Un particular aniversario sacerdotal

El 21 de Marzo de 1992–hace 28 años–recibí la ordenación sacerdotal. Soy fray Nelson Medina, OP. El aniversario de este sábado me encuentra en una situación peculiar: por las medidas de salud adoptadas por mi país, debo permanecer en cuarentena por cerca de dos semanas.

Eso significa que en este aniversario no habrá abrazos estrechos ni alguna reunión con familia o amigos. Esta vez el aniversario es ante todo: Jesús y yo. Así lo ha dispuesto la Providencia, y así lo acepto, con amor y con gusto.

Cuando estos días he celebrado la Santa Misa en plena soledad física, bien que transmitida por YouTube, se ha fortalecido en mí la conciencia de lo que significa “comunión de los santos.” Simplemente no estamos solos. Un cristiano nunca está solo. Y en particular, un sacerdote siempre lleva, como primer ornamento, las necesidades, las esperanzas y las alegrías del pueblo, que no es suyo, sino de Cristo el Señor.

En virtud de esa misma comunión les pido a todos el regalo de una oración por mí, por mi conversión absoluta hacia Jesucristo y por la gracia del Espíritu Santo, que me haga fiel servidor, auténtico amigo, verdadero Hijo de Dios.

¡Gracias, y seguimos unidos en oración!

Postdata: durante el mes de Marzo estoy transmitiendo la Eucaristía, desde mi habitación, a las 12:15 PM, hora de Colombia. Entrar aquí para estar atentos a la próxima celebración.

Toda crisis trae sus elementos positivos

En tiempos de crisis y dificultad es fácil llenarnos de miedo o de sospecha y ver solo lo negativo. Pero con la ayuda de Dios, uno descubre que hay también lecciones, e incluso bendiciones muy reales que brotan de las dificultades mismas. Aquí pongo una pequeña lista relacionada con el COVID-19, sin ánimo por supuesto de quitar gravedad a lo que la tiene; ni minimizar el dolor de quienes padecen en su salud, en pérdidas de seres queridos, o en su economía.

1. SABIDURÍA. Los seres humanos somos frágiles. Un virus pequeño afecta el sistema social y económico de todo el planeta. Es sabio recordar que la vida es frágil y por ello hay que cuidarla, compartirla, restaurarla.

2. HUMILDAD. A veces ponemos las fronteras y no dejamos entrar; a veces nos ponen las fronteras y no nos dejan entrar. Sucede a países y sucede a personas.

3. TIEMPO DE FAMILIA. Algunas familias, obligadas por el COVID-19 están redescubriendo lo que es compartir tiempo juntos. Menos celulares y más risas y sonrisas.

4. CONOCER LOS VECINOS. El individualismo nos está consumiendo. Los tiempos de cuarentena son oportunidad para conocer un poco más quién vive a tu lado, aparte del saludo lejano y rápido de la mañana o la tarde.

5. SOLIDARIDAD. Nadie puede con su sola intención vencer una pandemia. Todos necesitamos de la colaboración de todos. Más allá de fronteras, clases o castas, somos de verdad una sola familia humana.

6. HAMBRE DE DIOS. Tengo testimonios de varias partes del mundo: muchos se han volcado en oración hacia el Señor, y sus súplicas abrazan países enteros, y de hecho, toda la Tierra.

7. MENOS PRISA. Los ritmos locos en que solemos vivir se han visto interrumpidos por las cuarentenas que se han decretado en diversos lugares. Estamos viendo, como en reflejo, que nuestro ritmo usual no es indispensable y sí es destructivo. Gran lección.

8. ACTIVIDADES DE MEJOR CALIDAD. Parece sencillo pero tiene valor: hay gente redescubriendo el sentido de una buena lectura, o de una buena conversación, o han sacado tiempo para desarrollar talentos aplazados (pintar, leer, practicar música).

9. CREATIVIDAD. No debemos olvidar que grandes genios, como Isaac Newton, pasaron por cuarentenas debido al azote de la peste de su tiempo. Y en esos periodos de forzoso “descanso” hicieron grandes descubrimientos o recibieron maravillosas intuiciones.

10. RECUERDO DE LA ETERNIDAD. No deseamos que nadie perezca por esta enfermedad pero no cabe duda que cada episodio de peste ha traído a la humanidad el recuerdo vivo de nuestra condición “de paso” por esta tierra. Y eso es saludable. Alguien decía: no se encuentra sentido a la vida sin recordar que la vida misma se acaba.

Vamos llegando a 200.000 suscriptores en YouTube!

Al momento de esta edición, por bondad y para la gloria de Dios, tenemos más de 199.110 suscripciones en nuestro canal de YouTube. La importancia de esta cifra está en el numero actual de visualizaciones: cada tres segundos, en promedio, alguien, en algún lugar del mundo, empieza a ver alguno de los casi 8000 videos disponibles en el canal. Podemos hablar, bendito sea Dios, de un torrente de evangelización y de formación en la fe católica. Y eso, exactamente eso, es lo que más deseamos: servir con todas nuestras fuerzas al Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo.

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¡Dios te bendiga hoy y siempre!

¿Enero depresivo?

Recuerdo haber leído hace un tiempo que este mes tiende a resultar depresivo para muchas personas. A ello se supone que concurren varias cosas: el frío del invierno, en la mayor parte del hemisferio Norte; el cese de las festividades y momentos gratos que suele haber en diciembre; el retomar de lleno las actividades laborales, que pueden ser pesadas o rutinarias; la aparición de las deudas en que se ha incurrido por gastos de fiestas recientes; incluso el hecho de habaer ganado unos kilos poco deseables!

Si es el caso para ti, te invito a que no te dejes llevar por ese impulso negativo. Especialmente para nosotros, los creyentes, hay gozo que no se apaga en la verdad del amor de Dios, en el consuelo de la Palabra, en el servicio a los hermanos. Si una versión demasiado “mundana” de la alegría nos lleva fácilmente a ser víctimas de cierta depresión, ¿no será llegado el tiempo de encontrar nuestra “roca firme” también en lo que toca a la paz de conciencia y al buen ánimo?

¡Bendiciones, entonces, para todos, y ánimo con ese 2020 recién empezado!