Ser religioso o ser espiritual

Dios le pague y lo siga bendiciendo enormemente, Fray Nelson. ¿Podría ilustramos sobre: diferencias, ventajas o un paralelo entre alguien religioso y alguien espiritual? –LJCP.

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Se ha dicho, y creo que es cierto, que las palabras a veces son como seres vivos, que van pasando por distintas etapas, que en este caso sería distintos significados.

Hay por lo menos tres significados conectado con la palabra “religioso”:

R1) Persona que le da importancia a la religión en su vida, de modo que encuentra respuesta a las preguntas más trascendentales de su existencia en alguna religión.

R2) Persona que pertenece a una comunidad religiosa, como decir: un fraile franciscano es un religioso.

R3) Persona consagrada, en general, es decir, incluyendo a los sacerdotes diocesanos, que no son de comunidad religiosa.

Con respecto a la palabra “espiritual” encontramos hoy, en el uso común:

E1) Persona que quiere “trascender” en su vida, es decir, que no se limita a lo puramente material o “mundano.” Para mucha gente esto significa que esta persona hace actividades que no reportan un beneficio económico o de placer inmediato, como por ejemplo: meditar (y se entiende esta meditación al estilo budista zen). Este tipo de persona no busca una religión “institucional” sino que satisface sus necesidades de espiritualidad eligiendo a su propio criterio dentro de un conjunto amplio de lecturas y prácticas sin seguir propiamente a nadie.

E2) Persona que lleva una vida de piedad, y es conocida por su devoción, por ejemplo a través de las visitas al Santísimo o la práctica frecuente del Santo Rosario.

E3) Persona que ha tenido una fuerte experiencia del amor de Dios y de la acción del Espíritu Santo.

Casi siempre que se oponen “religioso” y “espiritual” lo que se quiere contraponer son los significados R1 y E1, es decir: los “espirituales” serían personas que buscan el bien de la “trascendencia,” entendida de modos muy subjetivos y muy mentales, sin “atarse” a una religión organizada o “institucional.” Ese carácter anti-institucional es visto como una señal de libertad subjetiva y de madurez de juicio, aunque luego lleve a la persona a tomar decisiones desastrosas o ridículas.

La razón por la que ese “espiritualismo” resulta tan atractivo es clara: si no pertenezco de verdad a ninguna tradición religiosa, entonces yo soy la autoridad máxima de mi religión, que tiene un solo adepto: yo mismo. Y eso permite decidir por mi propia cuenta qué es lo que yo voy a llamar bueno y qué es lo que consideraré malo. Con lo cual, ese espiritualismo subjetivista sirve para calmar conciencia frente a las exigencias de una moral más razonada y sobre todo más objetiva.

¿Quién es un “Azazel” mencionado en el libro Levítico?

Padre, en el libro de Levitico capitulo 16 verso 10 menciona un macho cabrio que echan en suerte y dice que es para Azazel. ¿Quién es ese Azazel?

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Era un modo de entender el perdón. En aquella época los hebreos sentían que le podían echar encima sus pecados a un animal, y que ese animal yéndose al desierto se encontraba con los demonios, y los demonios, y entre ellos Azazel, se quedaban con esos pecados. Un modo un poco rústico, apenas inicial, de entender lo que es la redención.

Sin embargo, tengamos presente que los estudios de AT suelen ser más áridos, difíciles de entender y difíciles de aplicar. Por eso en las primeras etapas de nuestra formación bíblica y cristiana es mejor concentrarse en el Nuevo Testamento.

¿Sabemos quién era el Discípulo amado de que habla el Cuarto Evangelio?

¿Estamos seguros de que al hablar del discípulo amado se trataba de San Juan? – JJG.

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Ha habido y seguramente habrá discusiones sobre el perfil exacto del Discípulo Amado. Yo personalmente sigo la tradición más antigua, que lo identifica con San Juan. Mi motivo principal es que no cabe que Jesús encomendara a su Madre al cuidado de una “idea” o “ideal de discipulo.” Es perfectamente natural que haya sido una persona específica la que en ese momento tomó cuidado de Ella, cosa indispensable en una sociedad que dejaba gravemente desprotegidas a las viudas.

