ESCUCHA, Joven, Jesus te da el don de su Espiritu Santo

[Predicación en el Encuentro “Cristo rompe las cadenas” en Pomona, California, en Enero de 2013.]

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* Desde el bautismo hemos sido sellados con el don del Espíritu Santo. Es el regalo que Jesús nos ganó con su sacrificio y su Pascua. Pero algunos, quizás muchos, ni siquiera han abierto ese regalo.

* El Espíritu es don penetrante de gracia, que entra en lo profundo de nuestra vida y que también nos acompaña y se nota como cuando se lleva un perfume agradable, que deja su rastro con solo pasar.

* En nuestro interior, el Espíritu nos sana, libera, santifica y fortalece. Se convierte en una luz que nos orienta, haciendo que reconozcamos los signos de los tiempos y que podamos discernir los caminos de Dios en medio de la confusión reinante en nuestra época.

* Hacia afuera, el Espíritu nos capacita para que no seamos resignada ante la mediocridad y el pecado, que se han impuesto como una especie de ley a la que todo el mundo obedece. El joven de Espíritu nos de doblega ante un ambiente pesado o difícil, sino que lo transforma. Ejemplo elocuente de esa batalla que se da en Nombre de Dios es el testimonio impresionante de Juna María Vianney, el Santo Cura de Ars.

ESCUCHA, Joven, la Sangre de Cristo tiene poder

[Predicación en el Encuentro “Cristo rompe las cadenas” en Pomona, California, en Enero de 2013.]

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* Tres grandes necesidades tiene siempre el corazón humano, pero se sienten y viven con más fuerza en la juventud:

(1) Necesidad de infinito: se muestra en el deseo de experiencias extremas.
(2) Necesidad de verdad: se muestra en la curiosidad por lo exótico, y por conocer la parte del mundo que me he estado perdiendo.
(3) Necesidad de darse: se muestra en el compromiso total con ciertos grupos, incluso perversos. Es búsqueda de sentido de la vida.

Esas necesidades se convierten como en motores poderosos que pueden llevar al desastre o a la máxima plenitud y fecundidad. En Cristo, y particularmente en sus Llagas y en su Sangre, se logra la adecuada dirección, porque su cruz es amor extremo, que revela la verdad del ser humano, del pecado y del amor de Dios; y es señal de para qué sirve la vida: para darla en ofrenda de obediencia a Dios y amor a los hermanos.

ESCUCHA, Joven, recupera la altura de tu mejor anhelo

[Predicación en el Encuentro “Cristo rompe las cadenas” en Pomona, California, en Enero de 2013.]

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* Tres grandes cambios marcan esa etapa de la vida que llamamos juventud:

(1) Una combinación compleja y cambiante entre la necesidad de apoyo, propia de la infancia, y la necesidad de independencia, propia de la edad adulta.

(2) Un coctel de sensaciones y emociones características de los cambios orgánicos y afectivos de esos años. Ese coctel sufre una aceleración exagerada por la influencia masiva de los medios de comunicación. Si la curiosidad lleva a buscar lo que es obsceno o vulgar pueden darse verdaderos desgarramientos y fracturas mentales. A eso se añade, como factor de complicación, la enorme confusión reinante hoy en la sociedad en cuanto a los roles del hombre y la mujer. Sucede a veces que los jóvenes sencillamente carecen de elementos que les permitan formarse una opinión consistente sobre sí mismos, sobre qué es una familia y sobre qué clase de personas quieren ser en un futuro.

(3) Un horizonte que se abre y se amplía cada vez más, en cuanto a la vida cultural, filosófica, política y económica. Las impresiones que el mundo ofrece son muy grandes pero muy contradictorias. La sociedad se presenta como un escenario despiadado, materialista, sin sentido de justicia ni compasión, pero con algunas ofertas tentadoras para los que son verdaderos genios, sobre todo si son suficientemente ambiciosos. Muchos jóvenes se sienten simplemente dejados a su suerte, o en medio de una batalla desigual y ajena.

* Cristo trae una luz nueva a ese panorama, en dos sentidos:

(1) Su amor, inmenso, realista y gratuito, devuelve el sentido de la dignidad a todos, empezando por el valor de nuestro cuerpo y nuestros afectos.

(2) La tarea que Cristo nos llama a completar es noble, alta y duradera. No hay por qué arrastrarse si uno está llamado a volar.

