Victoria, por ahora parcial, para los padres de familia en Ecuador

La Asamblea Nacional de Ecuador ratificó ayer el derecho de los padres de familia a educar a sus hijos «de acuerdo a sus principios, creencias y opciones pedagógicas» sin interferencia del Estado, en temas como la educación sexual.

La decisión del Parlamento se dio en respuesta a los recientes fallos de la Corte Constitucional, como la sentencia No. 003-18-PJO-CC del 27 de junio, que quita la «autoridad tuitiva de los padres» o tutores y se las da al Estado como «salvador externo», cuando se considere que se afecta el «derecho» de los menores «a la educación y a la salud sexual y reproductiva». Esa sentencia también sostiene que las decisiones de los padres sobre los hijos son meras opiniones (párrafo 110).

Viviana de González, presidenta de la Fundación Familia y Futuro, explicó que la ratificación del Congreso tiene sustento tanto en el artículo 29 de la Constitución del Ecuador como en la Declaración de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

«Si bien este pronunciamiento político del Poder Legislativo no tiene carácter vinculante sobre la sentencia de la Corte Constitucional 003-18-PJO-CC, es una clara respuesta a la manifestación pública y ciudadana de medio millón de padres de familia que salieron a las calles el 28 julio en más de 10 ciudades del país», dijo la presidenta de la Fundación Familia y Futuro, integrante del Frente de la Familia.

La marcha se realizó contra la intención del Gobierno de imponer la ideología de género en la educación. También se exigió que se archive definitivamente cualquier intento de reforma para legalizar el aborto en el país.

De González indicó que en la reciente resolución de la Asamblea Nacional también se exhorta a la Corte Constitucional y demás poderes del Estado para que «protejan los derechos de los padres, la familia, la niñez y la adolescencia».

«Organizaciones como el Frente Nacional por la Familia se mantendrán vigilantes para que esta resolución genere acciones concretas a favor de la familia en las distintas instancias del Estado», añadió.

#ModoCentenario

El pasado sábado 23 de junio en rueda de prensa los frailes dominicos de Colombia, guardianes del lienzo renovado de nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, presentaron al país la agenda oficial del centenario de la coronación de la patrona de la nación.

A partir de este lanzamiento oficial y con la eucaristía de apertura del año jubilar el próximo 9 de julio en Chiquinquirá, Colombia entera estará en modo centenario y se hará partícipe de cada una de las actividades se han preparado desde el Santuario Mariano Nacional para celebrar este acontecimiento nacional.

Cabe resaltar que, aunque se celebra 100 años del suceso civil de la coronación, el mensaje central de este centenario gira en torno al acontecimiento milagroso de la renovación del lienzo de la Virgen del Rosario hace más de 400 años en Chiquinquirá.

Así lo asegura Fray Nelson Novoa, prior conventual y rector del Santuario Mariano Nacional de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá “este Santuario es un lugar de renovación para Colombia y la celebración del centenario busca ser un escenario para que peregrinen todos aquellos que deseen renovar sus vidas”.

La celebración del centenario de la coronación de la virgen del Rosario de Chiquinquirá como reina y patrona de Colombia es un pretexto más para recordar a todos los colombianos que, así como en esta ciudad hace 432 años una imagen deteriorada y borrosa renovó nuevamente sus colores, la fe por la Madre de todos los colombianos es capaz de renovar el rostro deteriorado y borroso de esta nación que necesita volver su mirada a Dios.

(Tomado de la página web oficial del Santuario de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá.)

Precioso texto de un ginecólogo pro-vida

Por mi especialidad no puedo pensar por separado en la mamá y en el bebe. Es un binomio: un embarazo exitoso es una mamá sana con un bebé sano. He visto y asistido bebés desde que medían menos de un centímetro incluso cuando aún no son visibles y solamente se observa el saco gestacional que ya es la promesa de una vida en formación.

¿Cuándo el bebe fué mas bebe? ¿A las 14 semanas? ¿A las 30 semanas? ¿A las 40? ¿Y cuándo la mamá es más mamá?

