Suicidio asistido en Holanda, lo proponen para personas cansadas

“Holanda legalizó la eutanasia en 2002, pero solo para terminales con sufrimiento insoportable. Como algunos vaticinaron, esa estricta indicación, se ha ido ensanchando hacia enfermos psiquiátricos y hacia niños incurables. La nueva propuesta, según ha matizado la ministra de Sanidad holandesa Edith Schippers, se limitará a los ancianos, donde más se da este supuesto. Pero tal limitación suena tan provisional como la del sufrimiento insoportable…”

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Un “muy breve curso” prematrimonial

Más que un curso como tal, es una serie de recomendaciones prácticas, sumamente útiles y oportunas, para quienes están ene l proceso de discernir sobre la pareja con la que desean formar un hogar.

Punto de partida: LA FELICIDAD NO ES IMPOSIBLE

Frases introductorias:

La felicidad no es una meta, es una manera de viajar.
La vida no es lo que a ti te sucede, es lo que tu haces con lo que te sucede.
“Nos hiciste Señor para ti y nuestro corazón estará inquieto hasta que descanse en ti”. San Agustín

Principio fundamental para la felicidad de la pareja: Somos caminantes y el único que nos puede llenar es Dios. Hay que ser conscientes que con la persona que se está casando es un humano, es imperfecto y está en camino, y mutuamente deben ayudarse a llegar a la perfección.

Cinco advertencias:

La gente prepara mucho la boda y prepara poco el matrimonio; mas es importante poner en sintonía dos historias, vidas, corazones, mentes.

Las parejas están dialogando demasiado poco y la gran herramienta para preparar el matrimonio se llama conversación. Dialogar es hacer las preguntas incomodas, difíciles “con la ropa puesta” para ir sintonizando (Ejemplo de pregunta: “Cuando tengamos hijos, ¿Tu que has pensado para la educación de ellos?”)

Si quieres conocer a tu pareja, mira como trata a otras personas, y no sólo a ti.

Examina la generosidad de tu pareja con los que no le pueden pagar.

Cuidado con los que nunca piden perdón (En un hombre, suele ser señal de soberbia, arrogancia, machismo. En mujeres, suele ser señal de mantener una supuesta autoridad moral para poder siempre criticar a un ser inferior, en este caso, el varón).

No hay que pedir unanimidad en todo

Algunas personas se extrañan y otras agreden a la Iglesia Católica en Colombia porque no tiene una posición única y unánime frente al Acuerdo entre el Gobierno y las FARC. Esta es una buena oportunidad para recordar algo que todo católico debe tener muy claro: si bien en asuntos de fe y de moral todos hemos de ser unánimes, no hay que esperar ni menos reclamar esta unanimidad en otros aspectos de la vida personal o social.

En liturgia, por ejemplo, es comprensible que haya algunos sacerdotes y algunas comunidades que sólo parecen vibrar en su mejor nota si todo va en latín. Es válido. Es bello. Es respetable. pero la Iglesia no obliga a que todos todo el tiempo tengamos esa opción.

Sobre la edad para recibir por primera vez la Eucaristía también hay diferencias que son respetables. Mientras que algunos consideran que es suficiente con que el niño distinga con claridad entre pan ordinario y pan eucarístico, otros piensan que hay que tener poco menos que un curso de teología básica para que los niños de Primera Comunión “sepan lo que están haciendo.” No tiene que haber unanimidad en algo así, aunque uno presiente que un camino intermedio es lo mejor. ¿Cuál es el punto EXACTO de ese camino intermedio? Podríamos pasarnos el día discutiendo y seguramente no tendremos un acuerdo al final. Ni es indispensable que lo haya.

La liturgia o la catequesis se prestan para este tipo de discusiones pero no cabe duda de que es la política la que lleva las cosas a un terreno más complejo, por sus múltiples conexiones con el ámbito moral. Pero es la excepción y no la regla que un político presente un programa que sea del todo compatible con la visión moral de la Iglesia Católica: lo más frecuente es que en sus propuestas haya cosas buenas, regulares, malas y pésimas. De modo que, según el peso que se dé a cada uno de estos factores caben distintas valoraciones sin que sea inmediatamente obvio qué debe pesar más.