La impresión que me dejan los autores que dicen que el discípulo amado es una especie de “modelo general” de discípulo, o los que dicen que se trata de quién se deja amar más por Dios que ahí se está añadiendo demasiada especulación de la propia cosecha: eso de que lo que importa es quién se deja amar más por jesús, eso suena “razonable,” pero no viene del texto; viene de ideas nuestras o de esa persona. No es buena idea seguir uno sus ideas para buscar el sentido de un texto bíblico.

¿Qué significa teológicamente que el Cirineo ayudó a Jesús con la cruz?

Vamos a apoyarnos en una recopilación de interpretaciones antiguas hecha por Santo Tomás de Aquino. Se conoce como la Catena Áurea. En el pasaje correspondiente encontramos estos datos:

Orígenes:

No obligaron a Simón por casualidad, sino que fue llevado a aquel lugar sin duda alguna, por disposición divina para que el Evangelio lo hallase digno del ministerio de la Cruz de Cristo. No convenía que llevase la Cruz únicamente el Salvador, sino que debíamos también llevarla con El, cumpliendo así con la obligación saludable que nos correspondía. Y en verdad que no nos hubiese aprovechado llevarla nosotros si El no la hubiese llevado.

San Jerónimo:

Hablando en sentido espiritual puede decirse que las naciones se convierten a la cruz, y el extranjero obediente lleva la ignominia del Salvador.

San Hilario:

Los judíos eran indignos de llevar la cruz de Jesucristo, porque había quedado como patrimonio de la fe de los gentiles el recibir y compartir la cruz del redentor.

Remigio:

Este Simón, en verdad, no era de Jerusalén, sino peregrino y extranjero, esto es, Cirineo. Cirene es una ciudad de Libia; Simón quiere decir obediente y Cirineo, heredero; por lo que propiamente se designa al pueblo gentil, que era peregrino respecto de los testamentos de Dios. Pero cuando creyó se convirtió en ciudadano de los santos, y heredero doméstico de Dios.

San Gregorio Magno:

O en otro sentido, en el Simón que carga con la obligación de llevar la cruz del Señor, están figurados los abstinentes orgullosos que afligen en verdad su carne con la abstinencia, pero que no buscan interiormente el fruto de ella, por cuya causa, si bien Simón lleva la Cruz no muere en ella. Porque los que se abstienen y se vanaglorian, si bien por la abstinencia mortifican su cuerpo, por el deseo de gloria viven para el mundo.

¿Por qué hay en la Iglesia tanta diferencia entre los tiempos primitivos y los nuestros?

Padre Nelson: Cuando leo las historias admirables de los mártires en el coliseo romano, o cuando leo de los milagros espectaculares del libro de los Hechos de los Apóstoles, me pregunto: ¿dónde están esas obras en nuestro tiempo? ¿No se supone que uno debería ver cosas maravillosas con más frecuencia? ¿O es que por el hecho de que ahora contamos con métodos muy precisos como son los de la ciencia moderna resulta que no había tantos milagros antes? – NF.

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En tu pregunta mencionas dos situaciones distintas: la de los mártires y la de los milagros.

En cuanto a los mártires, no tengamos duda: en nuestro tiempo hay, numéricamente hablando, una “nube de testigos,” como dice la Carta a los Hebreos (12,1): simplemente recordemos los dolores, privaciones, torturas y muerte que ahora mismo han experimentado o están experimentando tantos cristianos en Siria, Irak, Yemen, Nigeria, Libia o Egipto. Los espantosos tormentos a que están siendo sometidos nuestros hermanos en la fe tienen la grandeza de un amor sublime pero también tienen toda la carga de crueldad de los tiempos antiguos.