Cuando me dicen que aborto legal no es obligatorio porque no se obliga a nadie a abortar yo respondo aborto legal siempre obliga a un inocente a morir. No puedo callar. Sé que esta lucha probablemente se perderá porque el bebé representa mejores dividendos muerto que vivo, pero de cara a Dios lo importante es presentarnos con la conciencia tranquila aunque hayamos perdido la batalla. Que nuestra voz nunca se canse de defender al inocente.

Dr. Luis Pedro Rodríguez Morales.

Reflexión ante un llanto maldito

Hace días vengo reflexionando con dolor sobre aquellas imágenes–de las más asquerosas que yo haya visto en mi vida: mujeres irlandesas llorando de alegría porque por fin pueden matar a sus bebés. Es algo tan abyecto, tan repugnante, tan contrario a toda capacidad racional, que me he visto obligado a pensar muy a fondo cómo se llega a tales abismos de sórdida depravacion social.

Y dos cosas he visto: una, que quien no se entusiasma hasta el grito de gozo o el grito de batalla por la gloria de Cristo, tarde o temprano regalará su grito o por lo menos su complicidad al poder de las tinieblas. Y lo otro que he visto: la ausencia de Dios se paga en sangre humana. En efecto: no se aparta una nación impunemente de la predicación, la oración y los sacramentos.

San Macario lo dice mejor que yo en una memorable homilía:

Así como en otro tiempo Dios, irritado contra los judíos, entregó a Jerusalén a la afrenta de sus enemigos, y sus adversarios los sometieron, de modo que ya no quedaron en ella ni fiestas ni sacrificios, así también ahora, airado contra el alma que quebranta sus mandatos, la entrega en poder de los mismos enemigos que la han seducido hasta afearla.

Y, del mismo modo que una casa, si no habita en ella su dueño, se cubre de tinieblas, de ignominia y de afrenta, y se llena de suciedad y de inmundicia, así también el alma, privada de su Señor y de la presencia gozosa de sus ángeles, se llena de las tinieblas del pecado, de la fealdad de las pasiones y de toda clase de ignominia.

¡Ay del camino por el que nadie transita y en el que no se oye ninguna voz humana!, porque se convierte en asilo de animales. ¡Ay del alma por la que no transita el Señor ni ahuyenta de ella con su voz a las bestias espirituales de la maldad! ¡Ay de la casa en la que no habita su dueño! ¡Ay de la tierra privada de colono que la cultive! ¡Ay de la nave privada de piloto!, porque, embestida por las olas y tempestades del mar, acaba por naufragar. ¡Ay del alma que no lleva en sí al verdadero piloto, Cristo!, porque, puesta en un despiadado mar de tinieblas, sacudida por las olas de sus pasiones y embestida por los espíritus malignos como por una tempestad invernal terminará en el naufragio.

¡Ay del alma privada del cultivo diligente de Cristo que es quien le hace producir los buenos frutos del Espíritu!, porque, hallándose abandonada, llena de espinos y de abrojos, en vez de producir fruto, acaba en la hoguera. ¡Ay del alma en la que no habita Cristo, su Señor!, porque, al hallarse abandonada y llena de la fetidez de sus pasiones, se convierte en hospedaje de todos los vicios.

Del mismo modo que el colono, cuando se dispone cultivar la tierra, necesita los instrumentos y vestiduras apropiadas, así también Cristo, el rey celestial y verdadero agricultor, al venir a la humanidad desolada por pecado, habiéndose revestido de un cuerpo humano y llevando como instrumento la cruz, cultivó el alma abandonada, arrancó de ella los espinos y abrojos de los malos espíritus, quitó la cizaña del pecado y arrojó al fuego toda la hierba mala; y, habiéndola así trabajado incansablemente con el madero de la cruz, plantó en ella el huerto hermosísimo del Espíritu, huerto que produce para Dios, su Señor, un fruto suavísimo y gratísimo.

