¿Es importante la doctrina?

“El otro día, intentaba explicarle a un lector ateo algo que a menudo sorprende a quienes llegan por primera vez a InfoCatólica: la importancia que se da aquí a mantener la doctrina católica tal como es y a rechazar las versiones heterodoxas de la misma. Es algo que, para muchos, resulta difícil de entender. Y no es extraño, en una época en la que se sostiene como dogma implícito que todo tiempo pasado fue peor y el mismo adjetivo “heterodoxo” tiene, en principio, connotaciones positivas, aferrarse a algo que tiene dos mil años de antigüedad parece absurdo…”

Doctrina

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Cielo, Infierno y Purgatorio, explicados a los niños

CORDIAL SALUDO FRAY NELSON Y A LA VEZ MI GRATITUD POR LA GENEROCIDAD DE SU CONOCIMIENTO A LA LUZ DE LA FE. ¿COMO HAGO PARA DARLE A “ENTENDER” A LOS NIÑ@S SOBRE LA EXISTENCIA DEL PURGATORIO, EL CIELO EL INFIERNO…PROFESADO EN EL CREDO?

SABEMOS QUE PODEMOS CONSTRUIR UN PEDACITO DE CIELO O INFIERNO EN ESTA VIDA TERRENAL ATERRIZADAS EN NUESTRA PROPIA EXPERIENCIA DE VIDA; SABEMOS TAMBIEN QUE EL CIELO NO SE HA VISTO POR OJO HUMANO, SINEMBARGO, EXISTIERON SANTOS Y SANTAS QUE TUVIERON UNA VISION PROVIDENCIAL SOBRE EL INFIERNO ( SOR FAUSTINA, SANTA TERESA, SAN JUAN BOSCO…ENTRE OTROS.) DICHA EXPERIENCIA SOBRE NATURAL DE MANERA ENTENDIDA COMO ELLOS LA VIERON NO ES PARA NADA AGRADABLE, DE HECHO EL INFIERNO ES EL “LUGAR PARA EL DIABLO Y SUS ANGELES”, COMO EXPLICAR ESTO A LOS NIÑOS SIN ANIMO DE PERTURBARLOS MENTAL Y ESPIRITUALMENTE… ?

¿COMO EXPLICARLES EL SANTO TEMOR A DIOS Y JUSTICIA DIVINA. DIOS LE BENDIGA. PAZ Y BIEN. — M.B.

* * *

[Respuesta preparada por José Santiago B.] Creo que en primer lugar debes hablarles a los niños con la verdad, aunque debemos buscar imágenes que sean comprensibles en función a su edad. Te anexo la mejor catequesis para niños que encontré en La Verdad Católica, es un texto muy adaptado a lo que ellos pueden entender. Te copio unos fragmentos:

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En comunión con ÉL

¡Cuántos años comulgando a diario! -Otro sería santo -me has dicho-, y yo ¡siempre igual! -Hijo -te he respondido-, sigue con la diaria Comunión, y piensa: ¿qué sería yo, si no hubiera comulgado?

Comunión, unión, comunicación, confidencia: Palabra, Pan, Amor.

Cuando te acercas al Sagrario piensa que ¡El!… te espera desde hace veinte siglos.

Ahí lo tienes: es Rey de Reyes y Señor de Señores. -Está escondido en el Pan. Se humilló hasta esos extremos por amor a ti.

Se quedó para ti. -No es reverencia dejar de comulgar, si estás bien dispuesto. -Irreverencia es sólo recibirlo indignamente.

Hay una urbanidad de la piedad. -Apréndela. -Dan pena esos hombres “piadosos”, que no saben asistir a Misa -aunque la oigan a diario-, ni santiguarse -hacen unos raros garabatos, llenos de precipitación-, ni hincar la rodilla ante el Sagrario -sus genuflexiones ridículas parecen una burla-, ni inclinar reverentemente la cabeza ante una imagen de la Señora.