Por dar un ejemplo de Europa y no de América: hace unos meses se preguntó a los británicos si deseaban salir de la Unión Europea. Una pregunta que tiene implicaciones y ramificaciones inmensas. Nadie esperaría que un SÍ o un NO tuvieran de su parte absolutamente todas las razones. Es lo que suele suceder en asuntos de política.

Por eso estimo que han sido sabios nuestros obispos al invitarnos a los colombianos a participar a conciencia y votar. Después de juicioso examen y reflexión, y si somos creyentes, después de orar con fervor, cada quien dará su voto. Sabemos que lo que viene no es magia: gane quien gane, a todos nos corresponde ayudar a seguir avanzando de modo que todos, niños, jóvenes, adultos, ancianos, podamos convivir de la mejor manera, tan próximos como sea posible al camino que nos muestran Jesucristo y su Iglesia.

Una diputada de Honduras presenta un proyecto de ley para esterilizar a “la clase más pobre”

“La diputada Waldina Paz, del Partido Liberal, anunció recientemente un proyecto de ley para tener dos hijos como máximo y esterilizar voluntariamente a hombres y mujeres, con el fin de disminuir la pobreza en el país. La propuesta legislativa ha sido catalogada por sus críticos como un atentado “contra los derechos fundamentales”. En declaraciones para el canal de televisión HCH, Paz señaló que “esta iniciativa va orientada para tener un control de la natalidad”, y está especialmente dirigida “a la clase más pobre”…”

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¿Cómo hay que votar en el referendo por la paz en Colombia?

Muchas personas me lo han preguntado: ¿Cómo debemos votar en el referendo por la paz?

* * *

Mi respuesta ha sido siempre la que nos han ofrecido nuestros obispos: cada colombiano debe estudiar los acuerdos; reflexionar; si es creyente, hacer oración; y luego votar en conciencia.

Nadie debe interpretar esta postura de la Iglesia como un abandono a sus feligreses, según decía algún irresponsable en una página web. Ese tipo de personas son las mismas que, cuando la Iglesia toma una postura que no les gusta, por ejemplo: en una votación en el senado sobre adopción de niños por parejas del mismo sexo, insisten en que la Iglesia no debe “meterse en política.” O sea que si, en casos moralmente graves y claros la Iglesia habla, se está “metiendo en política;” pero si en casos dudosos y controvertidos apela a la conciencia de las personas, está “abandonando el rebaño.” Todo indica que para algunas personas cualquier ocasión es buena para despreciar y vituperar a la Iglesia Católica.

En mi caso, que es el de millones de colombianos, veo algunas cosas buenas y varias cosas muy malas en los acuerdos firmados entre el gobierno y las FARC.

Es bueno que el jefe máximo de las FARC ordene un cese al fuego. No es un favor que nos hacen pero es de agradecer que podemos esperar mucha menos violencia en términos de secuestros, narcotráfico de guerrilleros y amenazas a la población civil.

Es muy bueno que la comunidad internacional se haya hecho y se siga haciendo presente, especialmente a través de la ONU. La veeduría internacional es un dato importante, que da credibilidad al proceso.

Es mala la sensación de impunidad que ha quedado en millones de nosotros. Simplificando las cosas, parece que los mandos medios y los guerrilleros rasos quedan mayormente exonerados porque la responsabilidad pesará sobre los máximos dirigentes. Pero estos tampoco pagarán gran cosa ni restituirán prácticamente nada porque pasan a ser parte de un movimiento político, y por supuesto, eso requiere que estén plenamente activos en la vida civil. El resumen y sensación es de impunidad. Cosa que choca cuando se tiene en cuenta la dureza de las penas–penas justas, por lo demás–que se han aplicado a algunos militares.

