Renueva la Uncion, 4 de 4: Modos de presencia de Cristo

Renueva la Unción. Retiro con Servidores de Grupos de Oración en Lima. Enero de 2012. Tema 4: Modos de presencia de Cristo.

* Aprender a vivir en la unción es también aprender a convivir con el Ungido. Por eso nos interesan sus modos de presencia, que son sobre todo siete.

* (1) En la asamblea que ora; (2) En la Sagrada Escritura; (3) En la Eucaristía; (4) En los pobres y despreciados de este mundo; (5) En el Cielo; (6) En la propia conciencia; (7) En la voz de nuestros legítimos pastores.

Renueva la Uncion, 3 de 4: Permanecer en Cristo

Renueva la Unción. Retiro con Servidores de Grupos de Oración en Lima. Enero de 2012. Tema 3: Permanecer en Cristo.

* No se puede dar fruto sino sólo estando en Cristo. Si uno dice que está en Cristo y no da frutos, se está engañando a sí mismo.

* Muchos católicos aparentemente buenos se engañan por dos razones: (1) Creen que son buenos porque no hacen cosas malas, o muy malas, y no se dan cuenta que Dios nos ha puesto para que hagamos el bien y no sólo para que evitemos el mal. (2) Creen que son buenos porque no hacen cuenta de las múltiples omisiones, es decir: todo el bien que dejan de hacer.

* Ser bueno es generar conversión, y vivirla; generar santidad, y manifestarla con humilde gozo y gran caridad.

Educacion Catolica, 005

Comparación con la vida religiosa

5. Todos estos requisitos y cualidades del discipulado sin lugar a dudas se contienen en los cánones y las reglas de la vida religiosa. Pero recordaremos elementos básicos del camino espiritual, los cuales por desgracia se han desgastado, y hasta olvidado en el quehacer de la santa Iglesia peregrinante; a grado tal que muchos católicos no saben que deben actualizar en su existir estas tres etapas del camino espiritual, sin importar el tipo de vocación que tengan: deben aprender a ser postulantes, discípulos y en cierto sentido, monjes.

Postulantes, porque no obstante que hayan recibido por el Bautismo todos los dones del Espíritu Santo, los deben actualizar para valorarlos y hacerlos propios. Deben solicitarlos: por ejemplo quien va a entrar a una congregación religiosa debe solicitar a Dios le dé las virtudes de la pobreza, la obediencia y la castidad; a fin de que al hacer los votos le sean confirmadas estas virtudes para emprender su vida consagrada.

Discípulos, porque a partir de una consagración (y todo Sacramento recibido es una consagración), está actuante cerca y en su ser el Maestro divino Jesús y el Maestro de la verdad Dios Espíritu Santo; por lo cual deben emprender el discipulado cumpliendo las cualidades que hemos mencionado. La presencia del Maestro hace al discípulo, y la fidelidad del discípulo implica la presencia en acto del Maestro.

Y el discípulo debe esforzarse por estar siempre alerta para seguir las mociones del Maestro y para servirle. El Maestro es Jesús y su Espíritu, y no hay otro; aunque deba el discípulo obedecer a sus superiores, en los cuales Jesús quiere ser encontrado. Quien no cultiva la obediencia y la fidelidad (virtudes recibidas gratuitamente) no puede ser discípulo de Cristo.

“Monje,” porque debe aprender a estar solo con Dios. Debe construir en su alma, sea cual sea su condición, una “celda interior”; donde solitario y en silencio se vincule con Dios en la contemplación, la adoración, la oración y la meditación. No importa que viva un existir con responsabilidad con cara al mundo, si pide este don, Dios le dará la gracia de lograr la soledad y el silencio en medio del quehacer mundano.

[Texto original de Juan de Jesús y María.]