Sobre la burla a la religión por parte de algunos políticos

Carta abierta a Gustavo Petro

Permítame referirme al reciente episodio, cumplido frente a la basílica del Voto Nacional, y en el cual recibió usted la adhesión de Antanas Mockus y de Claudia López. Yo adivino, – usted dirá si es equivocada mi percepción – que las circunstancias con que se desarrolló dicho acto no fueron iniciativa suya, sino de ese personaje pintoresco que ahora lo respalda. Ese acto chocarrero se inscribe perfectamente en el estilo teatral, un tanto rufianesco, que lo ha caracterizado; el mismo con que pretendía convertir en acto de autoridad ante sus alumnos un gesto de impúdico exhibicionismo; el que le sirvió para mostrar su desdén frente al matrimonio al celebrar el suyo con tintes circenses y sobre un paquidermo; el mismo con que, en irrespetuosa patanería, le lanzó un vaso de agua en el rostro a quien controvertía sus ideas. ¡Ese es él : el estilo es el hombre!

Pero, doctor Petro, ¡qué equivocación fatal, la suya, al prestarse a semejante bufonada! Quiero decirle que, más allá de la ridiculez de la escena, para nosotros, los católicos, y seguramente para muchos que, sin serlo, guardan una pizca de buen sentido y de respeto, lo hecho por ustedes es una ofensa, un premeditado insulto a valores que profesamos y a cosas que veneramos. El Decálogo que Moisés recibió grabado en piedra es la revelación de normas y principios que orientan nuestro comportamiento privado y nuestras relaciones con Dios y con los demás. Posar, como lo hicieron, de nuevos portadores de mandamientos para usted, esculpidos en piedra como la Ley del Sinaí; mostrar, en una especie de estola, una frase que pertenece a la liturgia eucarística; escoger, para la escena histriónica precisamente el día del Sagrado Corazón y casi el atrio del templo que recuerda la consagración de Colombia a ese Corazón Sacratísimo, todo eso, no me diga usted que no obedece a un propósito perverso. ¿ O es usted tan ingenuo y majagranzas que no se percató de esa intención? No lo creo, usted es sagaz.

Es bueno que sepa, doctor Petro, que con lo que hicieron sus nuevos seguidores, mendicantes de un respaldo que Colombia les ha negado, a nosotros nos han quedado dos cosas perfectamente claras. La primera, su absoluta incoherencia y su disposición a firmar, con el fin de granjearse adeptos, unos compromisos diametralmente opuestos a lo que había afirmado y propuesto durante toda su campaña; imposible confiar en quien tan fácilmente se desdice y negocia sus convicciones. Y la segunda: que jamás podríamos cohonestar o apoyar con nuestro voto a una persona como usted, que en tal forma pisotea los valores morales y religiosos de la comunidad. Si nos faltaba algún argumento para no votar nunca por sus programas, usted y su grotesco moisés nos lo han proporcionado.

Probablemente a usted, doctor Petro, no le importe lo que voy a asegurarle: que oro por usted, y oro para que el Dios de Colombia nos ayude a preservar lo que nos queda de convicciones y principios cristianos.

Publicada por: MARIO GARCÍA ISAZA

La mala suerte de Alfie Evans

Tuviste mala suerte, chaval. Fuiste a nacer en el peor sitio para ser blanco y europeo. Y encima, tus padres son heterosexuales. Joder, es que peor imposible.

Si por lo menos tus padres hubieran sido transexuales o te estuvieran dando hormonas para cambiarte de sexo, ahora mismo las calles de Londres estarían llenas de coloridas manifestaciones protestando por tu muerte. Seguramente, al juez que ha decidido que no merecías vivir le hubieran acusado de transbebehomofóbico o algún palabro similar y estarían pidiendo su cabeza.

Si hubieras sido musulmán, los innumerables imanes y ayatolas de Londres hubieran movilizado a sus vociferantes huestes indignadas por la barbarie de los infieles.

Si hubieras sido africano, miles de tus paisanos se hubieran manifestado pacíficamente quemando contenedores y saqueando supermercados.

Si en lugar de ciudadanos honrados y normales tus padres hubieran pertenecido a la abigarrada fauna que vive de las subvenciones. Si, por ejemplo, tu padre hubiera sido un perroflauta de liendres en rasta y tu madre acostumbrase a manifestarse contra el patriarcado enseñando las tetas, sus congéneres hubieran mostrado su indignación por el hecho de que un juez prohíba a un ciudadano libre salir de su país para recibir tratamiento médico en otro.

Pero es que sólo eras un niño europeo enfermo. La cosa no podía terminar de otra manera, entiéndelo.

