Contradicciones del feminismo típico actual

Va por delante que hay mucho camino por recorrer para superar la violencia que se ensaña a menudo contra las mujeres, así como las discriminaciones injustas contra ellas–si bien entendemos que no toda diferencia es una “discriminación” en el sentido populista del término.

Con eso bien claro, hay que hacer ver algunas contradicciones, muy frecuentes hoy, que hacen daño en primer lugar a las mujeres:

1. Si se trata de defender a las mujeres, ¿por qué no cuentan las que están en el vientre materno? Lo lógico sería que toda persona que dice defender a las mujeres, las defienda siempre, desde su concepción.

2. ¿Por qué importan tan poco los abusos y horribles discriminaciones contra las mujeres en países de mayoría musulmana? Las feministas de por aquí se envalentonan para ensuciar, incluso con sus excrementos, los templos católicos, pero son mudas y cómplices cuando se trata de la situación de las mujeres en países donde rige seriamente el Islam.

3. Hay demasiado silencio sobre la violencia física, verbal o laboral, de unas mujeres hacia otras mujeres. El deseo de presentar al varón como culpable de todo no solo raya en lo ridículo sino que quita solidez a la argumentación. Muestra, de hecho, que estamos ante una ideología, en el peor sentido de la palabra.

4. Hay testimonios más que suficientes para mostrar que el feminismo típico de hoy NO apoya a la mujer que quiere seguir adelante con un embarazo en condiciones difíciles. ¿No se supone que se trata de apoyar a la mujer en sus decisiones LIBRES? Y si su decisión LIBRE fue seguir adelante con el embarazo, ¿por qué falta el apoyo?

5. Las feministas típicas (de corte feminazi, estilo FEMEN) critican que el hombre trata a la mujer como un objeto. Pero cuando ellas exhiben sus feos cuerpos pintarrajeados, ¿no los están usando ellas mismas como “objetos,” así digan que son objetos “de lucha”?

6. El vínculo entre el feminismo típico y la vulgaridad no se limita a mostrar sus cuerpos. Expresiones como “desayuné con feto,” y otras parecidas, son parte del arsenal de lavado de cerebro para destruir cualquier rastro de ternura, y por qué no decirlo, de feminidad, en las pobres que sigan sus ideas. El feminismo típico de hoy va de frente contra la mujer.

7. Las leyes que privilegian de modo injusto a la mujer insultan a la mujer. Si un cargo alto debe ser dado a una mujer por ser mujer lo que se le está diciendo es: “Tú, por tus capacidades, no podrías lograr esto; pero como tenemos que llenar una cuota, aquí está tu cargo…”

8. Está demostrado que agencias feministas aprovechan dineros públicos para sus propios intereses y su agenda política. ¿Es esa la manera de presentarse como abanderadas de un mundo más justo?

Los grupos globalistas «le hacen la guerra a los cuerpos de las mujeres africanas»

“Su Carta Abierta a Melinda Gates del 6 de agosto de 2012 hizo célebre a la microbióloga nigeriana Obianuju Ekeocha, presidenta de Culture of Life Africa. Se consagró entonces como una de las voces de referencia en África contra el neocolonialismo ideológico que intenta imponer allí la cultura de la muerte, a pesar de la evidente resistencia de sus sociedades. Acaba de publicarse en español su alegato más completo y contundente contra esa imposición: Objetivo África (Homo Legens), con prólogo de Gabriele Kuby, autora de La Revolución Sexual Global…”

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La sexualización de la cultura y la teología del cuerpo

“Millones de personas fuimos testigos este domingo en el medio tiempo del famoso juego americano Super Bowl del show en el que actuaron las cantantes colombiana Shakira y de Puerto Rico Jennifer López. En una cultura donde el empoderamiento de la mujer es apoyado sin considerar los valores morales y la dignidad excelsa que tiene como mujer y dónde ella misma (Jennifer, Shakira) consiente a ser presentada como algo que se puede consumir , es todo un desafío para los padres formar a nuestros hijos con la capacidad de poder controlar sus emociones(afectividad) y comprender que significa su sexualidad y para qué es…”

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La sexualización de la cultura y la teología del cuerpo

“Millones de personas fuimos testigos este domingo en el medio tiempo del famoso juego americano Super Bowl del show en el que actuaron las cantantes Shakira y Jennifer López. En una cultura donde el empoderamiento de la mujer es apoyado sin considerar los valores morales y la dignidad excelsa que tiene como mujer y donde ella misma (Jennifer, Shakira) consiente a ser presentada como algo que se puede consumir, es todo un desafío para los padres formar a nuestros hijos con la capacidad de poder controlar sus emociones(afectividad) y comprender qué significa su sexualidad y para qué es…”

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Por favor, mujer: ve preparando tu testimonio

A mí me ha impactado el valor con el que muchas mujeres están haciendo presencia en las redes sociales para desmarcarse del feminismo radical, ese de los pañuelos verdes, de los senos al aire, las quemas a las iglesias y los coros del violador “eres tú.”

Yo admiro a esas mujeres que no tienen miedo de ser femeninas, inteligentes, exitosas, bellas y muy conscientes de que su sexo no les da ni solo desventajas ni solo ventajas.

