Predicar sobre el infierno es un acto de amor

“No podemos justificar nuestro silencio sobre este tema tan importante diciendo que es una verdad por todos aceptada o recurriendo a lo absurdo: «el infierno espanta a la gente, por eso, es mejor no hablar de él». No podemos separar la misericordia de Dios de su inexorable justicia, porque sería engañarle al pueblo que nos fuera confiado por Nuestro Señor…”

predicar sobre el infierno

Click!

Reflexiones sobre el bienestar

En el lenguaje de los tweets…

1 de 9 En el paraíso todos estaban bien… hasta la serpiente.

2 de 9 El Cielo no es tanto un bienestar sino una perpetua bienvenida; un continuo y gozoso bien-llegar.

3 de 9 Quizás debo agradecerle a Dios que cuando digo que estoy bien la mayor parte de la gente se lo cree.

4 de 9 ¿Cuál es la frontera entre carecer de problemas y contradicciones, y carecer de desafíos y motivación?

5 de 9 El bienestar tiene fronteras bastante borrosas con el aburrimiento, la tentación, la complicidad y la desesperación misma.

6 de 9 Si ya esperas que alguien responda que está “bien” a tu pregunta de cómo está, ¿no es eso empezar a desentenderse de él?

7 de 9 Es vergonzoso pero a veces la única manera de dimensionar uno sus problemas es conocer los verdaderos problemas de otros.

8 de 9 Si educamos al niño para que busque estar bien no lo estamos preparando para la hora dura, que suele ser la más fecundas.

9 de 9 Las almas grandes son las que no saben ni quieren estar bien sino haciendo el bien a todos.

Séptima Lección sobre el martirio

Lección Séptima

Los procesos de los mártires

Evolución del derecho penal romano

Una cierta suavización humanitaria, respecto de la letra dura y formalista del Derecho romano antiguo, parece darse en la evolución de las leyes civiles desde el siglo I al III, quizá a causa del estoicismo que inspiraba a muchos jurisconsultos y a algunos emperadores. Pero, en extraña anomalía, las leyes penales no siguieron en absoluto ese mismo camino. Y es que estas leyes no venían configuradas por las tendencias filosóficas o jurídicas, sino solamente por la política, que en aquella época se manifiesta prepotentemente «imperial», es decir, inclinada al despotismo y hostil a la libertad. Las disposiciones protectoras del tiempo de la República se ven anuladas en el Imperio por la arbitrariedad autoritaria.

Este movimiento retrógrado se acentúa en el siglo III, cuando desaparece el jurado y las causas capitales quedan en manos del prefecto.

La extensión del derecho de ciudadanía realizada en tiempos de Caracalla fue engañosa, pues no hizo gozar a los provincianos de los privilegios de los ciudadanos de Roma, sino que asimiló a éstos a los provincianos, sujetando a unos y a otros a la autoridad de los gobernadores, y suprimiendo el derecho ciudadano del recurso al César, del que en el siglo I usó San Pablo. En este mismo tiempo la tortura, reservada antes a los esclavos, se extiende a los plebeyos libres. Suplicios, como el del fuego, desconocidos antes, quedan inscritos en las leyes. Hay, pues, en el Derecho penal un claro endurecimiento regresivo.

Los cristianos, sin duda, fueron los más gravemente perjudicados por este retroceso del derecho penal. Se reafirmó contra ellos el delito de religión extranjera, antes caído en desuso. Y contra ellos, incluso, se acentuaron arbitrariamente las durezas, ya de suyo graves, del proceso criminal: el arresto, la cárcel preventiva, los interrogatorios, las torturas, la sentencia.

Continuar leyendo “Séptima Lección sobre el martirio”

El llamado Matrimonio Igualitario significa la muerte del matrimonio

“El tren desbocado de la revolución sexual no se detendrá en el “matrimonio” homosexual. Así como las uniones civiles eran un mero trampolín para llegar al “matrimonio” homosexual, el movimiento para redefinir el matrimonio seguirá su curso irresponsable hasta que destruya el concepto de matrimonio y de familia. Pero no acepte mi palabra como tal. Vea lo que los escritores pro-homosexuales, profesores y activistas dicen ellos mismos. Es una verdadera revelación…”

matrimonio igualitario

Click!

Pregunta sobre la vanidad

Padre, la vanidad es un pecado; pero cuando Dios dice que la mujer debe tratar de agradar a su marido en todo, y ella se arregla y se viste bonito para él, ¿eso es pecado? – Preguntado en formspring.me/fraynelson

* * *

El pecado ha afectado todo nuestro ser: alma y cuerpo. Esto incluye la inteligencia, la voluntad, la imaginación, el gusto y la memoria. Y esto sucede en todos, hombres y mujeres, pues en todas hay por lo menos las huellas que ha dejado el pecado original, a las que hay que agregar las abundantes consecuencias y secuelas de nuestros pecados personales, y luego lo que hemos visto y de lo que hemos sido cómplices en nuestras familias, comunidades o países.

