ESCUCHA, El precio de la deshonestidad

[Conferencia en el 13er Encuentro de ACOLTÉS, que agrupa Empresas de Transportes Especiales (educativos, turísticos y empresariales) en Colombia. Julio de 2013.]

Encuentro de Transportadores

* Cuando se piensa en el costo y esfuerzo que tiene ser correcto y honesto, es fácil sentirse tentado de buscar atajos en la vida: creerse uno muy astuto y pensar que achicando a otros uno se vuelve más grande, o derribándolos uno es más alto.

* La verdad, sin embargo, es que la deshonestidad tiene un altísimo precio: en la salud que se arruina, los matrimonios que se acaban por desinterés y egoísmo; las familias que se destruyen; y sobre todo: en carga social de corrupción para la sociedad. Es verdad que luego creemos que con más cárceles o con más organismo de vigilancia todo se mantendrá en su cauce pero la experiencia muestra que eso no es así.

* El poderoso mensaje de Cristo, que revela la dignidad y valor de cada ser humano, es la clave de lenguaje que puede sustentar una propuesta de sociedad renovada en la solidaridad y la justicia. Tal propuesta es como entrar en aguas nuevas, y en ellas no nos faltará la inspiración y protección de la Virgen María.

Llámala fuerte

¡Oh Madre, Madre!: con esa palabra tuya -“fiat”- nos has hecho hermanos de Dios y herederos de su gloria. -¡Bendita seas!

Confía. -Vuelve. -Invoca a la Señora y serás fiel.

¿Que por momentos te faltan las fuerzas? -¿Por qué no se lo dices a tu Madre: “consolatrix afflictorum, auxilium christianorum…, Spes nostra, Regina apostolorum”?

¡Madre! -Llámala fuerte, fuerte. -Te escucha, te ve en peligro quizá, y te brinda, tu Madre Santa María, con la gracia de su Hijo, el consuelo de su regazo, la ternura de sus caricias: y te encontrarás reconfortado para la nueva lucha.

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