En cuanto a los milagros, tengamos en cuenta dos cosas. Primera, que cada proceso de beatificación o de canonización de los que no han muerto mártires, tiene como requisito que haya sucedido un milagro comprobado. Y comprobado quiere decir lo que entendemos usualmente: comprobado científicamente. Lo que hay que preguntar no es si hoy suceden muchos milagros sino: ¿cómo es que tantas personas vivan prisioneras del materialismo o del cientificismo si la misma evidencia científica muestra que hay cosas inexplicables para la ciencia, es decir: milagros?

Lo segundo que hay que decir es que los milagros que más le interesan a Dios son las conversiones. Y una conversión, si lo pensamos bien, no es un prodigio pequeño: que una persona tenga todo dispuesto en su vida, en su corazón y en su mente para negar la obra divina o incluso su existencia, y después llegue a profesar con amor su fe, y dejarse matar por ella, ¿qué es eso, sino un milagro impresionante? Y de esos milagros suceden muchos, como pueden dar testimonio tantos que están evangelizando en todo el mundo.

Así que, abramos nuestros ojos, y con mayor gratitud y empeño, sigamos anunciando el Nombre de Jesucristo.

¿Se puede anular un matrimonio católico?

¿Ha cambiado la legislación de la Iglesia Católica sobre la indisolubilidad del matrimonio debido a las reformas que ha hecho el Papa Francisco?

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De ninguna manera. El Papa no ha cambiado ni ha querido cambiar, ni podría cambiar, lo que es y significa el matrimonio en la Iglesia Católica. Como él mismo lo ha manifestado varias veces, él es servidor e hijo de la Iglesia, no su dueño; además, la autoridad última no está en el Papa sino en la Palabra de Dios que hemos recibido de los profetas y los apóstoles. Y la Palabra de Dios es muy clara sobre lo que es el matrimonio. Algunos textos de Aciprensa son útiles en este contexto:

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¿Dónde puedo acceder a los enlaces que se publican en fraynelson.com?

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¿Es verdad que en el fondo lo único que importa es que uno sea bueno, y no tanto la fe que tenga?

Le preguntaron a Felipe Gómez, laico católico, padre de familia y misionero, una opinión sobre esta frase: NO IMPORTA EN LO QUE CREAS (sostienen algunos), LO QUE IMPORTA EN ESTA VIDA, ES SER BUENO. ¿Qué decir ante esa manera de pensar?

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Esta hermosa frase, tiene tanto de larga como de ancha. Puede ser tan sana como dañina. Hace parte del diccionario relativista más común de nuestros tiempos y debemos desmenuzarla tratando de comprender su significado, para bien de nuestras convicciones.

NO IMPORTA EN LO QUE CREAS? Si importa!

No es lo mismo creer en los astros que en Jesucristo. No es igual ser politeísta o ateo que Cristiano.
No sabemos con certeza que ocurrió para que el hombre se hubiera volcado contra Dios, tal vez si comió de un fruto de un árbol, (me parece convincente la narración del Génesis) o tal vez cometió otro tipo de pecado de tal gravedad que hizo que nuestra alianza de amor con Dios se rompiera para que fuéramos expulsados del paraíso. Jesús viene en la plenitud de los tiempos, nace en un pesebre, nos predica, hace milagros y nos muestra el camino, la verdad y la vida. Jesús nos deja ver su grandeza contenida no tan solo en sus palabras, sino también en sus acciones. Jesús ama, sirve y se da a nosotros hasta la más cruel muerte en la cruz, redimiendo (rescatando) a la humanidad entera con su sacrificio. Jesús mis hermanos, es DIOS. Jesús no es solo un profeta o un sabio, no es tan solo un pensador que desapareció con el paso de los años, Jesús está vivo y resucitado. Luego no es lo mismo creer en el Hijo de Dios vivo, que creer en cualquier cosa o simplemente no creer en nada.

LO QUE IMPORTA EN ESTA VIDA ES SER BUENO?

¿Y quien nos asegura que sin Dios podemos ser buenos? Por cierto, ¿que significa ser bueno? Y a quien pertenece esa bondad que nos atribuimos como nuestra?

La definición del diccionario acerca de la bondad es: La inclinación o tendencia natural a hacer el bien. ¿Natural? No. La bondad es un don del Espíritu Santo, es un regalo Divino, no una característica humana y menos natural. El amor |verdadero y hasta sus [ultimas consecuencias] es completamente sobrenatural.