Es muy dañino que en un acuerdo de paz con las FARC haya amplias porciones de texto que consagran como parte del ordenamiento legal colombiano la ideología de género. Muchos miles de colombianos somos lo suficientemente informados e inteligentes como para ver el juego del presidente Juan Manuel Santos: hace unas pocas semanas, cientos de miles de colombianos, principalmente papás y mamás, se manifestaron en contra de la imposición de la ideología de género. El señor presidente anunció ante las cámaras que no se impondría a través del Ministerio de Educación una reglamentación supuestamente “anti-discriminatoria” que dejaba sin derechos a los papás que no quisieran que sus hijos fueran indoctrinados en la mencionada ideología. Pero, ¡sorpresa!, el caballo de Troya vuelve a entrar como un subcapítulo del larguísimo acuerdo con las FARC.

Claramente estamos ante un mandatario capaz de mentir con sus “juegos de póker,” usando la expresión que él mismo ha tomado para referirse con cierto cinismo a sus estrategias y su astucia. ¿Es de fiar lo que pacte un personaje así? ¿Qué otras trampas y bombas de tiempo están por ahí escondidas? ¿Cuántos de los que románticamente votarán por la “paz” darán aprobación a cosas que son realmente muy difíciles de descubrir, salvo para los expertos?

Reitero: cada quien tendrá que votar en conciencia. Son muchos los factores implicados, y mucha la luz que necesitamos para dar el mejor paso en esta coyuntura de la historia de Colombia.

Curso de Sacramentos II, parte 13 de 13: Familias santas, familias misioneras

Familias santas, familias misioneras

Hacia una espiritualidad conyugal y familiar.

Nos apoyaremos en la Exhortación Apostólica Familiaris Consortio del Papa San Juan Pablo II, junto con apuntes magisteriales de los Papas Pablo VI y Francisco.

Multiplicidad de la realidad familiar. Debido a la múltiple repercusión que tiene la familia en la sociedad se puede decir que el futuro de lo sociedad va a depender del futuro de la familia.

¿Por qué hace falta una espiritualidad conyugal y familiar? Porque el cristiano no tiene dos vidas. Al ser bautizado queda impregnado de una espiritualidad que se ve mejorada con una buena familia o bien queda dañada y frenada para siempre. En el matrimonio, o hay un triunfo y un avance en Cristo o bien supone un fracaso cristiano de la pareja. La preocupación por la espiritualidad propia, familiar, social han quedado desterradas por la afectividad egoísta, el sentimiento, el gusto, las decepciones y los fracasos.

Primacía de Jesucristo.

De la misma manera que un candidato al sacramento del Orden lo que le debe llevarle a entregar su vida a Dios es por encima de todo el proclamar la gloria de Cristo, así la primera razón que deberían de tener los novios para casarse es la de darle gloria a Cristo.

El hombre debe entrar al matrimonio para ser Cristo (entrega total) y así hacer plena a la mujer, mientras que la mujer para ser Iglesia agradecida, solícita y fiel del esposo.

Esta Primacía florece en la familia según decía Pablo VI más allá del simple cómo me siento yo ni en lo que me hace feliz a mí. Para ver las raíces de estos problemas puede consultarse una serie de charlas bajo el título Reconocer el naufragio. Aquellos que no han conocido el amor desinteresado y están heridos en este tipo de soledad deben acudir a la Comunidad de Fe que es donde podrán recibir ayuda y sanación.

La pareja se convierte en un signo del Amor de Dios, según San Juan Pablo II. Un signo que expresa:
la capacidad de comunión que significa que Dios puede crear una nueva realidad, un camino de santidad, con el ejemplo sublime de la Familia de Nazaret, así como el muchas parejas canonizadas.

El signo del Amor de Dios se puede desglosar en las Virtudes Domésticas, que son las propias de la convivencia humana, y que han sido resaltadas por Pablo VI. Mencionemos siete:

Abnegación.- Son las renuncias continuas que nos hacen compartir la Cruz. Los más abnegados no son los ermitaños sino los religiosos de vida comunitaria contemplativa.

Respeto.- Reconocer en todo momento los derechos del prójimo. Buscar qué es lo bueno en el otro.

