MIÉRCOLES DE CENIZA
La cuaresma es tiempo bendito para entrar en la verdad de nuestro ser ante Dios.

Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.
MIÉRCOLES DE CENIZA
La cuaresma es tiempo bendito para entrar en la verdad de nuestro ser ante Dios.
El que descubre la santa sabiduría del Evangelio parece primero tonto y luego estorboso; experimentará en cualquier caso la Cruz.
El hecho de que una persona tenga enfermedad física o neurológica no elimina la posibilidad de que además padezca un mal más profundo, de orden espiritual.
Cristo ve la parálisis que los demás no veían.
La transfiguración podemos leerla desde la pedagogía de Cristo, que quiere mostrar que el dolor de la Cruz es máximamente fecundo.
El Reino de Dios implica que Dios reina, y esto quiere decir deshacernos de los ídolos que hemos abrazado por tanto tiempo y que ya confundimos con nuestro propio ser.
Sólo cuando derribamos los ídolos del corazón, cosa que trae crisis, empieza a suceder de verdad el Evangelio en nosotros.
Meditación sobre el sentido de un milagro único de curación.
Como los fariseos, es bien posible que también nosotros tengamos dificultades para liberarnos de nuestros esquemas y para aceptar la lógica maravillosa de Cristo.
Con razón se ha llamado a Jordán de Sajonia el Apóstol de la Juventud. La santa alegría del Evangelio fue su herramienta predilecta para conquistar corazones para Cristo.
Cristo tocó al leproso: no se le pasó la lepra del enfermo, sino que Cristo pasó su salud a ese hombre.
En cada santuario, María nos atrae hacia Jesucristo.
Los milagros de Cristo no son fruto de concentración mental sino expresiones y señales de la llegada en plenitud del Reino de Dios.
Cuando aquella mujer pidió alimentarse de la mesa de Israel, Jesús la trató como israelita.
En la verdad del corazón se juega la verdad de la conversión.
Maravilloso encontrar a Jesucristo, si uno admite su necesidad, ignorancia y pecado.