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HISTORIA – Una vision desde la teologia
¿Qué importancia tiene la historia para la fe cristiana?
«La verdad que Dios ha comunicado al hombre sobre sí mismo y sobre su vida se inserta, pues, en el tiempo y en la historia. Es verdad que ha sido pronunciada de una vez para siempre en el misterio de Jesús de Nazaret. » (Fides et ratio, 11)
Carta Pastoral del Arzobispo de Sevilla
Con motivo del año sacerdotal. Precioso documento.
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Estudios historicos serios sobre la Inquisicion
“Lo que presento a continuación es una pequeña colección de estudios históricos relacionados con la Inquisición, de notables eruditos e historiadores, cuyas credenciales serán expuestas con sus artículos. El objetivo de presentar estos artículos, es proporcionar al lector bases para que pueda hacer un análisis y sacar una conclusión -estrictamente apegada a los acontecimientos históricos verdaderos- sobre la Inquisición en sus tres versiones: Católica, Protestante, y Civil…” Click!
Que es la teologia? Cuales son sus tareas propias?
«Para definir la identidad misma y, por consiguiente, realizar la misión propia de la teología, es fundamental reconocer su íntimo y vivo nexo con la Iglesia, su misterio, su vida y misión: “La teología es ciencia eclesial, porque crece en la Iglesia y actúa en la Iglesia… Está al servicio de la Iglesia y por lo tanto debe sentirse dinámicamente inserta en la misión de la Iglesia, especialmente en su misión profética” (Alocución a los profesores y estudiantes de la Pontificia Universidad Gregoriana (15 diciembre 1979), 6: Insegnamenti II, 2 (1979), 1424). Por su naturaleza y dinamismo, la teología auténtica sólo puede florecer y desarrollarse mediante una convencida y responsable participación y ‘pertenencia’ a la Iglesia, como “comunidad de fe”, de la misma manera que el fruto de la investigación y la profundización teológica vuelve a esta misma Iglesia y a su vida de fe.» (Veritatis splendor 109c)
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Un laico que salvo a cientos de sacerdotes de sus vicios
“Es de esas historias que muestran la grandeza de la Iglesia ante las miserias de sus miembros. La influyente revista católica norteamericana «Catholic Digest» rinde homenaje al creador de Guest House, con un importante testimonio…” Click!
Inculturacion
El Evangelio no es una cultura pero no puede ser indiferente a las culturas. Este sitio web explora esa afirmación. Click!
Que es la Vida Eterna?
«Presentando el núcleo central de su misión redentora, Jesús dice: “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 10, 10). Se refiere a aquella vida ‘nueva’ y ‘eterna’, que consiste en la comunión con el Padre, a la que todo hombre está llamado gratuitamente en el Hijo por obra del Espíritu Santificador. Pero es precisamente en esa ‘vida’ donde encuentran pleno significado todos los aspectos y momentos de la vida del hombre.» (Evangelium vitae 1c)
Test de Credibilidad del sacerdote
“Creyentes y no creyentes aplican un test de credibilidad a todo sacerdote, explicó este viernes el predicador de la Casa Pontificia a Benedicto XVI y sus colaboradores: ¿cree en lo que dice y en lo que celebra…?” Click!
El Testigo Fiel
“En El Testigo Fiel puedes explorar artículos y cursos, leer en la biblioteca y formarte para estar cada vez más preparado para «dar razón de nuestra fe». Con profundidad y fidelidad al Magisterio Católico…” Click!
Si hay un bien supremo, y se llama DIOS
«El “Maestro bueno” indica a su interlocutor –y a todos nosotros– que la respuesta a la pregunta “¿qué he de hacer de bueno para conseguir la vida eterna?”, sólo puede encontrarse dirigiendo la mente y el corazón a Aquel que “sólo es el Bueno”: “Nadie es bueno sino sólo Dios” (Mc 10, 18; cf. Lc 18, 19). Sólo Dios puede responder a la pregunta sobre el bien, porque Él es el Bien.» (Veritatis Splendor 9b)
Homilía en la Primera Misa de un Nuevo Sacerdote
El 12 de Diciembre de 2009 recibieron la ordenación sacerdotal siete jóvenes dominicos; uno de ellos, Mauricio Vargas, me encomendó la predicación en su primera misa, celebrada el 13 de Diciembre en la Parroquia de San Felipe Apóstol, en Bogotá.