Comunicación.- Evitemos las suposiciones o pensamientos propios sin ninguna base y acostumbrémonos a salir de ellos. Conviene recibir retroalimentación de otros sobre nosotros mismos y de aquello que se nos oculta. No siempre es malo tener cerca aquellos que no nos simpatizan porque nos pueden dar una visión más completa de nosotros mismos. Con esta virtud se nos invita permanente a salir de nosotros mismos.

Perdón.- Algunos les cuesta perdonar porque es una manera de tener poder sobre la persona que te ofendió. Se protege el dolor para sacarlo continuamente y así evitar que la persona pueda crecer. En I Cor 13 se dice que el amor no lleva cuentas.

Educación.- El Papa habla del proceso o bien del camino en el que estamos inmersos. El hecho de ser caminantes nos hace imperfectos porque no hemos alcanzado la meta. Cristo me acepta como soy, pero no me deja como soy. Todo crecimiento requiere plazos.

Acogida.- La familia tiene que ser espacio donde caben todos los excluidos. Sin confundir la acogida y la amistad con la complicidad y con el pactar con los errores o defectos de los demás.

Silencio.- Entendido como una puerta hacia la interioridad. Se ha de aprender a crear espacios donde se entre en uno mismo.

La familia tiene responsabilidad, según dice San Juan Pablo II. El bien de la familia también implica un apostolado propio en la sociedad.

Curso de Sacramentos II, parte 12 de 13: Evolución del sacramento del matrimonio

Sinopsis de la evolución del Sacramento

Evolución del Sacramento del Matrimonio

La singularidad del Matrimonio radica en que los ministros propios de dicho sacramento sean los contrayentes y no los clérigos.

Evolución Teológica:

¿Cuándo empieza a evolucionar? Ya en tiempos de los Profetas la unión de Dios y su pueblo, llamada Alianza, es considerada como la más perfecta. En la palabra Alianza se condensa todo lo que se desea para la unión matrimonial. Esa elección mutua entre Dios y su Pueblo es lo más parecido a la unión de dos esposos. Ezequiel (Ez. 23) lleva esta comparación hasta el extremo donde muestra la relación de Dios y su Pueblo, en este caso de infidelidad. De la misma manera, el profeta Oseas tiene textos desgarradores donde describe la relación con su esposa que le ha sido infiel. Dios es el novio y el Pueblo la novia.

Cristo en continuidad con este lenguaje de los Profetas se compara con el Novio. El celibato de Cristo es profético, consagrado en virginidad, en el cual se espera a la venida de la novia. Una novia que tuvo sanarse, embellecerse y ser preparada para el encuentro nupcial con su Novio.

Para San Pablo, el matrimonio es algo más fruto de un deseo, algo más que una solución para procrear, algo más que un contrato, se mira desde lo sagrado. Es un gran misterio que, a su vez, ilumina otro gran misterio que es la unión de Dios y su Pueblo.

No se puede tocar la realidad sacramental del Matrimonio, sin ofender a Dios. Desde Moisés y con la proclamación de los mandamientos (No adulterarás) se entiende la inviolabilidad del Matrimonio.

Desde un principio se ha visto la unión fecunda del hombre y la mujer como un signo providencial del amor de Dios. La imagen de Dios no está solo en el hombre o en la mujer sino en la riqueza y fecundidad de la unión de los dos, (Gen. 2).

No es de extrañar el gran impacto que a los judíos les ocasionaba el ver maltratada la unión de pareja y la unión de Dios y su Pueblo. El culto a los Baales y cultos mistéricos eran auténticas profanaciones que escandalizaban gravemente al pueblo hebreo. En su carta a los Romanos (Rom 1, 18ss), San Pablo nos describe la ira de Dios en el pasado.

Evolución Comunitaria.

Al igual que la fe y la pareja se benefician recíprocamente, la Comunidad Eclesial y la vida familiar también se iluminan mutuamente. En las Cartas Pastorales (I Timoteo, Tito, …) se habla que un hogar sano facilita el servir en la Iglesia. Y a su vez la realidad familiar debe ser iluminada por la realidad de la fe. La antropología y la teología del Matrimonio deben ir unidas para San Pablo. (Ef. 5) La vida de familia se hace posible solo en el contexto de total sumisión a Cristo.