Esas mujeres que no tienen que disminuir a un hombre para sentirse mujeres pero que tampoco necesitan que un hombre las desee o las apruebe para saber cuánto valen. ¡Esas son mujeres de verdad!

Son las que no se dejan reclutar fácilmente ni por las modas ni por las tendencias ni por las etiquetas. No son cabezas vacías dispuestas a que cualquier gritona feminista venga a decirles cómo tienen que pensar, qué deben repetir en coro o adónde deben ir a asesinar sus propios bebés. ¡Son mujeres muy, muy valiosas!

Si eres mujer y lees esto, y compartes lo que aquí he escrito, te pido que prepares tu testimonio porque muy pronto te voy a pedir que lo compartas. Vamos a mostrarle al mundo que ser femenina no implica ser feminista. Sobre todo si ser feminista termina significando lo que ya sabemos: feminazismo puro.

Simplemente ve preparando tu testimonio, por favor. Y de antemano, gracias.

Cercan iglesias de Ciudad de México para evitar ataques y profanaciones de feministas

“Diversas iglesias, entre ellas la de San Francisco y el vecino Templo Expiatorio Nacional de San Felipe de Jesús, fueron cercados, ante el peligro de que una marcha feminista anunciada para este 25 de noviembre pueda causar daños. La Arquidiócesis de México publicó imágenes de los templos cercanos en Twitter, añadiendo en un mensaje que “ante la manifestación de este lunes #25DeNoviembre, las autoridades civiles y eclesiásticas dialogan y actúan para tomar las precauciones pertinentes y resguardar los templos, además del patrimonio histórico y cultural del Centro Histórico de la Ciudad de México”…”

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La naprotecnología

“Naprotecnología significa “tecnología de la procreación natural”. Se trata de Medicina Procreativa basada en el reconocimiento del ciclo menstrual, preferentemente mediante el Modelo Creighton, pero también otros (Sintotérmico, Billings), para diagnosticar y tratar las causas de los problemas de salud femenina. Es “natural” porque respeta la naturaleza de las personas y del acto conyugal…”

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«Estoy verdaderamente sola»

“Candace Bushnell, escritora y columnista, es conocida fundamentalmente por haber escrito «Sex and the City» («Sexo en Nueva York» en España o «Sexo en la ciudad» en otros países de Hispanoamérica). Un libro que da lugar a una serie de televisión y dos películas protagonizadas por Sarah Jessica Parker, una escritora de Nueva York que elige su independencia sobre la maternidad (y sí, por independencia puedes entender eso en lo que estás pensando). Ahora al llegar a los 60 años se arrepiente de no sólo de no haber tenido hijos, sino de haber elegido su carrera en lugar de tenerlos, se encuentra «verdaderamente sola»…”

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Una preciosa perspectiva sobre SER MAMÁ

Las mujeres a lo largo de nuestra vida vivimos varias transformaciones que nos renuevan, nos permiten renacer, crear y crecer.

Pero la maternidad, es la transformación más grande que se produce a nivel físico, emocional y mental en el cuerpo de una mujer.

Cuando estamos gestando en nuestro útero la vida de un nuevo ser, sin darnos cuenta, estamos creándonos a nosotras mismas como madres.

En cada fase, una parte de nosotras muere para renacer una nueva mujer, más creativa, más amorosa, más intuitiva, más sensible…

Estas cualidades nos permiten caminar a través de la maternidad con más fuerza, seguridad y poder, más conectadas con nuestro cuerpo, nuestro bebé y con la naturaleza mamífera del ser humano,…

Este proceso transformador y maravilloso, pone patas arriba nuestra vida. En el momento en el que nos pensamos madres, incluso antes de haber concebido a nuestro bebé, muchas mujeres sienten un resurgir de lo más profundo de nuestro inconsciente, emociones a las que quizá no sabemos ni poner nombre y que en otras ocasiones nos cuesta mirar de frente porque nos inquietan o molestan.

Nuestro cuerpo, nuestro ser, se convierte en un huracán de emociones, alegría, miedo, inseguridad, tristeza, duda, angustia, amor,…

Todas tienen cabida en nuestro cuerpo de mujer, porque todas forman parte de nuestras vidas y vienen a contarnos algo que debemos saber antes de que llegue nuestro bebé.

Atender esas emociones es necesario para que la transformación se transite con calma y nos prepare de forma agradable y placentera para la llegada de nuestro hij@.

La sociedad actual, con sus prisas, el ruido mental incesante y la deshumanización que arrasa en todos los ámbitos de la vida, ha provocado que muchas mujeres vivan la maternidad con prisas, angustia, malestar, sin escuchar sus emociones, sin disfrutar del proceso grandioso que es dar vida.

Es importante tomar conciencia, que todo lo que la madre vive en su embarazo, parto y crianza, también es vivido por el bebé. Por este motivo, es necesario cuidar este momento sagrado, que marcará de alguna manera tanto la vida de la mamá como la del bebé.