Que nos dice la Encarnacion del Hijo de Dios hoy?
«Fuente y culmen de la economía de la salvación, Alfa y Omega de la historia humana (cf. Ap 1, 8; 21, 6; 22, 13), Cristo revela la condición del hombre y su vocación integral. Por esto, “el hombre que quiere comprenderse hasta el fondo a sí mismo –y no sólo según pautas y medidas de su propio ser que son inmediatas, parciales, a veces superficiales e incluso aparentes–, debe, con su inquietud, incertidumbre e incluso con su debilidad y pecaminosidad, con su vida y con su muerte, acercarse a Cristo. Debe, por decirlo así, entrar en Él con todo su ser; debe «apropiarse» y asimilar toda la realidad de la Encarnación y de la Redención para encontrarse a sí mismo. Si se realiza en él este hondo proceso, entonces da frutos no sólo de adoración a Dios, sino también de profunda maravilla de sí mismo” (Carta Enc. Redemptor hominis (4 marzo 1979), 10: AAS 71 (1979), 274).» (Veritatis splendor 8b)
«Los creyentes en Cristo deben, de modo particular, defender y promover este derecho, conscientes de la maravillosa verdad recordada por el Concilio Vaticano II: “el Hijo de Dios, con su encarnación, se ha unido, en cierto modo, con todo hombre” (Const. Past. Gaudium et spes, 22). En efecto, en este acontecimiento salvífico se revela a la humanidad no sólo el amor infinito de Dios que “tanto amó al mundo que dio a su Hijo único” (Jn 3, 16), sino también el valor incomparable de cada persona humana.» (Evangelium vitae 2c)
[Textos de Juan Pablo II, llamado El Grande]
Neuroteologia?
Hola Fray Nelson:
Espero se encuentre muy bien. Si no es abusar de su tiempo y sus ocupaciones, ¿sería posible sacarme de una duda?
La semana pasada se llevó a cabo en la Universidad un Congreso de Neurociencia al que invitaron y condecoraron a eminentes médicos javerianos, como Rodolfo Llinás entre otros. Cuando enciendo mi computador e ingreso a Internet, siempre aparecen de inmediato la página de la Javeriana y su página también.
El congreso lo estaban transmitiendo en vivo y en directo, e ingresé preciso cuando un médico estaba terminando su conferencia, los últimos diez minutos. Él leía en ese momento apartes de experiencias místicas de Santa Teresa, supongo que se trataba de Santa Teresa de Ávila.
Ella describía las visiones experimentadas en sus éxtasis: cómo viendo una luz a su izquierda, aparecía un Ángel, etc., y el médico explicaba, que eso coincidía, entonces, con lo que produce un tipo de epilepsia, con algo originado en el lóbulo temporal derecho.
Luego se refirió a la neuroteología, y terminó diciendo que en todo caso había mucho respeto hacia quienes estudiaban Santos y Beatos, hacia la Iglesia Católica.
Lo que alcancé a captar, o el mensaje que me llegó, fue que prácticamente todo en lo que uno cree es simple producto del cerebro. Es decir, como si toda experiencia sobrenatural, o Dios mismo, fueran creados por el cerebro, y peor aún, por una enfermedad del cerebro.
Esto me dio como dolor y tristeza. Porque, además, buscando en Internet, encuentra uno que Juana de Arco, Catalina de Siena, la otra Teresita, también sufrían de esa epilepsia, o de algún otro problema en el cerebro. Entonces, San Pablo debe ser el más enfermo, según esos estudios, y conclusión: “los santos fueron o son una partida de gente desquiciada”.
Incluso hablan de alucinaciones olfativas, el olor a rosas etc., como producto de ese tipo de enfermedades, y todo con explicación científica. ¿Cómo se explicaría científicamente la aparición a veces en la oración de las escarchas, por ejemplo?