Hay un realidad sagrada en la unión entre hombre y mujer. La realidad es querida por Dios y estable. La relación está abierta a la fecundidad y a la Comunidad Eclesial. En contraste con el Paganismo, el Adulterio es la negación de toda la realidad sagrada del Matrimonio. Durante siglos no había pecados más graves que Apostasía, Homicidio y Adulterio. El Adulterio es un suicidio moral.

Evolución Litúrgica.

Según San Ignacio de Antioquía en su Carta a Policarpo, sección V, los cristianos se casan pero con bendición del obispo para que el sacramento sea conforme al Señor y no al deseo de los contrayentes.

Los orígenes litúrgicos del sacramento están en que los que contraen Matrimonio debe vibrar en la misma frecuencia que la Comunidad. Familia e Iglesia están sincronizadas. Antiguamente, desde los primero siglos del cristianismo, había una unión entre el consentimiento humano y la bendición divina y no era extraño que se bendijese el tálamo nupcial (Ceremonia galicana). En la espiritualidad cristiana no existe la distinción entre lo privado y lo público. Existe el pudor, la modestia y la castidad, pero no olvidemos que todo pecado tiene una dimensión comunitaria.
En la Edad Media se normaliza las ceremonias en las iglesias y se desechan la liturgia que se realizaba en el hogar de los contrayentes.

El Concilio de Trento se deja claro que lo que constituye el Matrimonio es el Consentimiento.

Repercusiones de la sacramentalidad del Matrimonio: Recupera la conciencia del Matrimonio como fuerza de Gracia. Además, se afirma el ex opere operato, queriendo decir que más allá de las fragilidades de los novios, sacerdotes, … nunca Cristo falta a la cita allí donde se celebra la ceremonia. Cristo llega para quedarse, no quiere irse pero no es magia ni encantamiento.

Pablo VI subraya dos ideas: (i) que la familia sea Iglesia doméstica y (ii) que la Iglesia sea familia de los hijos de Dios.

Curso de Sacramentos II, parte 11 de 13: Hombre, mujer e ideología de genero (2 de 2)

Hombre-mujer e ideología de genero (2 de 2)

Complementariedad del padre y de la madre con la nueva criatura

La relación no es simétrica entre los hombres y las mujeres y por lo tanto el igualitarismo es un error que incluso lleva a la violencia mutua.

Amor femenino.

¿Cómo será la relación de la madre con la nueva criatura? Se llamará una relación desde la continuidad. Esta continuidad se ha convertido en un argumento sofista y muy fuerte para defender el aborto alegando que el nuevo ser es parte de la mujer y puede hacer lo que quiere con el feto. La madre ama el bebé desde la continuidad. Mientras que el padre lo conoce desde la discontinuidad, desde la madre, por tanto es un amor mediado. Según Santo Tomás de Aquino, de Dios no emana el nuevo ser, sino que es diferente a Él mismo y por lo tanto es creado por Él. También hay una discontinuidad ente Dios Padre y el ser humano nacido.

Dar a luz es una experiencia profunda más allá de la fisiología que hace a la mujer más madre y de ahí que las feministas intenten evitarlo. La madre va a ofrecer el soporte, la acogida, el apoyo y la aceptación. La mujer está hecha y confeccionada para que el nuevo ser viva dentro de ella y crezca. El poder de observación en la mujer está desarrollado de una manera especial y analiza el nuevo ser, cosa que el hombre es incapaz.

Amor masculino.

El amor masculino obra desde la discontinuidad desde la distancia. Ve al hijo en contexto, lo ve todo desde fuera, como uno más de una manera objetiva. En el hombre hay una mirada externa con objetividad. El hombre busca solucionar problemas pero también debe aprender a dar más apoyo emocional como hace la mujer. “¿Qué es lo bueno aquí?” es lo que se pregunta él, mientras que la mujer busca más el sentimiento. En definitiva, el hombre se preocupa sobre qué hace (lo bueno), sin embargo en la mujer se pregunta sobre cómo se siente (bien).

