Curación de los Sentimientos Negativos
1Ts 5,23-24
Después de haber reflexionado sobre la misericordia del Padre, de Jesús, vamos a reflexionar sobre un tema fundamental para nuestra vida, y que brota de la misericordia de Dios, la curación o sanación de toda la persona. En efecto, el odio, los rencores y otros sentimientos dañinos, de los cuales ya hemos hablado, son enfermedades del alma y del espíritu con un gran poder para debilitar el vigor del cuerpo con una cantidad de enfermedades, pero que se pueden sanar.
El Señor Jesús, al encarnarse, ha querido venir a sanarnos de todas nuestras enfermedades y dolencias del cuerpo, del alma y del espíritu. Ordinariamente asociamos la curación con médicos, curanderos, medicamentos y otras ayudas. Pero, sin dejar a un lado a éstos, Jesús asocia la curación con la fe y el amor, y con la proclamación de la Buena Nueva. Los tesoros de fe y amor, que el Señor ha puesto en nuestro corazón, crecen tanto más cuanto más se comparten. Interesarnos por los que sufren, orar por los enfermos y con ellos, es un modo muy práctico de proclamar nuestra fe y expresar nuestro amor, orando por los enfermos y con ellos.

Respiro profundamente, despacio. Ojalá viendo entrar y salir el aire de mis pulmones: el que sale es oscuro, el que entra es claro.
Para algunos de nosotros esta Navidad tendrá un sabor distinto. Estoy pensando en las familias de mis hermanos en el Perú, afectados por el terremoto; estoy pensando en tantos amigos y conocidos en Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, que enfrentan un panorama incierto y duro, para sí mismos y para su país; estoy recordando con amor a tantos en Venezuela que sufren al ver a su país polarizado y tan cerca de un punto de no retorno.
Expresión de los Sentimientos
El modo en que nos movemos, las posturas que adoptamos, los gestos, la forma de respirar, etc, afectan fuertemente nuestro estado anímico. Te invito a que descubras las claves para mantener elevado tu estado anímico.