Concretamente, pregunto: ¿Qué se podría entender por “neuroteología”? ¿Qué opina usted de todo ello, Fray Nelson? ¿Qué opina la Iglesia Católica?
Gracias, Fray. Un saludo. – MM.
* * *
Tu pregunta es muy importante y merece una respuesta con cierto nivel de detalle, así que pido un poco de tu tiempo porque también necesitaremos ser bastante precisos en algunos términos.
El cerebro humano está constituido por millones de millones de neuronas, cada una de las cuales es una célula que puede conectarse con otras de su clase a través de sinapsis. Precisamente estos trillones de conexiones son los que le dan al cerebro sus principales cualidades: flexibilidad, complejidad, adaptabilidad.
Los seres humanos percibimos el mundo exterior a través de nuestros órganos de los sentidos, los cuales envían información al cerebro. Es aquí donde las cosas empiezan a ser realmente complejas. La más elemental de las percepciones sensoriales implica un alud de pequeños impulsos eléctricos que, a través de la red de sinapsis, llega al cerebro. ¿En qué momento esa cascada de microimpulsos se vuelve un acto de ver, por ejemplo?
Parte de la respuesta tiene que ver con el hecho de que en el cerebro hay áreas especializadas. Muchos lectores estarán familiarizados con la idea de que si uno recibe un golpe en una parte del cerebro, o sufre un daño en una parte determinada, ello altera o en muchos casos suprime una función del mismo cerebro, cosa que a menudo impide, de hecho, esa función. Por eso se dan casos de personas que pierden la capacidad de ver aunque sus ojos trabajen normalmente.
Ello sugiere la posibilidad de hacer un “mapa” del cerebro, es decir, una correspondencia entre lo sensorial y lo funcional, por un lado, y lo neuronal, por otro lado. Tales mapas se han venido haciendo y refinando desde hace muchos años, utilizando técnicas cada vez más avanzadas de localización de sectores y áreas en el cerebro. Algunas técnicas permiten incluso ver cómo las áreas del cerebro que se activan en un momento dado van cambiando a medida que cambian las tareas u ocupaciones del cerebro. No han faltado entonces los que hagan la comparación con un disco duro de un computador: así como hay sectores específicos en la memoria óptica o magnética de un disco duro, así también debería haber un conjunto de células que hospedara cada pensamiento, palabra, recuerdo o emoción que uno ha tenido.
La analogía con los computadores no es de tan fácil uso, sin embargo. En un computador, cada letra individual puede seguirse hasta una serie de unos y ceros, y por eso se habla de tecnología digital, por los dígitos. La memoria humana, en cambio, es extraordinariamente compleja, y parece claro hoy que jamás encontraremos la neurona que guarda la sensación que yo tenía en mi primer día de colegio.
Aquí hace su aparición un nuevo concepto: correlato neuronal, que es una extensión de la idea de las “áreas.” La diferencia entre los dos planteamientos es que cuando se habla de áreas o zonas se presupone que hay una asociación uno-a-uno entre tejidos y percepciones, recuerdos o palabras, por ejemplo. Al contrario, cuando se habla de correlatos un mismo tejido puede estar funcionalmente implicado en más de una operación. El correlato neuronal de un recuerdo puede usar sectores, zonas o neuronas particulares que cumplen otras funciones. Según eso, lo correspondiente a un recuerdo específico o una palabra específica no es una sección del cerebro sino un “patrón” (pattern) que, al parecer, en algunos casos, incluso podría reproducirse en sustratos biológicos diferentes.
Mucho de la investigación neurológico-funcional actual consiste exactamente en lo dicho: identificación de áreas y de patrones, es decir, hablando en general: identificación de correlatos neuronales.