Del pecado extremo a la extrema santidad, en 21 pasos, 2a de 2 partes

Predicación a los servidores y la comunidad entera de Juventud Renovada en el Espíritu Santo, en Marzo de 2012. Son 21 pasos. Esta segunda de dos partes contiene:

10. Docilidad del nuevo comienzo
11. Hambre de la Palabra y del Espíritu
12. Conciencia de la fraternidad que brota de la paternidad
13. Conciencia de los carismas propios y ajenos
14. Amanecer de la Iglesia como Proyecto de Dios
15. Afán de la gloria de Dios
16. Experiencia de la práctica de la misericordia y del perdón
17. Conciencia de las limitaciones de la propia comunidad local y del propio tiempo
18. Dolor por el pecado del mundo y las heridas de la Iglesia
19. Deseo de gastarse por Dios
20. Iniciativas nuevas de amor y servicio
21. Conciencia del bien de la Cruz

Del pecado extremo a la extrema santidad, en 21 pasos, 1a de 2 partes

Predicación a los servidores y la comunidad entera de Juventud Renovada en el Espíritu Santo, en Marzo de 2012. Son 21 pasos. Esta primera de dos partes contiene:

1. Fastidio del pecado
2. Conciencia de ser pecador
3. Esperanza de alivio en Dios
4. Conciencia de la ofensa hacia Dios
5. Fractura de la soberbia
6. Aceptación interior de las consecuencias
7. Confesión exterior y fractura de la vanidad
8. Confianza en el perdón
9. Agradecimiento y alabanza

Tres palabras para la Mujer, 3 de 3

Tres Palabras para la Mujer de hoy. Tema 3 de 3: Busca el Reino de Dios

* Cristo no es un iluso ni un ilusionista. Nos enseña, con verdad y realismo, que el camino de la fe implica abrazar el misterio de la Cruz.

* Pero no es Cruz cualquier sufrimiento sino sólo aquel sufrimiento que sale a nuestro encuentro cuando hemos tomado una seria resolución de amor y obediencia hacia Dios.

* No buscamos el dolor porque amemos el dolor, ni buscamos la Cruz por ella misma, sino porque amamos al Crucificado. Para quien tiene verdaderamente a Cristo en su vida, el sufrimiento no es derrota sino experiencia de la victoria del Cristo que sufre con nosotros para que nosotros venzamos en Él y junto con Él.

* Para que Cristo reciba su lugar en nuestra vida es necesario dejar las idolatrías, eliminándolas de raíz, ya que ningún bien se sigue de esperar a que crezcan. Esa mala hierba no prosperará si hacemos propósito de someter desde el primer momento todos nuestros anhelos, deseos y esperanzas.

Tres palabras para la Mujer, 2 de 3

Tres Palabras para la Mujer de hoy. Tema 2 de 3: Verdadera liberación en Cristo

* El mundo habla de “liberación femenina.” El principal engaño de esa ideología es que la mujer puede tenerlo todo, y ser exitosa en todo, y que puede ganar sin perder nada. En la práctica, esa manera de pensar engendra una enorme presión sobre la misma mujer que ve aumentados sus deberes, y que debe enfrentarse a un margen cada vez más estrecho de acción mientras trata de responder a todo.

* Si una mujer opta por no ser madre, ha de preguntarse si aquello a lo que le da su tiempo, su fecundidad y su enorme creatividad realmente merece la pena. A menudo, el mundo empresarial está listo para captar esa generosidad femenina para aumentar sus ganancias–por lo menos mientras el aspecto físico y las fuerzas de la mujer sean de utilidad para producir buenos contratos y ganancias.

* Es un camino riesgoso para el futuro de la mujer, que puede descubrirse vacía y relegada cuando otras mujeres, más jóvenes y preparadas, toman su lugar, y ella se queda con unos ahorros y el recuerdo del dinero que ella ayudó a que la empresa ganara.

* Si la mujer desea realizarse como madre, hay dos posiciones extremas: si da primacía a su carrera y sus éxitos, la capacidad para estar a tiempo y observar a tiempo los signos de alarma en los hijos se disminuye. Muy probablemente verá que en el momento decisivo, cuando los hijos empiezan a tomar sus decisiones, las frustraciones se acumulan.

* Si por el contrario ella escoge darle primacía a su ser materno tendrá que renunciar a muchos éxitos profesionales; puede suscitar algo de menosprecio por parte de otras personas pero con el tiempo verá que en la hora decisiva, cuando sus hijos empiezan a tomar sus propias decisiones, las bendiciones se multiplican y una paz duradera se afianza.

Tres palabras para la Mujer, 1 de 3

Tres Palabras para la Mujer de hoy. Tema 1 de 3: Cuatro Llaves puso Dios en manos de la mujer

* La razón profunda de la hostilidad entre el demonio y la mujer es esta: la mujer es ministra de la vida, y toda vida humana pasa por sus entrañas y por su mente y corazón.

* Al encomendarle de modo particular el ministerio de la vida, Dios otorgó también a la mujer cuatro llaves de enorme poder, que ella puede usar para bien o para mal:

(1) La maternidad, que es también la capacidad de “escribir” en niveles muy profundos del corazón humano.

(2) La capacidad de agradar, que es también el poder de abajar y a veces eliminar las barreras y aduanas de otros corazones.

(3) El poder de “leer” con agilidad y bastante precisión las emociones, temores o deseos de otras personas.

(4) La percepción holística o integral, que le permite reconocer ambientes y también orientar la atmósfera de todo un grupo.