194.1. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
194.2. El tiempo de aquella Cuaresma inolvidable para la Iglesia de Cristo ha terminado, y tú has visto cómo lo que fue jubileo para todos, algo de continua cuaresma tuvo para ti. Tu jubileo, tu gran jubileo no ha llegado todavía, y precisamente una de las razones de mi presencia explícita en tu vida es conducirte a tu verdadero jubileo.