Desde el punto de vista fisiológico o médico no hay nada que objetar a un trabajo de tan elevado nivel de tecnología. Pero hay preguntas que no necesariamente quedan respondidas a base de más tecnología. Por ejemplo: ¿en realidad un correlato neuronal explica una experiencia? Grandes filósofos han planteado de varios modos preguntas relacionadas con este tipo de análisis. Digamos un caso: si un científico es muy inteligente e ilustrado, y comprende perfectamente la teoría de los correlatos neuronales de los colores pero él mismo es ciego de nacimiento, y lego resulta que un tratamiento nuevo le permite ver por primera vez el color, ¿es verdad o no que esa experiencia le permite aprender o conocer algo nuevo? Si aprende algo nuevo, ¿qué es? Algunos filósofos llaman a eso “qualia,” algo así como el impacto de la experiencia del lado del sujeto experienciante–no de lo experienciado.
Lo interesante de esos cuestionamientos filosóficos es que permite también preguntarse en dónde está la frontera entre describir y explicar. Si alguien dijera que tener rabia es congestionarse la cara de sangre, respirar agitado y levantar el tono de voz, lo más probable es que le digamos que eso no es la ira sino una descripción “externa” de lo que es estar airado. Uno entiende la ira cuando entiende por qué airarse, no solamente cuando puede describir, aunque sea en detalle, cómo se conectan y suceden los síntomas de la ira. Según eso, la pregunta es: ¿los correlatos neuronales son una explicación de lo que uno vive o una descripción de los estadios de acción y reacción del cerebro ante lo que uno vive?
Y ahí mismo se ve la fragilidad de los que pretenden atacar la existencia objetiva de Dios (o de experiencias religiosas auténticas) a base de neurología. Uno se da cuenta que la negación que se hace de Dio se podría extender a la negación de todo el mundo exterior. Uno de esos grandes científicos podría decir: “Los perros no existen. Lo que existen son los circuitos neuronales activados que la gente asocia con la idea de algo que ellos llaman ‘perro.’ Hemos detectado que cuando se da esa serie de activación de circuitos, todos creen que tienen delante un perro.”
Evidentemente, la sola serie de reacciones eléctricas o bioeléctricas de la corteza cerebral no demuestra que algo exista pero tampoco demuestra que no exista. Viendo cerebros uno no sabe si el mundo más allá del cerebro existe. Cosa aún más cierta cuando se piensa que distintas causas pueden desencadenar series de interacciones neuronales similares. O dicho de otro modo: si un mismo efecto se puede producir por acción bioquímica, mecánica, eléctrica o por actuación de los órganos de lo sentidos, eso no demuestra ni desmiente que haya experiencias ajenas al cerebro que puedan producir tales efectos. La reproducción de un efecto neuronal no dice nada sobre el mundo de lo existente más allá del cerebro.
Por supuesto, el aire de “celebridad” que tienen ciertos científicos, y el lenguaje altamente sofisticado que se ven obligados a usar causan impacto en muchos auditorios. Pero, pasado el impacto, uno ve que ellos mismos no podrían cabalmente demostrar que le hablaron a un auditorio.
El papel de la familia en la defensa de la vida
«Dentro del “pueblo de la vida y para la vida”, es decisiva la responsabilidad de la familia: es una responsabilidad que brota de su propia naturaleza –la de ser comunidad de vida y de amor, fundada sobre el matrimonio– y de su misión de “custodiar, revelar y comunicar el amor” (Exhort. Ap. Familiaris consortio (22 noviembre 1981), 17: AAS 74 (1982), 100). Se trata del amor mismo de Dios, cuyos colaboradores y como intérpretes en la transmisión de la vida y en su educación según el designio del Padre son los padres. Es, pues, el amor que se hace gratuidad, acogida, entrega: en la familia cada uno es reconocido, respetado y honrado por ser persona y, si hay alguno más necesitado, la atención hacia él es más intensa y viva.» (Evangelium vitae 92a)
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Herramientas, 2 de 2: la Mision
Dos predicaciones para aquellos que están comprometidos en el servicio de pequeñas comunidades parroquiales, carismáticas, bíblicas o similares. Tema 2 de 2: Herramientas para la misión. El Documento de Aparecida nos recuerda que, por el bautismo, todos somos discípulos y misioneros, pero ¿qué elementos concretos, básicos, tienen a su disposición nuestras pequeñas comunidades, cuando se trata de transmitir el Evangelio?
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