Pero no te agobies, porque no estarás solo. En el sitio donde estás ahora no te faltarán amigos de tu edad. Hay muchos. Son todos los niños a los que la democracia considera prescindibles: los niños asesinados por los bombardeos de los demócratas en Dresde, en Hiroshima, en Vietnam o en Siria; los niños violados y masacrados por el Ejército Rojo cuando “liberó” Alemania; los niños palestinos asesinados por el ejército sionista de ocupación; los niños perdedores como tú.

Y los cientos de miles de niños a los que ni siquiera se permite nacer.

Descansa en paz, chaval. Aunque dentro de unos pocos días, esa bacinería hortera que llaman opinión pública se haya olvidado de ti, unos pocos seguiremos recordándote aunque sólo sea para no olvidar la clase de marrajos asesinos e hipócritas que tenemos enfrente.

J.L. Antonaya

¿Hay textos bíblicos con “fecha de expiración”?

Usted publicó hace poco que “Si en la Biblia cada vez que encuentres un versículo que te denuncia vas a “reinterpretarlo” como cosa de la cultura de aquel tiempo, o poniéndole fecha de expiración a lo que no te gusta, recuerda que de Dios nadie se burla: la religión que tú inventes no es capaz de redimirte.” Da la impresión de que sus palabras dan el mismo valor a todos los textos. Pero si uno lee 1 Corintios 11,5 encuentra esto: “toda mujer que tiene la cabeza descubierta mientras ora o profetiza, deshonra su cabeza; porque se hace una con la que está rapada.” Y 1 Timoteo 2,12 dice: “Yo no permito que la mujer enseñe ni que ejerza autoridad sobre el hombre, sino que permanezca callada.” Según la interpretación suya, esos pasajes significarían que comete una ofensa la mujer que no usa velo en la asamblea, y que además debería estar callada y sumisa. Pero luego, gracias a Dios, la práctica de la Iglesia ha sido mucho más humana y comprensiva con las mujeres. ¿Cómo queda su frase sobre la Biblia frente a esos textos?” — X.C.

* * *

Hay un criterio bíblico que nos da Santo Tomás: Lo que Dios ha querido enseñarnos, ha querido decirlo explícitamente en su Palabra; y si hay varios textos donde se trata un mismo asunto, hay que examinar cómo se relacionan unos con otros de manera que sean los textos y no nuestras ideas los que determinen qué debe tenerse como enseñanza definitiva o restringida en una materia. Véanse a este respecto los artículos 8,9 y 10 de la cuestión primera de toda la Suma Teológica.

Según eso, no podemos aislar un versículo y luego afirmar: “Esto dice Dios, ¿vale hoy o no vale?” En efecto para hablar de lo que Dios “dice” sobre un tema hay que tener en cuenta los diversos textos que a ese tema se refieren, y luego ver qué conclusión de alli surge.

En los ejemplos citados, no es difícil ver qué quiere el apóstol. Sabemos por 1 Coritios 7 que el mismo Pablo es consciente de la diferencia que hay entre un mandato divino y un mandato humano. Esa distinción es clave para entender 1 Corintios 11 porque el mismo que dice “toda mujer que tiene la cabeza descubierta mientras ora o profetiza, deshonra su cabeza” termina al final de ese capítulo en tono perfectamente comprensivo y conciliador afirmando: “Juzgad vosotros mismos: ¿es propio que la mujer ore a Dios con la cabeza descubierta? ¿No os enseña la misma naturaleza que si el hombre tiene el cabello largo le es deshonra, pero que si la mujer tiene el cabello largo le es una gloria? Pues a ella el cabello le es dado por velo. Pero si alguno parece ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni la tienen las iglesias de Dios.” Ese final deja claro que él no está mencionando algo que sea Palabra de Dios, irrevocable y eterna, sino que alude a una “costumbre” (en griego: synétheia). Otros textos suyos, por ejemplo de Colosenses, muestran que el apóstol entendía perfectamente que uno no se va a salvar o a condenar por cosas que son simplemente “elementos del mundo” (véase sobre todo Colosenses 2,8).

