Tres lecciones de humildad

Cuando percibas los aplausos del triunfo, que suenen también en tus oídos las risas que provocaste con tus fracasos.

No quieras ser como aquella veleta dorada del gran edificio: por mucho que brille y por alta que esté, no importa para la solidez de la obra. -Ojalá seas como un viejo sillar oculto en los cimientos, bajo tierra, donde nadie te vea: por ti no se derrumbará la casa.

Cuanto más me exalten, Jesús mío, humíllame más en mi corazón, haciéndome saber lo que he sido y lo que seré, si tú me dejas.

Más pensamientos de San Josemaría.

La fe de Benedicto y la pobreza de Francisco, 11 de 12

[La fe del Papa Benedicto y la pobreza del Papa FranciscoRetiro Espiritual para el Monasterio de Santa María Reina, en Zamora, España. Junio de 2013.]

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Tema 11 de 12: El anonadamiento de Cristo en la Cruz

* El gran himno al anonadamiento de Cristo está en Filipenses 2,5-11.

* Esta vez queremos reflexionar brevemente sobre la expresión que usa San Pablo en el versículo 6: Cristo “no hizo alarde de su categoría de Dios,” dice una traducción; “no retuvo ávidamente el ser igual a Dios,” dice otra. La expresión griega es: “ux harpagmón hegésato” que literalmente significa: “no consideró botín de robo” el ser igual a Dios.

* Dos ideas hay en esa expresión: el que se aferra a lo que tiene y el que exhibe lo que ha conseguido. Es la presunción unida al egoísmo. Es la ostentación unida al cinismo. Es la dureza para con el prójimo unida a la soberbia y el disfrute ilícito. Y todo eso es lo que caracteriza al hombre pecador.

* El “rico,” es decir, el que no entiende ni quiere entender la espiritualidad de los pobres y del Pequeño Resto, es aquel que se apoya en lo que tiene con un corazón repleto de ostentación y egoísmo.

* Pero el que se apoya sobre sí mismo, el que golpea su pecho, como un gorila, para hacer valer su ser, se pierde en realidad de descubrir cuánto vale su ser ante Dios. El que pasa la vida justificándose se pierde de la justificación que Dios le concede.

* El anonadamiento de Cristo es entonces el sello de su unión perpetua con la causa de los Pobres de Yahveh. Él es su expresión más pura, su súplica más perfecta; y a la vez es la respuesta de amor de Dios a su clamor.

Teologia de la Humildad

“La virtud de la humildad”, dice Santo Tomás, “consiste en mantenerse dentro de los propios límites, sin tratar de alcanzar cosas que están sobre uno, sino sometiéndose a la autoridad del superior”

Humildad

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La Humildad de Cristo, 01 de 12, Texto y contexto de Nazareth

[Retiro Espiritual “De Nazareth a la Cruz; de la Cruz a la Luz,” ofrecido a las Hermanas Dominicas Nazarenas, con ocasión de su IX Capítulo General Electivo en Diciembre de 2012.]

Tema 1: Texto y contexto de Nazareth

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* ¿Qué realidad conoció Jesús en sus años de infancia en Nazareth? El contexto lo podemos describir con algunas pinceladas:

(1) Naturaleza: Galilea es con mucho la región más bella de la Tierra de Jesús. La creación se vuelve elocuente en Galilea.

(2) Trabajo: Región de agricultura, pastoreo, pesca y comercio.

(3) “Mundo”: No era extraño ver avanzar las legiones romanas. Ya era común en galilea usar nombres de origen extranjero (griego). Jesús tuvo entre sus discípulos un Andrés y un Felipe.

(4) Opresión: Los Romanos no están haciendo turismo; son una fuerza de ocupación forzada, y de explotación por vía de impuestos.

(5) Exclusión: Para los judíos, los de la región de Judea, la fe ya estaba trastornada, si no perdida, en Samaría, inmediatamente al Norte. Ir todavía más allá, hasta Galilea, era entrar prácticamente en tierra de paganos, y así lo hace ver la expresión “Galilea de los gentiles.”

* El ambiente o atmósfera espiritual lo ha descrito muy bien el Papa Pablo VI en su Homilía del 5 de Enero de 1964 en Nazareth:

(1) Silencio, que es capacidad de contemplación y escucha.

(2) Humildad: lado positivo de la humillación fruto de la opresión y la exclusión.

(3) Mansedumbre: deseo expreso de no dañar y sí acoger.

(4) Obediencia: cuadro propio de una sociedad simple y unida en torno a valores familiares.

A lo cual se añade: (5) Comunidad: la vida en Nazareth transcurre en público. No imaginemos a la Sagrada Familia como un grupo celoso de su perfección y santidad: la apertura y el sentido de mutua pertenencia son norma.