Lo que viene de la naturaleza humana es: mirada externa objetiva y exigente para el hombre, mientras en el caso de la mujer ella acoge, apoya sentimentalmente y anima. La combinación maravillosa de estas dos tendencias es lo que hace que el ser humano avance gracias a la complementariedad.

Hoy en día se ha perdido la exigencia paterna y se ha abusado del “sentirse bien”, por falta de padres. La continuidad sin padre se vuelve complicidad. Al no creer en la discontinuidad nos volvemos en un mundo individualista. El amigo es el que no me corrige, critica y se vuelve mi cómplice. Se forman las tribus de gente de iguales gustos que se sienten bien. Llegamos a un subjetivismo, que se convierte en la degeneración de lo femenino por no tener lo masculino.

Jesucristo se compara con el novio, con el esposo y el padre.

En Cristo vemos un modelo de humanidad impresionante. Santo Tomás de Aquino enfatiza que la plenitud de lo humano está en la masculinidad, postura que sin embargo es discutible. Sí es firme en cambio que en Cristo se ve una perfecta combinación de la continuidad y de la discontinuidad, de la acogida y la exigencia, de lo grandioso del corazón del hombre y de la mujer.

El Papa Francisco con la palabra misericordia hace mención a esta maravillosa integración entre la continuidad y discontinuidad. La misericordia en Cristo significa que me Él me acoge como soy (continuidad) pero no me deja donde estoy (discontinuidad). En el pasaje de la mujer adúltera la acoge pero no la deja en la vida de pecado. Cristo me recibe pero también me transforma.

Cristo acoge y exige. A los primeros discípulos se ve cómo los llama (acogida) y los manda predicar (exigencia). A los Zebedeo en su afán por ser los primeros, a San Pedro en su deseo de no permitir la cruz a Cristo, …

La llamada continua del Señor se ve en el seguimiento, donde se encuentra la integración de la acogida y la exigencia. El concepto que reúne, desde el punto de vista bíblico, el cómo me siento así como el qué estoy haciendo: la salvación. En el pasaje de Zaqueo vemos que se siente bien y además hace el bien, prototipo de este seguimiento que salva.

La síntesis de la continuidad y discontinuidad, de la acogida y de la exigencia y del cómo me siento y del qué hago es la misericordia, seguimiento y salvación.

Conclusión: Cuando se anula la diferencia entre hombre y mujer nos privamos de toda la riqueza de su complementariedad y de toda la construcción que ha brotado de la sabiduría, del poder y del amor de Dios.

Curso de Sacramentos II, parte 10 de 13: Hombre, mujer e ideología de genero (1 de 2)

Hombre, mujer e ideología de genero (1 de 2)

Diferencia y complementariedad entre el hombre y la mujer.

Hay quienes piensan que al diferenciar se discrimina a los que no piensan así y que esta no es una postura que totalmente abarca la realidad humana. En la Iglesia, dependiendo las grados, hay diversas maneras aproximar este problema. Desde el punto vista teológico y antropológico conviene argumentar al respecto. Vamos a presentar argumentos sólo antropológicos y otros que son argumentos propiamente cristianos suponiendo la Revelación. Son diferentes.

Argumentos propiamente antropológicos:

Argumentos a priori

– Son los que estudian la bondad o maldad del acto visto en sí mismo independientemente de las consecuencias. Es difícil argumentar de esta manera y de ahí que a veces se recurra y se caiga en trampas como son los sofismas del falso dilema provenientes de la lógica matemática y de ninguna utilidad en el mundo real.

– Necesitamos concentrarnos en el estudio del problema mismo sintetizado en la pregunta: las diferencias de comportamiento entre hombre y mujer ¿pueden explicarse satisfactoriamente solo a partir de factores culturales? Esta pregunta es a priori.