¿Cómo podemos llegar a amar a nuestros enemigos (Romanos 12,17) o bendecir a quienes nos persigan? ¿Como poder tener sentimientos de nobleza hacia quienes nos hacen daño, nos maltratan y hasta nos pueden quitar la vida?

El mensaje de la cruz es contrario a la naturaleza instintiva del hombre que devuelve mal por mal.

Nosotros [por nuestras solas fuerzas] nunca seríamos capaces de decir: “Perdónalos porque no saben lo que hacen” sin la gracia de Dios. Los hombres sin Jesús, no queremos misericordia, sino una justicia acomodada que se parece más a la venganza.

La bondad practicada en cualquier hombre, cualquier cultura e incluso en cualquier momento de la historia, ha sido un descubrimiento de la gracia de Dios. Hemos podido encontrar actos de amor en todo momento, cultura e incluso credo, y esto se lo debemos a la ley natural de Dios escrita en nuestros corazones, pero no es nuestra.

Una vez se ha revelado el amor y la bondad en Jesús, no podemos seguir insistiendo que lo importante es ser bueno, es más acertado tratar de comprender que lo importante es llamar a las cosas por su nombre y dejar de atribuirnos una cualidad que no viene de nosotros sino de Dios. DIOS es bueno, El es la bondad infinita, DIOS es amor.

“Cuando salía para seguir su camino, vino uno corriendo, y arrodillándose delante de Jesús, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Y Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo uno, Dios” (Marcos 10, 17-18)

Jesús no está diciendo con esto que El no sea bueno, está recordándonos que ese “maestro bueno” es una cualidad que lo adorna a El y solo pueden reconocer quienes tengan el Espíritu Santo.

Conclusión: Sí importa en lo que creas, o más bien, en quién creas, y lo importante es ser bueno a imagen y semejanza de Dios y reconociendo su gracia. Jesús es la bondad hecha hombre. Dios los bendiga.

¿Pelagianismo en una homilía de Juan XXIII?

En la homilía de inauguración del Concilio Vaticano II el Papa San Juan XXIII dijo: “No es que falten doctrinas falaces, opiniones y conceptos peligrosos, que precisa prevenir y disipar; pero se hallan tan en evidente contradicción con la recta norma de la honestidad, y han dado frutos tan perniciosos, que ya los hombres, aun por sí solos, están propensos a condenarlos, singularmente aquellas costumbres de vida que desprecian a Dios y a su ley, la excesiva confianza en los progresos de la técnica, el bienestar fundado exclusivamente sobre las comodidades de la vida.” ¿No supone ello una tendencia pelagiana? –Diálogo abierto en un foro católico.

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Yo tengo una perspectiva distinta y no veo pelagianismo en esa homilía de San Juan XXIII.

Aquel Papa se refería, no a una virtualidad del ser humano por sí mismo, sino a la dureza de los acontecimientos propios de la postguerra, la guerra fría y los espantosos conflictos en Cuba y Corea. A este respecto conviene leer Pacem in terris 126-129.

Hago una comparación: el gato que es echado a fuerza de agua caliente de una casa aprende a no ir por allá. No es una virtualidad del gato; no es un gato pelagiano, es simplemente que la dura lección modifica su comportamiento.

Su propósito en esa homilía es resaltar el área común de acuerdo que él ve entre la propuesta del Evangelio y las duras experiencias que han llevado a la humanidad a rechazar los abusos del poder y de la codicia.

Cosa muy distinta es preguntarse si esa perspectiva era correcta, es decir, si el gato sí había aprendido su lección. Y la respuesta, hasta donde yo veo, es claramente negativa. La ONU se ha vuelto un fortín a conquistar por los que quieren imponer el aborto y destruir la familia. Nuevas formas de crueldad y explotación muestran que los buenos deseos del Papa Bueno eran demasiado apresurados.

