El plano de tu santidad

¡Has fracasado! -Nosotros no fracasamos nunca. -Pusiste del todo tu confianza en Dios. -No perdonaste, luego, ningún medio humano. Convéncete de esta verdad: el éxito tuyo -ahora y en esto- era fracasar. -Da gracias al Señor y ¡a comenzar de nuevo!

¿Que has fracasado? -Tú -estás bien convencido- no puedes fracasar. No has fracasado: has adquirido experiencia. -¡Adelante!

Que tu virtud no sea una virtud sonora.

El “non serviam” de Satanás ha sido demasiado fecundo. -¿No sientes el impulso generoso de decir cada día, con voluntad de oración y de obras, un “serviam” -¡te serviré, te seré fiel!- que supere en fecundidad a aquel clamor de rebeldía?

Más pensamientos de San Josemaría.

Mas de un millon de reproducciones en Youtube, alabado sea Jesucristo

Para honor y alabanza de Jesucristo, Hijo del Dios vivo y supremo Pastor de la Iglesia, les comparto que mi canal de Youtube acaba de superar el primer millón de reproducciones. Haz click en la imagen para ver la captura de pantalla.

Superado 1.000.000 de reproducciones en Youtube

Gracias a tantos que de tantos modos, sobre todo con su oración, han apoyado este servicio en Internet. Recuerden todos que pueden también suscribirse a mi boletín diario y gratuito de evangelización.

Oracion para que pidamos el Amor Mayor

Oración pidiendo al Señor que nuestras comunidades y nuestra misión crezcan en la dimensión del Amor Mayor.

Unidos en la plegaria, Señor, queremos entregarte esta intención que tu amor pone en el alma: danos el amor mayor.

Haz, Señor que, en el Nombre de tu amado hijo Jesucristo y mirando el precioso y santísimo Corazón Inmaculado de María, nosotros nos levantemos por encima de prejuicios; que jamas pongamos en primer lugar nuestras simpatías o antipatías; que sepamos encontrar tu voluntad y que nuestro gozo sea hacer tu voluntad.

Padre Dios, con la poderosa intercesión de ese Corazón que atrajo el primer Pentecostés, y con la eficaz intercesión de nuestros Ángeles custodios, ¡Ven Señor, ven! ¡Ven con el don de tu Divino Espíritu, para que aprendamos a ser Iglesia mas allá de los amores de la carne; para que aprendamos a servir tu evangelio mas allá de nuestras propias conveniencias; para que aprendamos a caminar en tu presencia más allá de nuestros gustos!

En la Biblia, Señor, tú no dejaste ni una sola promesa para el gusto: el gusto no tiene ni una sola promesa. Lo que tiene promesa es: la fe, la obediencia, la docilidad, la perseverancia; eso sí tiene promesas.

Yo te pido, Señor que las promesas debidas a la fe y a la obediencia, a la docilidad y la perseverancia, se cumplan en nosotros; que nosotros seamos pueblo tuyo; que se nos note Señor cuál es el amor que nos ha dado origen, porque dice el capitulo primero del evangelio de Juan: estos “no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios” (Juan 1, 13). Y Jesús dice: “Lo que nace de la carne es carne; lo que nace del Espíritu es Espíritu” (Juan 3, 6).

Que seamos pueblo nuevo, renacido en la gracia poderosa del Espíritu, y que con ese amor, con esa luz, podamos conquistar muchos corazones para que se acerquen a ti, para que vivan su fe con plenitud y con gozo, y para que también ellos la puedan transmitir a otros, que a su vez le cuenten la noticia a otros, que surjan y lo cuenten a sus hijos, a la generación que ha de venir.

¡Oh sí, pueblo de Dios, “dad la vuelta en torno a Sion, contando sus torreones; fijaos en sus baluartes, para poder decirle a la próxima generación: éste es el Señor, nuestro Dios, él nos guiará por siempre jamás” (Salmo 49 [48], 12-14 )!

Entregamos estas intenciones al Corazón Sagrado de Cristo, horno bendito del que sale ese fuego que todo lo transforma, el fuego del Espíritu. Entregamos esta oración en las manos virginales y perfumadas de María Santísima, en su advocación de Nuestra Señora de Guadalupe.

Y que la bendición de Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre nosotros y nos acompañe siempre. Amén.

Que es o donde queda Lepanto?

“Ocupada por los turcos en 1498, Lepanto ha pasado a la historia fundamentalmente por la victoria que obtuvo la escuadra combinada de los estados pontificios, España, Venecia y Génova bajo el mando de D. Juan de Austria, sobre la flota turca el 7 de octubre de 1571…”

Lepanto

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Principio de la creacion y accion gratuita de Dios

26 La reflexión profética y sapiencial alcanza la primera manifestación y la fuente misma del proyecto de Dios sobre toda la humanidad, cuando llega a formular el principio de la creación de todas las cosas por Dios. En el Credo de Israel, afirmar que Dios es Creador no significa solamente expresar una convicción teorética, sino también captar el horizonte original del actuar gratuito y misericordioso del Señor en favor del hombre. Él, en efecto, libremente da el ser y la vida a todo lo que existe. El hombre y la mujer, creados a su imagen y semejanza (cf. Gn 1,26-27), están por eso mismo llamados a ser el signo visible y el instrumento eficaz de la gratuidad divina en el jardín en que Dios los ha puesto como cultivadores y guardianes de los bienes de la creación.