Algo semejante tenemos en 1 Timoteo 2. Pablo está hablando del hablar con autoridad, no del simple hablar. “No permito que la mujer enseñe ni que ejerza autoridad sobre el hombre,” dice el apóstol. ¿De qué se trata esto de enseñar (didáskein) o ejercer autoridad (authentein)? Para comprenderlo veamos que los apóstoles en Hechos 2,42 “enseñan” y vemos que obran con autoridad sobre la comunidad. El punto es: si enseñar con autoridad fuera propio de la mujer, entonces la mujer podría asumir el lugar de los apóstoles, cosa que es contraria a la voluntad expresa de Cristo, el cual, siendo libre en tantísimas cosas con respecto a las mujeres, eligió solamente varones para el grupo de los Doce.

Pablo, pues, no está prohibiendo a las mujeres el hablar, opinar, conversar, dar testimonio o incluso cuestionar pero quiere ser fiel a lo que ve que tiene raíces en el Antiguo Testamento (por eso la alusión al Génesis) y en la práctica del mismo Cristo. Lo que queda “prohibido” es: asumir o participar directamente de la misión de los apóstoles. En la Iglesia hoy eso se entiende como restricción del sacramento del orden. No tenemos que poner fecha de expiración a estas palabras de Pablo, correctamente entendidas.

Hermoso testimonio de una mujer

Me defino mujer, no porque lo piense, lo quiera, lo imagine o lo idealice; soy mujer primero por voluntad de Dios, soy mujer porque lo gritan mis células, mis cromosomas, mis genes, mi constitución física, y porque lo gritarán también mis huesos aun cuando muera.

Soy mujer porque amo la vida y la defiendo como portadora de ella, como vientre-cuna del no nacido y como pecho que amamanta a la indefensa criatura que sus brazos protegen.

Soy mujer porque no apoyo la esterilización que cauteriza el alma, el aborto que quita el sentido a la vida, la eutanasia que deja un corazón de piedra.

Soy mujer entera y completa y no por ello apoyo odiar al hombre, agredirlo, menospreciarlo y mucho menos reducirlo a la categoría de animal cuando hemos sido creados el uno para el otro por un Dios de amor y comprensión.

Soy mujer inmerecedora de tanta dicha, porque mujer fue la madre de Dios hijo. Inmerecedora de tanta vergüenza cuando veo “mujeres” que ya no son femeninas sino feministas agresivas, masculinizadas, llenas de odio, asesinas orgullosas de sus abortos… o cuando las veo marchar con torso desnudo y defecar públicamente frente a lugares sagrados.

Sí, soy mujer no por la ropa o accesorios, por el largo o color de mi pelo o por algo más que pueda usar o llevar…

¡SIMPLEMENTE ES MI SER SER MUJER!

No me rechazo, no me niego, no me agredo o me mutilo a mí misma. Me acepto y me amo como tal.

Nací, pienso, siento y vivo como mujer. … y así será hasta la hora de mi muerte para la Gloria de Dios!

Helainys E Torres M

Un grito de indignación

Uno llora de rabia y de impotencia. Están asesinando a un niño “legalmente.”

Gracias a Dios hay muchas fotos de Alfie. En ese sentido, a esta hora, queda alguna posibilidad de que se le rescate. No sucede lo mismo con los que son asesinados antes de nacer y no merecieron ser visibles… ni siquiera en una ecografía.

El rostro de Alfie, el dolor de sus padres hace arder mi corazón con una pregunta:

¿Los jóvenes británicos estan en las plazas protestando por el asesinato en vivo y en directo de Alfie Evans?

¿Los “anti-gun” de EEUU o las Femen están marchando para evitar ese crimen? Bueno, ya sabes cuánto hay que creerles cuando hagan sus protestas.

¡Son títeres! ¡Títeres egoístas que parecen querer solamente que el supermercado esté bien surtido y la señal de Internet no se caiga! ¡Todos son títeres!

Jesús, misericordia. Jesús, danos conversión. Jesús, apiádate de Alfie, y del mundo entero.

Afirmar la dignidad de la mujer es afirmar también el don de la maternidad

“En una declaración a los Delegados de la Comisión sobre el Estatus de la Mujer durante un evento sobre la dignidad humana de las mujeres y niñas rurales, el Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, Arzobispo Bernardito Auza, recordó que el trabajo en afirmar la dignidad de la mujer pasa también por el reconocimiento de la feminidad y la maternidad…”

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