Parejas de fe, esperanza y amor, 5 de 5, Firmes en una misma fe

[Taller para parejas, organizado por la Comunidad Betania, y ofrecido en Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia.]

Tema 5 de 5: Firmes en una misma fe

* ¿Qué bienes trae la fe a la pareja en cuanto tal? Especialmente son tres:

(1) Libra de idolatría, que conduce a decepciones y celotipias.

(2) Mirar en la misma dirección; tener una ruta de realización y servicio.

(3) Tener un lenguaje común; un marco de referencia en valores, especialmente para la educación de los hijos.

Parejas de fe, esperanza y amor, 4 de 5, Cultivar la esperanza

[Taller para parejas, organizado por la Comunidad Betania, y ofrecido en Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia.]

Tema 4 de 5: Cultivar la esperanza

* Un buen modo de captar la fuerza de vida que trae la esperanza es recordar cuál fue el contexto en que se abrió paso el Evangelio. Una parábola histórica sobre cómo la esclavitud fue reventada por la predicación del Evangelio muestra que la esperanza es fuente de vida y libertad.

Parejas de fe, esperanza y amor, 3 de 5, Las raíces de la esperanza

[Taller para parejas, organizado por la Comunidad Betania, y ofrecido en Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia.]

Tema 3 de 5: Las raíces de la esperanza

* Por comparación, es más fácil identificar los bienes propios del amor o de la fe que los propios de la esperanza. de hecho, es fácil y frecuente que se confunda a la virtud de la esperanza con alguna de estas caricaturas: fantasía, simple espera, resignación o entusiasmo.

* La virtud de la esperanza brilla en las dificultades; en este sentido está muy próxima a la fortaleza.

* La verdadera esperanza viene del Espíritu Santo: no responde a simples cálculos humanos ni es un ejercicio de la sola voluntad nuestra. Este don peculiar de la divina gracia permite ver más allá de los obstáculos y abrir caminos muchas veces inéditos en medio de las dificultades.

* Se entiende entonces que uno siente que necesita la virtud de la esperanza cuando el bien deseado parece inalcanzable. Cuando todo va bien, y según lo esperado, uno quizás no hace provisión de la gracia que podrá necesitar al llegar la contradicción, la catástrofe, el accidente, la oposición o la persecución.

* En particular, es importante que las parejas tengan la conveniente familiaridad con el Espíritu Santo de modo que su gracia se aclimate en los corazones que tarde o temprano tendrán que pasar por la prueba.