El deseo natural y bello de agradar al esposo por supuesto que no es pecado. Ni es pecado que él sea detallista y galante con ella. Y sin embargo, ambos harán bien en permanecer plenamente conscientes de esto: tanto su deseo de agradar como su deseode ser agradados están sujetos a las ya mencionadas consecuencias del pecado. Entonces no todo conviene. Las cosas no van a ser correctas simplemente porque se hicieron “para agradar” a la pareja.

Pensemos en el caso de una mujer que se somete a varias operaciones estéticas, una tras otra, porque quiere mantener, realmente de modo artificial, la belleza de sus veinte años. No sólo gasta millones sino que pone en peligro su salud, llevada por la obsesión de no envejecer por ningún motivo. Uno ve que en ese caso se ha traspasado un límite: hay algo que no está bien.

La norma que propone la Escritura es que el agradar dependa de cosas más profundas y durables que la tersura de la piel o el adorno del cabello. Un atuendo sencillo que resalte, no que reemplace, lo natural parece que es lícito y hace bien. Un cuerpo saludable y una sonrisa llena de amor y cercanía pueden lograr mucho más que el gasto arrogante de mucho dinero, o la obsesión enfermiza por ser siempre joven.

La fe de Benedicto y la pobreza de Francisco, 12 de 12

[La fe del Papa Benedicto y la pobreza del Papa FranciscoRetiro Espiritual para el Monasterio de Santa María Reina, en Zamora, España. Junio de 2013.]

lourdes

Tema 12 de 12: La Iglesia, comunidad de frontera

* Debemos particularmente al dominico Felicísimo Martínez la convicción de que la evangelización, y en realidad, la Iglesia entera está llamada a estar presente sobre todo en las fronteras. por ejemplo: la frontera entre la vida y la muerte; entre la creencia y la increencia; entre una vida miserable y una vida digna; en la pertenencia o no a la fe católica.

* En la misma línea, algunos filósofos y teólogos de la liberación acertaron sin duda al subrayar el riesgo de complicidad con el mundo en que incurre la Iglesia cuando se aficiona al “centro,” al poder, a tenerlo todo a punto, a mano y a placer. Una Iglesia “instalada” es a menudo una Iglesia traidora de su propia vocación e incapaz de realizar con verdad y eficacia su misión.

* Los dominicos sabemos algo de esto por un evento que está grabado en nuestros orígenes: aquellos monjes que con aparatosa caravana querían argumentar con los herejes lograron poco y nada. La “agilidad” del obispo Diego, y de Domingo; su “flexibilidad” para aprender de sus propios adversarios; su “libertad” para apegarse a lo esencial y desprenderse de lo demás, los hicieron instrumentos idóneos para el Evangelio, y para la implantación misma de la Iglesia en regiones que ya estaban prácticamente perdidas.

* Si volvemos a los textos mismos del Evangelio, ¿qué encontramos? A Cristo rodeado de lo más despreciado del mundo. Cristo es el “Dios-con-nosotros” pero los primeros que pueden decir eso, y que lo dicen con el alma colmada de gozo, son los pobres. El mismo Señor lo dijo: “los pobres son evangelizados,” citando a Isaías 61.

* Una anotación parecida hace Pablo a la comunidad de Corinto: “Pues considerad, hermanos, vuestro llamamiento; no hubo muchos sabios conforme a la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que Dios ha escogido lo necio del mundo, para avergonzar a los sabios; y Dios ha escogido lo débil del mundo, para avergonzar a lo que es fuerte; y lo vil y despreciado del mundo ha escogido Dios; lo que no es, para anular lo que es; para que nadie se jacte delante de Dios. Mas por obra suya estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual se hizo para nosotros sabiduría de Dios, y justificación, y santificación, y redención, para que, tal como está escrito: EL QUE SE GLORIA, QUE SE GLORIE EN EL SEÑOR.” (1 Corintios 1,26-31). Y también Santiago, especialmente en 1,9-11; 2,1-7.

* Queda claro entonces el camino de la Iglesia, a partir de la sobriedad, el servicio, la generosidad, el usar las cosas sin dejarnos poseer por ellas, y el buscar en todo cómo se da gloria a Dios y cómo se expresa mejor su amor inconmensurable en favor de los pequeños.

La fe de Benedicto y la pobreza de Francisco, 11 de 12

[La fe del Papa Benedicto y la pobreza del Papa FranciscoRetiro Espiritual para el Monasterio de Santa María Reina, en Zamora, España. Junio de 2013.]

Giotto_Crucifix

Tema 11 de 12: El anonadamiento de Cristo en la Cruz

* El gran himno al anonadamiento de Cristo está en Filipenses 2,5-11.