De otro lado, las experiencias diplomáticas en Bulgaria y el trato directo con musulmanes, agnósticos, judíos y ateos, habían convencido a Roncalli de la posibilidad de cambiar el lenguaje eclesial. La Iglesia tiene el derecho y el deber de publicar el Syllabus, como hizo Pío IX, pero el Syllabus no agota su lenguaje, y precisamente, ya desde su tiempo en el servicio diplomático, Roncalli busca otras formas, otros caminos que hagan avanzar el Evangelio.

La redención por el camino de la cruz y la muerte

Buenos días Fray Nelson, le escribo desde Ecuador. En el evangelio nos habla el Señor de como vino a este mundo para dar su vida por nosotros, él mismo dice a sus apóstoles que va a sufir y morir, pero el padre en la homilía de la misa a la que asistí dijo que la muerte de Jesus es una consecuencia de su predicación y que no necesariamente tenía que venir a morir por nuestros pecados, que el vino a predicar la conversión, esas palabras me generaron inquietud puesto que estoy segura de que Jesus vino sabiendo que iba a morir y decidido a hacerlo porque ese era el sacrificio que nos abriría las puertas del cielo, dígame si tengo razón o me estoy equivocando o como mismo se interpretan esas palabras de nuestro Señor y benediciones y mil gracias por su ministerio que tanto bien nos hace. – A.C.O.

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En cierto sentido tiene razón el padre. El objetivo primero de la venida de Jesucristo es nuestra conversión: nuestro Retorno a Dios. Pero uno mismo se da cuenta de que la herida del pecado está muy profunda en nuestro corazón. Uno mismo puede darse cuenta de que el pecado no va a salir fácilmente de donde se ha metido; en este sentido la conversión implica una especie de combate por el alma humana
y pronto uno se da cuenta de que ese combate es a muerte. Si eso lo podemos ver personas como tú o como yo con absoluta certeza Jesucristo lo supo desde muy pronto en su vida.

¿Cómo empezó a celebrarse la cuaresma?

¿Desde cuándo tiene la Iglesia la costumbre de preparar con un tiempo especial, más bien extenso, la llegada de la Pascua?

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Una buena página web de los Misioneros Oblatos nos da esta información:

En los primeros años de la Iglesia, la duración de la Cuaresma variaba. Finalmente alrededor del siglo IV se fijó su duración en 40 días. Es decir, que ésta comenzaba seis semanas antes del domingo de Pascua. Por tanto, un domingo llamado, precisamente, domingo de cuadragésima.

En los siglos VI-VII cobró gran importancia el ayuno como práctica cuaresmal, presentándose un inconveniente: desde los orígenes nunca se ayunó en domingo por ser día de fiesta, la celebración del Día del Señor. ¿Cómo hacer entonces para respetar el domingo y, a la vez, tener cuarenta días efectivos de ayuno durante la cuaresma?

Para resolver este asunto, en el siglo VII, se agregaron cuatro días más a la cuaresma, antes del primer domingo, estableciendo los cuarenta días de ayuno, para imitar el ayuno de Cristo en el desierto. (Si uno cuenta los días que van del Miércoles de Ceniza al Sábado Santo y le resta los seis domingos, le dará exactamente cuarenta). Así la Iglesia empezó la costumbre de iniciar la Cuaresma con el Miércoles de Ceniza, costumbre muy arraigada y querida por el pueblo cristiano.

Ahora algo sobre la ceniza.

Era práctica común en Roma que los penitentes comenzaran su penitencia pública el primer día de Cuaresma. Ellos eran salpicados de cenizas, vestidos en sayal y obligados a mantenerse lejos hasta que se reconciliaran con la Iglesia el Jueves Santo o el jueves antes de la Pascua. Cuando estas prácticas cayeron en desuso (del siglo VIII al X), el inicio de la temporada penitencial de la Cuaresma fué simbolizada colocando ceniza en las cabezas de toda la congregación.

Hoy en día en la Iglesia, el Miércoles de Ceniza, el cristiano recibe una cruz en la frente con las cenizas obtenidas al quemar las palmas usadas en el Domingo de Ramos previo. Esta tradición de la Iglesia ha quedado como un simple servicio en algunas Iglesias protestantes como la anglicana y la luterana. La Iglesia Ortodoxa comienza la cuaresma desde el lunes anterior y no celebra el Miércoles de Ceniza.