27 En el actuar gratuito de Dios Creador se expresa el sentido mismo de la creación, aunque esté oscurecido y distorsionado por la experiencia del pecado. La narración del pecado de los orígenes (cf. Gn 3,1-24), en efecto, describe la tentación permanente y, al mismo tiempo, la situación de desorden en que la humanidad se encuentra tras la caída de nuestros primeros padres. Desobedecer a Dios significa apartarse de su mirada de amor y querer administrar por cuenta propia la existencia y el actuar en el mundo. La ruptura de la relación de comunión con Dios provoca la ruptura de la unidad interior de la persona humana, de la relación de comunión entre el hombre y la mujer y de la relación armoniosa entre los hombres y las demás criaturas [Cf. Concilio Vaticano II, Const. past. Gaudium et spes, 13: AAS 58 (1966) 1035]. En esta ruptura originaria debe buscarse la raíz más profunda de todos los males que acechan a las relaciones sociales entre las personas humanas, de todas las situaciones que en la vida económica y política atentan contra la dignidad de la persona, contra la justicia y contra la solidaridad.

Este Compendio se publica íntegramente, por entregas, aquí.

Que hay que pensar de las supuestas profecias de San Malaquias

“Con el anuncio de la renuncia de Benedicto XVI, mucha gente habla de “la profecía de los Papas” atribuida a San Malaquías. Pero ¿qué importancia tiene esto? ¿Es algo que deba inquietar o quitar a la paz a los creyentes? Lo analizamos en 9 puntos, que siguen bastante de cerca un análisis del popular bloguero y evangelizador Jimmy Akin…”

San Malaquías

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10 lecciones de Benedicto XVI para la posteridad

“Para mí, hablar de Benedicto XVI es hablar de un maestro, en el sentido más clásico y noble del término, del que he aprendido algunas lecciones inestimables. Algunas de ellas son fruto de su comportamiento, las más, de su magisterio. Todas: expresión de su extraordinaria honradez intelectual y profunda humildad…”

10 Lecciones de Benedicto

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Ungidos de Yahveh

Ungidos de Yahveh: David y la monarquía

1.- Datos históricos

Ya hemos visto cómo la conquista de Canaán fue lenta y progresiva. Poco a poco, las tribus se van instalando en la Tierra prometida. Durante bastante tiempo -unos 200 años- cada tribu conserva su autonomía y su independencia. Pero se sienten hermanas, aglutinadas por un vínculo religioso en torno al principal santuario común en Silo donde también hay una especie de consejo de ancianos para dirimir los posibles litigios entre las tribus. Esta hermandad se expresa también en la ayuda militar que se prestan mutuamente cuando alguna de las tribus se encuentra amenazada por los enemigos de alrededor. Esta es la situación que refleja el libro de los Jueces.

Sin embargo, esta situación es bastante precaria. Y se percibe sobre todo ante la amenaza y la presión de los filisteos. Este pueblo llegado a Palestina poco después de los hebreos e instalados en la franja costera suroccidental, pretende hacerse dueño del territorio ocupado por las tribus israelitas. Ante la presencia de este enemigo, superior en fuerza y en técnica guerrera, las tribus deciden unirse bajo una cabeza común. Esto ocurre a finales del siglo XI a.C., cuando Samuel unge a Saúl como primer rey de Israel.

Tras una serie de actuaciones fulgurantes que consolidan al pueblo de Israel, Saúl cae en desgracia; una serie de actuaciones desacertadas, fruto de su desequilibrio psíquico -usurpación de las funciones sacerdotales, persecución de David, asesinato de los sacerdotes de Nob…- le hacen caer en descrédito. Cuando mueren él y su hijo Jonatán luchando con los filisteos en los montes de Gelboé, David es aclamado rey.

David reina en Hebrón durante siete años como rey de Judá, pero finalmente es aceptado como rey también por las tribus del norte. Con David se afianza la unidad de las tribus y el poderío de Israel. Conquista los enclaves cananeos que todavía permanecían en el territorio israelita desde la época de la entrada de las tribus en Canaán. Conquista Jerusalén y la convierte en capital religiosa y política de Israel con gran acierto, pues hace de bisagra entre las tribus del norte y las del sur. Sobre todo, libera a Israel de manera definitiva de la presión de los filisteos, convirtiéndolos en vasallos. Finalmente, unificado y consolidado el reino, la emprende con los enemigos de alrededor que tanto habían molestado a Israel en épocas anteriores; así somete a Amón, Moab, Edóm, las tribus arameas y los sirios.

Por medio del profeta Natán, Yahveh sella alianza con David (2 Sam. 7), concretando la alianza establecida con todo el pueblo y prometiéndole que sus descendientes reinarán por siempre como ungidos de Yahveh.

A David le sucede su hijo Salomón, que conserva la unidad y estabilidad del reino, alcanzando un notable desarrollo económico y construyendo el templo de Jerusalén. Pero a su muerte (año 931 a.C.), se derrumba la unidad política con el cisma de Jeroboam, constituyéndose dos reinos, el del norte o de Israel (que durará hasta que en el año 721 caiga en manos de los asirios) y el del Sur o de Judá (que durará hasta el año 587, en que será conquistado por los babilonios). A partir del cisma ambos reinos seguirán caminos paralelos, a veces aliados y a veces enfrentados.

En realidad, el descontento ya existía durante el reinado de Salomón. El lujo y la fastuosidad de su corte le llevaron a exigir impuestos desmedidos e incluso prestaciones personales. A su muerte, las tribus del norte exigen a su hijo Roboán una mejora de las condiciones de vida; pero como el nuevo rey no accede, mostrándose inflexible, las diez tribus del norte se rebelan y se independizan acaudillados por Jeroboam.

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