* Esta vez queremos reflexionar brevemente sobre la expresión que usa San Pablo en el versículo 6: Cristo “no hizo alarde de su categoría de Dios,” dice una traducción; “no retuvo ávidamente el ser igual a Dios,” dice otra. La expresión griega es: “ux harpagmón hegésato” que literalmente significa: “no consideró botín de robo” el ser igual a Dios.

* Dos ideas hay en esa expresión: el que se aferra a lo que tiene y el que exhibe lo que ha conseguido. Es la presunción unida al egoísmo. Es la ostentación unida al cinismo. Es la dureza para con el prójimo unida a la soberbia y el disfrute ilícito. Y todo eso es lo que caracteriza al hombre pecador.

* El “rico,” es decir, el que no entiende ni quiere entender la espiritualidad de los pobres y del Pequeño Resto, es aquel que se apoya en lo que tiene con un corazón repleto de ostentación y egoísmo.

* Pero el que se apoya sobre sí mismo, el que golpea su pecho, como un gorila, para hacer valer su ser, se pierde en realidad de descubrir cuánto vale su ser ante Dios. El que pasa la vida justificándose se pierde de la justificación que Dios le concede.

* El anonadamiento de Cristo es entonces el sello de su unión perpetua con la causa de los Pobres de Yahveh. Él es su expresión más pura, su súplica más perfecta; y a la vez es la respuesta de amor de Dios a su clamor.

La fe de Benedicto y la pobreza de Francisco, 10 de 12

[La fe del Papa Benedicto y la pobreza del Papa FranciscoRetiro Espiritual para el Monasterio de Santa María Reina, en Zamora, España. Junio de 2013.]

virgin-mary-1

Tema 10 de 12: La Virgen de Nazareth

* Los llamados “evangelios de la infancia” (Mateo, capítulos 1 y 2; Lucas capítulos 1 y 2) presentan la transición que va del “Pequeño Resto” al “Pueblo de las Bienaventuranzas.” Los personajes que allí aparecen, como Zacarías, Isabel, Simeón, Ana, y por supuesto: José y María, hacen todos parte de esa espiritualidad que es propia de los que son germen santo, pequeño resto, pobres de Yahveh, supervivientes de Israel. Es necesario leer la vida de la Virgen a partir de ese contexto que fue en el que ella vivió.

* En ese sentido resulta contradictorio rodear de pompa, lujo y circunstancia la devoción a María porque no debe presumirse que las riquezas de esta tierra son la mejor manera de representar la abundancia de dones del Espíritu.

* De hecho, observando con atención uno pronto descubre una hermosa “complicidad” y cercanía entre la Santa Señora y los pobres y sencillos de esta tierra. Hablan un mismo lenguaje. Un lugar, entre muchos, donde ello se percibe muy vivamente es el Santuario de Nuestra Señora del Rosario en Chiquinquirá.

* El modo como maría se ve a sí misma, es decir, como “esclava” del Señor, es en realidad un grito de libertad. En la línea de los Pobres de Yahveh, ella sabe a quién pertenece y a qué voz hace caso. Su palabra habla del escepticismo y distancia frente a los poderes y poderosos de esta tierra.

* Y precisamente por tener esa mirada hacia lo alto, ella muestra la magnanimidad propia del Dios Santo. Junto a la Cruz descubre toda la incapacidad y la traición de los discípulos; pero pronto está junto a ellos implorando el auxilio del Espíritu Santo para todos. De tal modo está su alma elevada a los intereses del Evangelio que sin aspaviento ni resignación forzada perdona y sigue adelante. testimonio sublime para nuestra vida consagrada que a menudo se resfría en su amor por cosas sin importancia.

La Iglesia y su liturgia

¡Qué alegría, poder decir con todas las veras de mi alma: amo a mi Madre la Iglesia santa!

¡Qué bondad la de Cristo al dejar a su Iglesia los Sacramentos! -Son remedio para cada necesidad. -Venéralos y queda, al Señor y a su Iglesia, muy agradecido.

Ten veneración y respeto por la Santa Liturgia de la Iglesia y por sus ceremonias particulares. -Cúmplelas fielmente. -¿No ves que los pobrecitos hombres necesitamos que hasta lo más grande y noble entre por los sentidos?

Canta la Iglesia -se ha dicho- porque hablar no sería bastante para su plegaria. -Tú, cristiano -y cristiano escogido-, debes aprender a cantar litúrgicamente.

¡Hay que romper a cantar!, decía un alma enamorada, después de ver las maravillas que el Señor obraba por su ministerio. -Y yo te repito el consejo: ¡canta! Que se desborde en armonías tu agradecido entusiasmo por tu Dios.

Más pensamientos de San Josemaría.