¿Y si la homosexualidad fuera innata?

¿Y cuando no se encuentra ninguna circunstancia anómala familiar o en el entorno que explique la atracción por el mismo sexo? – J.R.

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Durante años he atendido,siempre con respeto y con gusto, a las personas que manifiestan la tendencia de la que aquí se habla. Mi experiencia, en 24 años de atención pastoral SIEMPRE ha conducido a experiencias como las que muestra este testimonio.

Por otro lado, no años sino DÉCADAS de búsqueda frenética del “gen gay” no han arrojado ningún resultado.

Y aunque hubiera una tendencia “de nacimiento” –que, repito, yo nunca he encontrado, y sigo abierto a entrevistar y servir personas homosexuales–aunque hubiera esa tendencia, eso no dice NADA sobre el contenido moral de tal opción.

En efecto, hay muchas cosas que uno puede experimentar como tendencias que lo han acompañado desde la más tierna infancia. ¿Ese hecho legitima automáticamente tales comportamientos, sólo porque siempre me han acompañado?

Creo que hay personas que desean que se otorgue un estatuto único e intocable a los temas sexuales pero desde un ángulo amplio y sereno sobre el comportamiento humano, no hay por qué hacer tales distinciones. El bien y el mal existen en nuestra praxis sexual y por eso la sexualidad no está afuera de las consideraciones propias de la reflexión ética y de la teología moral.

Así pues, si una persona desde su más tierna infancia muestra una personalidad explosiva y agresiva, hasta maltratar y dañar a otros, ¿qué hacemos, qué le decimos? Le decimos que, como nació así puede seguir adelante con sus estallidos de ira? No. Lo que hacemos es ayudar a que esa persona descubra que más allá de su impulso interno y subjetivo hay un bien objetivo que es mayor. Y luego procuramos ayudar a que la persona se eduque para su propio bien y el de la sociedad.

Por ello, aunque se demostrara, que nos e ha demostrado, una tendencia absolutamente innata hacia el homosexualismo, o hacia la promiscuidad, o hacia la infidelidad, eso, por si mismo, no valida ninguno de esos comportamientos. Y por ello lo correcto es iluminar, acompañar y ayudar a superar. Con caridad pero también con gran claridad.

Para acercarse a la comprensión de Dios

¿Que sentido tiene Dios sin la humanidad? – A.F.G.

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La afirmación de nuestra humanidad al margen o sin la luz de Dios, o sin la amistad de Dios o sin la gracia de Dios es finalmente un acto de afirmación de la creatura contra el Creador.

Te invito a que no caigas entonces en la trampa de decir: “Primero garanticemos lo humano, y luego veremos qué es o cómo entra lo divino.” El ser humano, al escrutar profundamente en sí mismo, no descubre otra razón de su origen, ni descubre otra meta para sus sueños que no sea Dios. Al reconocerse muchas veces débil e incoherente con sus propios propósitos–como seguramente te habrá sucedido a ti mismo–se descubre infinitamente necesitado de redención. Esto que te estoy contando es exactamente el resumen del Antiguo Testamento. Por algo dijo San Agustín: La ley se nos dio para que reconociéramos la necesidad de la gracia.

Dicho de otro modo: no existe lo humano “químicamente puro” que no sea, precisamente en virtud de su propia constitución humana, una referencia constante e innegable a la obra, el querer y la bondad de Dios.

¿Por qué entonces muchos filósofos buscaron una especie de humanismo sin Dios? Básicamente porque al reconocer que nuestro ser está en Dios y de Él depende completamente nos damos cuenta que no podemos ser ley para nosotros mismos. No podemos asignar a placer lo bueno y lo malo. No podemos considerarnos medida de nuestro propio ser a partir de nuestras solas preferencias o intereses.

