Vocación profética, 06 de 16, Juan Bautista

[Vocación profética de la Vida Religiosa: un retiro ofrecida a las Dominicas de la Inmaculada, en Ecuador. Julio de 2014.]

Tema 6 de 16: Juan Bautista

* Representante de los Pobres de Yahvé es Juan Bautista que, en cierto modo, lleva al límite la desconfianza (hacia el mundo) y la confianza (en Dios) propia de los que han sido marginados y a la vez elegidos.

* Cuatro rasgos destacan en el Bautista: independencia (y por ello vive en el desierto sin deberle nada a nadie); penitencia (que recuerda que los ídolos de este mundo seducen el corazón humano); escucha (de la Palabra de Dios y de su voluntad); referencia a la alianza (y por ello bautiza a orillas del Jordán, donde Josué hizo confirmar con juramento al pueblo si sería fiel al Dios que los había sacado de Egipto).

* Su mensaje, como el de Elías, es un clamor de verdad, frente a todos, pequeños y grandes–incluyendo al hombre más poderoso de aquel entorno: el supersticioso y ambiguo Herodes.

* Y de la verdad viene el llamado al arrepentimiento y la conversión. Un profeta que no llama a conversión será profeta de alguien pero no de Dios. Uno en cambio que, como Juan Bautista, llama a la verdad y al arrepentimiento, conduce a la esperanza y la certera confianza en Dios.

ESCUCHA cómo protesta uno que habla de parte de Dios

Las siete principales lecciones de uno que sí supo protestar: San Juan Bautista.

  1. Declarar distancia y buscar independencia de los poderes e intereses de este mundo; por eso Juan vive en el desierto.
  2. El desierto envía también otro mensaje: Dios es suficiente. la vida de Juan es una proclamación del señorío de Dios y de su Providencia que no falta.
  3. Desierto también quiere decir austeridad y dominio de sí mismo.
  4. Juan se convierte en “memoria” de su pueblo: si realiza su ministerio a orillas del río Jordán e sporque ese fue el lugar donde el pueblo prometió fidelidad.
  5. Juan no está obsesionado con un sólo tipo de grupo humano; es consciente de que el pecado afecta a todo el hombre y todos los hombres. Por contraste, el marxismo declara la “inocencia” de una clase, por ejemplo, el proletariado, pero sólo para usarlo como motor para alcanzar el poder.
  6. Dios es Señor de lo privado y de lo público, y sobre esa convicción predica Juan: una verdadera protesta es siempre una apuesta por el bien real y pleno.
  7. Por supuesto, el mensaje de protesta sólo tendrá alcance desde la perseverancia, incluso hasta el extremo del martirio.