que se expresa, en el plano de las relaciones humanas, la interpelación que llega al hombre del Misterio: « Todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos » (Mt 7,12). [Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 1789; 1970; 2510.]

21 Sobre el fondo de la experiencia religiosa universal, compartido de formas diversas, se destaca la Revelación que Dios hace progresivamente de Sí mismo al pueblo de Israel. Esta Revelación responde de un modo inesperado y sorprendente a la búsqueda humana de lo divino, gracias a las acciones históricas, puntuales e incisivas, en las que se manifiesta el amor de Dios por el hombre. Según el libro del Éxodo, el Señor dirige a Moisés estas palabras: « Bien vista tengo la aflicción de mi pueblo en Egipto, y he escuchado su clamor en presencia de sus opresores; pues ya conozco sus sufrimientos. He bajado para librarle de la mano de los egipcios y para subirle de esta tierra a una tierra buena y espaciosa; a una tierra que mana leche y miel » (Ex 3,7-8). La cercanía gratuita de Dios —a la que alude su mismo Nombre, que Él revela a Moisés, « Yo soy el que soy » (Ex 3,14)—, se manifiesta en la liberación de la esclavitud y en la promesa, que se convierte en acción histórica, de la que se origina el proceso de identificación colectiva del pueblo del Señor, a través de la conquista de la libertad y de la tierra que Dios le dona.

Este Compendio se publica íntegramente, por entregas, aquí.

Alegrarse de las cualidades de los demas

“Como vemos este décimo mandamiento y último es el más débil y el más sencillo, sólo nos pide ser capaces de abrirnos un poco a los demás: no entristecerse de que los demás tengan cualidades, actitudes, buena salud, inteligencia, fe… o simplemente cosas materiales.”

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Preciosa joya

Un muchacho entró con paso firme a la joyería y pidió que le mostraran el mejor anillo de compromiso que tuviera.

El joyero le presentó uno. La hermosa piedra solitaria brillaba como un diminuto sol resplandeciente. El muchacho contempló el anillo y con una sonrisa lo aprobó. Preguntó luego el precio y se dispuso a pagarlo.

– ¿Se va usted a casar pronto? – Le preguntó el joyero.

– ¡No! – respondió el muchacho – Ni siquiera tengo novia.

La muda sorpresa del joyero divirtió al comprador.

– Es para mí mamá – dijo el muchacho. Cuando yo iba a nacer estuvo sola; alguien le aconsejó que me abortara antes de que naciera; así se evitaría problemas. Pero ella se negó y me dio el don de la vida. Y tuvo muchos problemas. Muchos. Fue padre y madre para mí, y fue amiga y hermana, y fue mi maestra. Me hizo ser lo que soy. Ahora que puedo le compro este anillo de compromiso. Ella nunca tuvo uno. Yo se lo doy como promesa de que, si ella hizo todo por mí, ahora yo haré todo por ella. Quizás después entregué otro anillo de compromiso. Pero será el segundo.

El joyero no dijo nada. Solamente ordenó a su cajera que hiciera al muchacho el descuento que se hacia nada más a los clientes importantes.

La renuncia del Papa Benedicto

“Hay que ser muy valiente para dar el paso que Benedicto ha dado hoy. Valiente y humilde, ya que legar el timón de la Iglesia contiene un mensaje maravilloso: Nadie es imprescindible, ya que la Voluntad de Dios es la fuerza que mueve el mundo…”

renuncia Benedicto

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