Argumentos a posteriori

– Son los que toman su fuerza para aceptar una determinada postura estudiando no tanto la bondad/maldad del acto en sí, sino por las consecuencias que conlleva. Ejemplo de ellos lo tenemos en la Ideología del Género se han presentado estos tipos de argumentos. Los que defienden esta Ideología piensan que de ese modo la sociedad será más libre, incluyente y abierta.

– Estos argumentos suelen fallar porque muchas veces dependen de encuestas sesgadas, estadísticas apañadas y de opiniones pseudocientíficas que hacen concluir lo que se desea en un momento determinado sin necesidad de ser lo verdadero o correcto. El estudio estadístico de la sociedad, sociometría, es engañoso en la medida en que es manipulable.

– Estos argumentos escogen parcialmente lo que se quiere evaluar y por ello con el manto mágico de la ciencia se puede demostrar lo que se quiere.

Vemos que los factores socioculturales no son suficientes para explicar las diferencias entre hombres y mujeres. La razón es porque los factores biológicos y de configuración psicológica-neuronal-emocional son demasiado diferentes como para negar una diferencia. La demostración se hace a partir de los sentidos y del cerebro humano. Se han hecho estudios con bebés que, sin condicionamientos sociales, sin uso de lenguaje y solo por su interés, se ha demostrado que los niños se fijan visualmente más en las figuras mecánicas y las niñas en los rostros humanos.

– El periodista noruego Harald Eia, nos brinda una interesante investigación, motivada por la búsqueda de la verdad antes que la voluntad de querer afianzar cualquier teoría a priori. Es un video muy ameno que nos permite introducirnos en el gran tema de la ideología de la igualdad de género.

Lo que la cultura del «sexo casual» ha hecho a las mujeres

“Hace algunas semanas, una chica de la Universidad de Stanford fue violada por un desconocido, y su violador recibió una sentencia ridículamente leve. La historia conquistó los titulares en todo el mundo, y provocó una tormenta en las redes sociales. Pero mientras esta “violación entre la basura” es rechazada en todas partes, una amenaza a las mujeres mucho más insidiosa y peligrosa causa estragos ante nuestros ojos sin que lo reconozcamos. Esta amenaza está destruyendo sistemáticamente a toda una generación de nuestras, hijas, hermanas, tías, futuras madres y amigas…”

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Para entender el Brexit

El Reino Unido ha resuelto por votación popular su salida de la Unión Europea. ¿Cómo fue el proceso y qué implicaciones trae?

La masacre en Orlando y la Ley del mar y la ola

El discurso políticamente correcto, con motivo de la masacre del sábado 11 de junio de 2016 en la ciudad de Orlando, Florida, va más o menos de la siguiente forma:

Estamos frente a un ataque homófobo que demuestra hasta dónde son profundas las raíces de la intolerancia en tantas partes. Mientras enviamos un saludo de condolencia a los heridos y a las familias de las víctimas, debemos asegurarnos de hacer más difícil el acceso a las armas, debemos mejorar nuestros servicios de inteligencia antiterrorista y sobre todo debemos insistir por todos los medios en la construcción de una sociedad incluyente en la que estos actos resulten imposibles. Ello supone inculcar a todos, desde la más temprana edad, el mensaje de la tolerancia hacia todas las orientaciones sexuales, y supone castigar duramente todo discurso homófobo, venga de donde venga, con especial atención a las religiones, y sobre todo al cristianismo.

Tal es el mensaje que, con algunos adornos de más o de menos, han enviado los líderes que el mundo padece actualmente, incluyendo a la reina Isabel II, David Cameron, Francois Hollande, y por supuesto Barack Obama. Las naciones se unen para “pagar tributo,” como si se tratara de héroes, a las víctimas del espantoso crimen que segó sus vidas el pasado 11 de junio. De modo que en la zona exlusiva de Soho, en Londres, se observa con piedad laicizada un minuto de silencio; la torre Eiffel se viste del secuestrado arco iris, en Sidney se celebra un secularizada vigilia por las víctimas, y así sucesivamente.