Hay muchas cosas que deberían cambiar para que se genere el bienestar necesario en torno a la llegada al mundo de un nuevo ser, tanto a nivel laboral, como social y también sanitario,…

Pero las mujeres NO podemos dejar en manos de otras personas, ni nuestras vidas, ni la de nuestros hijos.

La maternidad nos ofrece la oportunidad de reconciliarnos y conectar con nuestro cuerpo, que será el primer hogar de nuestro bebé.

También nos permite escuchar y cuidar a la niña que llevamos dentro para que sus miedos no interfieran en la crianza de nuestras hijas e hijos.

Pero la gran transformación que nos permite transitar la maternidad, es la oportunidad de AMARNOS, RESPETARNOS y CUIDARNOS como DADORAS DE VIDA.

[Tomado de un escrito de Miriam Toledo]

Aprendiendo de Maria cómo ser verdaderas amigas

Dios nos hizo para la comunión, y a las mujeres, se les ha dado un don increíble. De hecho el valor fundamental de las mujeres es su habilidad de recibir al otro, ese don de receptividad que se caracteriza por el donarse uno mismo, dando el regalo de la presencia.

Es un regalo especial que es importante para la sociedad hoy en día, dar testimonio de la primacía del amor, primacía al corazón.

Esto es a lo que San Juan Pablo II se refiere cuando habla del genio femenino. ¿Y quien encarna esto mejor que Nuestra Santísima Madre? Reflexionando sobre la amistad auténtica, podemos ver su relación con su prima y alma gemela, Isabel, en la historia de la visitación, en el Evangelio de Lucas.

Mis imágenes favoritas de la visitación son aquellas que retratan la alegría de Isabel y María, cuando se saludan y comparten la alegría de la otra. Ellas reciben el don de la otra y por el regalo de la presencia se dan el regalo de cada una a la otra.

En la amistad auténtica podemos reconocer y aceptar humildemente el don del otro que es amado por Dios.

¿Has experimentado alguna vez a un amigo auténtico que te dio su completa atención? ¿Donde no son fácilmente distraídos por algo ocurriendo a su alrededor o por su celular apagándose? ¿Qué experimentas, sino el saber de que eres amado?

Aun puedo recordar cuando mi Hermana en Comunidad estuvo completamente atenta a lo que yo estaba tan emocionada de compartirle. Yo estaba entrando a la cocina sintiendo que estaba a punto de explotar con mi noticia. Sus simples movimientos de parar lo que estaba haciendo, alejarse de la tabla de picar y del mostrador y voltear hacia mi dándome su completa atención, me mostraban que lo que yo estaba a punto de compartir era lo único que importaba en ese momento.

María e Isabel compartieron la alegría de la otra por el regalo de una vida nueva. Ambas experimentaron lo que era humanamente inexplicable y humildemente aceptaron su regalo en la fe.

Como mujeres, se nos ha dado el don de la receptividad, lo que comienza con conocer a un Dios que nos ama. Pero ¿cómo es posible que a veces podamos tener dificultad en recibir el don de alguien más? En lugar de eso, se nos hace más fácil dar que recibir. Tal vez sea porque para recibir, tenemos que ser capaces de mostrar y aceptar nuestra propia vulnerabilidad.

María se reconoce a sí misma como la “esclava del Señor” y humildemente recibió “del Todopoderoso que ha hecho grandes cosas en ella”

Un ejemplo en mi propia vida fue cuando una Hermana y yo regresábamos a casa luego de pasar el día de excursión y me di cuenta de que ya no tenía mi billetera. Buscamos dentro y alrededor del carro, en cada rincón y grieta posible, nada. Mi corazón se hundió.

Sabía que ambas habíamos estado esperando el siguiente par de horas para un poco de oración, descansar y cambiarnos a un habito limpio antes de unirnos al resto de las Hermanas en la cena.

La Hermana sugirió volver al parque y buscar la billetera. Era un viaje de 30 minutos de ida, y ahora el tiempo libre que teníamos iba a ser gastado en volver al parque. Regresamos al parque, pero luego de buscar y revisar con la estación de guardabosques sin éxito en encontrar la billetera, empezamos a regresar a casa.

Mientras estábamos saliendo, volvimos a pasar por el lugar donde nos habíamos parqueado antes y vimos un carro saliendo, y decidimos revisar una vez más. Fue en ese momento que mis ojos captaron algo en la tierra y salté del carro, y ¡ahí estaba la billetera cubierta de tierra! ¡Definitivamente un milagro!

En el camino a casa sentí un alivio marcado con un sentimiento que solo me dejo muy callada. Me di cuenta de que estaba agradecida de tener la billetera de vuelta y estaba profundamente tocada y honrada por la espontanea generosidad de mi Hermana.

Nuestro Señor me estaba pidiendo humildemente recibir el regalo que Él me estaba dando a través de ella.

Y una vez más estaba aprendiendo de Nuestra Bendita Virgen María lo que significa darse uno mismo auténticamente en amistad a través del don de uno mismo, de la presencia y de la humilde gratitud.

Adaptación y traducción por Valeria Arias, del artículo publicado en: Integrated Catholic Life, autor: Carmelite Sisters.