Más pensamientos de San Josemaría.

En diálogo cordial con todos los saberes

76 La doctrina social de la Iglesia se sirve de todas las aportaciones cognoscitivas, provenientes de cualquier saber, y tiene una importante dimensión interdisciplinar: « Para encarnar cada vez mejor, en contextos sociales económicos y políticos distintos, y continuamente cambiantes, la única verdad sobre el hombre, esta doctrina entra en diálogo con las diversas disciplinas que se ocupan del hombre, [e] incorpora sus aportaciones ».[Juan Pablo II, Carta enc. Centesimus annus, 59: AAS 83 (1991) 864] La doctrina social se vale de las contribuciones de significado de la filosofía e igualmente de las aportaciones descriptivas de las ciencias humanas.

77 Es esencial, ante todo, el aporte de la filosofía, señalado ya al indicar la naturaleza humana come fuente y la razón como vía cognoscitiva de la misma fe. Mediante la razón, la doctrina social asume la filosofía en su misma lógica interna, es decir, en la argumentación que le es propia.

Afirmar que la doctrina social debe encuadrarse en la teología más que en la filosofía, no significa ignorar o subestimar la función y el aporte filosófico. La filosofía, en efecto, es un instrumento idóneo e indispensable para una correcta comprensión de los conceptos básicos de la doctrina social —como la persona, la sociedad, la libertad, la conciencia, la ética, el derecho, la justicia, el bien común, la solidaridad, la subsidiaridad, el Estado—, una comprensión tal que inspire una convivencia social armónica. Además, la filosofía hace resaltar la plausibilidad racional de la luz que el Evangelio proyecta sobre la sociedad y solicita la apertura y el asentimiento a la verdad de toda inteligencia y conciencia.

78 Una contribución significativa a la doctrina social de la Iglesia procede también de las ciencias humanas y sociales: [Resulta significativa, al respecto, la institución de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales. En el Motu proprio de erección se lee: « Las investigaciones de las ciencias sociales pueden contribuir de forma eficaz a la mejora de las relaciones humanas, como demuestran los progresos realizados en los diversos sectores de la convivencia, sobre todo a lo largo del siglo que está por terminar. Por este motivo, la Iglesia, siempre solícita por el verdadero bien del hombre, ha prestado constantemente gran interés a este campo de investigación científica, para sacar indicaciones concretas que le ayuden a desempeñar su misión de Magisterio ». Juan Pablo II, Motu proprio Socialium Scientiarum (1º de enero de 1994): AAS 86 (1994) 209.] Ningún saber resulta excluido, por la parte de verdad de la que es portador. La Iglesia reconoce y acoge todo aquello que contribuye a la comprensión del hombre en la red de las relaciones sociales, cada vez más extensa, cambiante y compleja. La Iglesia es consciente de que un conocimiento profundo del hombre no se alcanza sólo con la teología, sin las aportaciones de otros muchos saberes, a los cuales la teología misma hace referencia.

La apertura atenta y constante a las ciencias proporciona a la doctrina social de la Iglesia competencia, concreción y actualidad. Gracias a éstas, la Iglesia puede comprender de forma más precisa al hombre en la sociedad, hablar a los hombres de su tiempo de modo más convincente y cumplir más eficazmente su tarea de encarnar, en la conciencia y en la sensibilidad social de nuestro tiempo, la Palabra de Dios y la fe, de la cual la doctrina social « arranca ».[Juan Pablo II, Carta enc. Centesimus annus, 54: AAS 83 (1991) 860]

Este diálogo interdisciplinar solicita también a las ciencias a acoger las perspectivas de significado, de valor y de empeño que la doctrina social manifiesta y « a abrirse a horizontes más amplios al servicio de cada persona, conocida y amada en la plenitud de su vocación ».[Juan Pablo II, Carta enc. Centesimus annus, 59: AAS 83 (1991) 864]

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