Por supuesto, la irracionalidad y brutalidad de una matanza semejante están fuera de cuestionamiento. Nada puede justificar un acto de agresión que alcanza a acercarse a lo que se hace con tantos fetos humanos antes de nacer. Se trata de un crimen perpetrado y realizado con frialdad, crueldad y altísima sevicia que despierta indignación, asco y repulsa en todos. Eso está claro.

Quien desee quedarse con la versión políticamente correcta, puede parar aquí su lectura. El que quiera seguir, que lo haga asumiendo el riesgo de leer cosas que le pueden cuestionar.

* * *

Asumo que si Usted siguió leyendo lo hizo bajo su responsabilidad.

Quiero referirme a quí a la teoría del mar y la ola, que con otros nombres puede ser conocida en otras partes. Es una teoría fundamentalmente propia de la estadística, de los resultados aleatorios y de la distribución normal descrita en la “campana de Gauss.” No tiene que ver con homofobias, homofilias o islamismo radical pero ciertamente ayuda a entender los fenómenos de radicalización y su prevención real. Se puede aplicar a las acciones extremas propias del arte, la política o los medios de comunicación, con pocas variantes.

La idea fundamental es esta: si estamos frente a un mar encrespado las crestas de las olas y los “valles” entre las olas alcanzarán distintas alturas, las primeras por encima y las segundas por debajo de lo que sería el mar en calma.

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¿Cómo es un buen papá?

“Aaron Hass es profesor de Psicología y Psiquiatría de la Universidad de Los Ángeles. Ha trabajado en terapia familiar durante más de dos décadas, y es padre de dos hijas. Su experiencia tanto profesional como familiar le ha llevado a recopilar una serie de ejemplos a través de los cuales da pautas para ser un buen padre y no un padre bueno…”

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Amoris laetitia – ¿Y ante la confusión, qué?

Así como no se puede tapar el sol con un dedo, tampoco se puede ocultar la perplejidad que muchos fieles experimentan ante un documento tan esperado como es Amoris laetitia, la exhortación apostólica postsinodal con que el Papa Francisco ha presentado tanto las conclusiones del sínodo 2014-2015, como las directrices pastorales que él considera coherentes con lo discutido durante los pasados dos años.

La perplejidad aumenta por dos razones. En primer lugar, hay voces de gran autoridad que están sacando conclusiones diversas, incluso opuestas, mientras afirman basarse en las palabras del Papa. Así por ejemplo, mientras que Mons. Lingayen Dagupan, arzobispo presidente d ela Conferencia Episcopal de Filipinas, invita a que “ya” se abra espacio en la mesa de la eucaristía a los que están en relaciones “rotas,” al mismo tiempo, Mons. Livio Melina, presidente del Pontificio Instituto Juan Pablo II, recuerda a todos que comulgar en esas condiciones entraña pecado grave. (Más información sobre este tipo de divergencias en el magnífico artículo del P. José Ma. Iraburu sobre el Cap. VIII de AL). Nadie que ame a la Iglesia puede llamar a esto una situación particularmente deseable para la Iglesia y su obra evangelizadora.

En segundo lugar, vivimos tiempos de gran crispación en los que los juicios apresurados y absolutos desfilan en todo tipo de ambientes y conversaciones. Hay amigos que, después de asegurarme que la sede de Pedro está vacante, es decir, que no hay legítimo Papa en este momento, me han dado un portazo y me han bloqueado en Facebook. Es una afirmación absurda que de ninguna manera comparto pero que muestra que el volumen de las discusiones ha hecho saltar los quicios mínimos del respeto y la prudencia. Mientras que algunos quieren presentar todo lo anterior al Papa Francisco como una caverna fría de legalismos y abstracciones, otros quieren que veamos en nuestro Papa a una especie de infiltrado, venido de otro tipo de oquedad, sulfurosa y perversa. Y repito: nadie que ame a la Iglesia puede llamar a esto una situación particularmente deseable para la Iglesia y su obra evangelizadora.

Por eso la pregunta: Ante la confusión, ¿qué? Ofrezco algunas sugerencias: Continuar leyendo “Amoris laetitia – ¿Y ante la confusión, qué?”