Por eso al escuchar la Sagrada Escritura no podemos tampoco tomar como criterio “mi experiencia” o “tu experiencia.” Porque sucede esto: mientras el pecado da frutos deleitables (que es una etapa que siempre existe) la experiencia del pecador le hace detestable el querer y la ley de Dios. Por eso nos enseña el salmo: “Dice el necio para sí: no hay Dios; se han corrompido cometiendo abominaciones…” Así que mientras somos víctimas quizás voluntarias de nuestros pecados, nuestras “experiencias” siempre tratarán de torcer el sentido de la Escritura para que no nos despiere ni nos denuncie. Por eso dijo Cristo: “Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas” (Juan 3,20). No caigas en esa trampa, te repito. De corazón te invito a tomar estos años de tu formación para afianzarte más y más en Cristo, el Verbo Encarnado, verdadero garante de la plena humanidad.

¿Son satánicos los signos zodiacales?

Buenos días Padre, Dios lo bendiga. Me comunico con Su Reverencia para que me aclare una duda. Realmente existen las 12 constelaciones que conocemos como signos zodiacales? En caso afirmativo le pido me aclare, es que a un exorcista le oí decir que dichos signos eran satánicos, por tanto le pido me absuelva de está duda. Dios lo bendiga. – L.A.

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Las llamadas “constelaciones” corresponden a aportes de la fantasía humana a partir de las luces de estrellas que con algo de imaginación se puede decir que se parecen a realidades de este mundo.

Dicho de otro modo: lo que existen son estrellas de la galaxia nuestra, la Vía Láctea. Y la imaginación se fija en algunos conjuntos de esas estrellas y las asocia con cosas como un toro (de ahí el llamado signo zodiacal “Tauro” por el toro); o tal vez ve en el conjunto de algunas estrellas el parecido con una doncella, una muchacha (de ahí la llamada constelación de “Virgo,” por doncella), y así sucesivamente.

Uno ve que las constelaciones consisten en tomar algo real (luz de estrellas distantes) y aplicarle imaginación para tratar de decir que hay hay “algo.”

Lo grave empieza cuando se afirma que ese “algo” tiene poder sobre mi destino, como si por el hecho de haber nacido en tal o cual época del año, mi vida entera quedó marcada por la constelación que era más brillante o estaba en tal o cual posición.

Y es ahí donde entra lo satánico: en la fe ridículamente puesta en esa clase de hechos externos sin ninguna base ni racional ni mucho menos de la fe.

Las indulgencias

Con motivo del Año de la Misericordia se escucha mucho la palabra “indulgencia.” ¿Qué significa y por qué es importante en la vida de un católico?

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Digamos dos definiciones:

Brevemente: indulgencia es la supresión de la pena debida por los pecados que la Iglesia otorga a quien realice determinadas acciones.

La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos. (cfr. Mt 16, 19). El perdón de la confesión no elimina TODAS las consecuencias del acto de pecar.

Tipos de indulgencias: Las indulgencias se agrupan en dos clases: Indulgencias plenarias: borran todo resto de pecado dejando el alma dispuesta para entrar inmediatamente en el cielo. Indulgencias parciales: borran parte de la pena que los pecados cometidos reclaman.

Condiciones para conseguir una indulgencia plenaria: Esta indulgencia tiene un valor muy grande y requiere varias condiciones:

+Los mismos requisitos que en las indulgencias parciales:
. realizar la acción que la Iglesia premia con esta indulgencia.
. estar en gracia de Dios antes de acabar la obra premiada.
. tener intención al menos general de ganar la indulgencia.

+ Sólo se puede ganar una indulgencia plenaria cada día.

+ Tener la disposición interior de un desapego total del pecado, incluso venial.

+ Confesarse, al menos veinte días antes o después de realizar la acción premiada (sin olvidar que hay que estar en gracia de Dios antes de acabar la acción). Una misma confesión puede servir para ganar varias indulgencias plenarias.

+ Comulgar, en ese mismo periodo de tiempo.

+ Rezar por las intenciones del Papa un Padrenuestro y un Avemaría, u otras oraciones. Debe hacerse también en esos días.

[Adaptado de Catholic.net]