[Retiro espiritual para el clero de la Arquidiócesis de Villavicencio, enero de 2013.]
Sección de "Desafíos."
Tema 4 de 10: ¿Cómo y por qué creerle a una institución tan desacreditada como la Iglesia?
Hay que partir de la base de que la Iglesia, en cuanto lleva en su seno hombres imperfectos y frágiles, está siempre necesitada de conversión. Pero eso no da toda la razón a las acusaciones más frecuentes:
1. “Oscurantismo dogmático y métodos de inquisición son la nota característica de la Iglesia.” Esa acusación desconoce varias cosas: (a) Si retrocedemos unos siglos, vemos que la tortura y la ejecución cruel eran práctica generalizada, dominante y muy bien vista en todos los estamentos de la sociedad, fueran o no cristianos o católicos. (b) Hubo abundante inquisición protestante, que funcionó a menudo por vía de calumnia y linchamiento. (c) Aunque es vergonzoso lo sucedido con la inquisición del lado católico, el número de sus víctimas palidece frente a las atrocidades de muchas otras instituciones, gobiernos y pueblos.
2. “La Iglesia siempre ha sido contraria al progreso, sobre todo al avance de la razón y de la ciencia.” Esa acusación desconoce el papel de guardiana y maestra de la cultura que, de modo prácticamente único, ejerció la Iglesia durante el largo periodo de la Edad Media. Lo que se dice sobre Galileo, aunque los católicos tengamos de qué pedir perdón en ese episodio confuso, suele estar mezclado con repugnantes calumnias. La verdad es que Galileo ni fue torturado, ni murió a manos del poder eclesiástico, ni se puede decir que él se limitara al dominio de lo propiamente científico. Por último, recuérdese que en muchas partes del mundo la Iglesia ha puesto en marcha las grandes instituciones dedicadas a la educación, en todos sus niveles, incluyendo los propios de la alta investigación.
3. “En la Iglesia sólo se ve codicia de privilegios y riquezas.” Por supuesto, ese lenguaje desconoce el trabajo generoso y abnegado de tantos que, a nombre de la caridad de Cristo, han hecho obras de enorme impacto social, dando preferencia a los excluidos y los pobres. Si bien hay materia para examen de conciencia y motivo de conversión en el modo como muchos hombres de Iglesia asumen sus cargos, en perspectiva únicamente de “hacer carrera,” es injusto tomar un error reconocido como rasgo característico.
4. “La Iglesia, particularmente en la evangelización de América, destruyó las culturas aborígenes.” Es casi exactamente lo contrario: si se miran los registros bibliográficos, se ve que mientras la corona española, confesionalmente católica, estuvo al frente de los asuntos en tierras americanas, los misioneros subsidiados por la corona tuvieron la dedicación y los recursos para dar escritura y para hacer gramáticas de las lenguas indígenas. Fueron los gobiernos criollos, de inspiración masona, los que consideraron que esos recursos no debían invertirse más. Por eso, con la llegada de la independencia de la corona, llegó también el peor abandono a la población indígena.
Textos propuestos:
1 Timoteo, 3,14 — 4,5: Iglesia, Columna de la Verdad
1 Juan 2,18-29: “Lo que oísteis desde el principio.”
Lucas 18,1-8: “¿Hallará fe en la tierra?”