Contra el bulo de la Edad Media como «Edad oscura»

“Ha aparecido recientemente en el Corriere della Sera una larga recensión de Paolo Mieli sobre el libro del sociólogo Rodney Stark, La vittoria dell’Occidente (La victoria de Occidente, ndt) (Lindau). Los lectores de Tempi ya conocen a Stark, hoy profesor de Ciencias Sociales en la Baylor University en Texas. Este último libro, como los precedentes, demuestra que el cristianismo ha sido el motor, y no el lastre, del desarrollo de la humanidad en la historia…”

Haz click aquí!

Leyenda y realidad sobre los orígenes de la Universidad de Stanford

“Leland Stanford y su mujer Jane fueron los fundadores, el 1 de octubre de 1891, de la hoy prestigiosa Universidad de Stanford. Alrededor de esta sucinta información han corrido ríos de tinta mecanográfica, y de tinta china también. La creación de la Universidad de Stanford tiene tanto de leyenda, como tan poco de realidad, que la fábula supera a la verdad en más de una ocasión. Y es que nos gustan tanto los bulos románticos que no se ajustan a la objetividad, que daríamos un brazo porque aquello que nos han contando fuera lo que pasó…”

Haz click aquí!

Por qué la Revolución Francesa fue letal para la civilización cristiana

“En la preparación de la Revolución desempeña un papel decisivo la Reforma, la gran aceleradora de la mundanización o secularización de la cultura. Después, en el terreno trabajado previamente por los reformadores religiosos, prenden el liberalismo y la cultura individualista burguesa. Paradójicamente, la combinación de individualismo y capitalismo en todas sus formas (mercantilismo, fisiocratismo, librecambismo) es carburante para el Estado, la institución que hace tabla rasa con las tradiciones de Europa…”

Haz click aquí!

Sobre el origen de la libertad de conciencia

“Las Reformas Protestante y Católica (el Concilio de Trento) condujeron a importantes cambios políticos en la Europa del siglo XVI. Unos cambios que más tarde precipitarían decisivamente el origen del concepto moderno de democracia. Esto puede resultar sorprendente para muchas personas, que asocian la libertad política que disfrutamos en la actualidad exclusivamente a las revoluciones liberales del XVIII. Sin embargo, una pregunta que suele inquietar a quienes postulan esta tesis es por qué la democracia moderna sólo se ha desarrollado satisfactoriamente en países con una larga tradición de cultura cristiana…”

Click!

Estas cosas se decían en el 55 a.C.

El presupuesto debe equilibrarse,
el Tesoro debe ser reaprovisionado,
la deuda pública debe ser disminuida,
la arrogancia de los funcionarios públicos
debe ser moderada y controlada,
y la ayuda a otros países debe eliminarse,
para que Roma no vaya a la bancarrota.
La gente debe aprender nuevamente a trabajar,
en lugar de vivir a costa del Estado…

[Marco Tulio Cicerón]

¿Y sí era masón Simón Bolívar?

“La objeción acá, si es que existe, es mínima. Porque si con San Martín los escritores masones tuvieron una laboriosa bien que inconducente actividad, con Bolívar el asunto se reduce a dos puntos cronológicos: 1°) Bolívar sí fue masón; 2°) Bolívar dejó de ser masón y condenó a la Masonería. Veamos, pues, estas dos etapas, rápidamente…”

Click!

¿De verdad era masón el prócer José de San Martín?

“Curiosamente, a pesar de que dos de los primeros historiadores de San Martín y connotados masones, como lo eran Domingo Faustino Sarmiento y Bartolomé Mitre, negaron que el Libertador perteneciera a esa Orden, pronto, otros ensayistas inscriptos en las logias se dieron en afirmar tal afiliación…”

Click!

Amor u odio

Por debajo de las historias de luchas y guerras entre las naciones y los hombres subyace una guerra eterna entre el bien y el mal, entre el amor y el odio, entre Yahvé y Satanás, Empezó en el momento mismo en que Satanás se rebeló contra Yahvé, continuó con la muerte de Abel por Caín, con Sodoma y Gomorra,… y ha llegado rebotando de generación en generación hasta nuestros tiempos. Los Evangelios y los santos lo expresan de formas diferentes:

San Agustín resume “ La historia Universal es una lucha entre dos formas de amor: “el amor a si mismo- hasta la destrucción del mundo- y el amor al otro – hasta la destrucción de si mismo” El amor de los políticos por el poder, por la poltrona, la caja y la llave es tan fuerte que antes que perder el sillón prefieren que se hunda España. El amor de las madres por sus hijos o el de los misioneros por todas las personas les lleva a preferir su muerte antes que mueran sus hijos o se pierdan los hijos de Dios. Lo vemos diariamente.

El amor a sí mismo se convierte en una especie de odio hacia los demás que puedan hacerle competencia o intenten dejarle a él más bajito, es una constante que está por encima de cualquier otra consideración, Se manifiesta de mil formas, desde que nacemos hasta que morimos. Lo vemos en el hijo pequeñito cuando le nace un hermanito. Las caricias de los padres van hacia el mas pequeño en detrimento del mayor y este se revuelve dándole patadas y bofetadas en cuanto puede, le rompe o quita los juguetes, etc. Lo que denota que el amor a si mismo está indeleblemente incrustado en lo mas profundo de nuestros corazones. Tuvo que venir Cristo para darle la vuelta a la tortilla. “ Amarás a tu prójimo como a ti mimo. Y Jesús dijo algo más, “Amarás a tu prójimo como “Yo os he amado” El premio es infinito.

Sobresalir, ser más que nadie, estar por encima de los otros se puede conseguir mediante méritos y virtudes propias, pero es mucho más fácil denigrar al prójimo, empujándole hacia abajo, mintiendo, callando sus bondades, murmurando por detrás, y ,por supuesto, guardándose muy bien de alabarle en forma alguna. Si el sube, nosotros quedamos mas abajo. ¡ Y eso si que no!

En el colegio rebajamos los méritos de los mejores con frases como: es un empollón, está enchufado, ha copiado,… En política las mentiras, las acusaciones infundadas, la creación de bulos que denigren al contrario están la orden del día.. El político prefiere que se hunda su país antes que dejarlo en manos del contrario. También existen los que prefieren morir por salvar a su patria.

Con Cristo o contra Cristo, con el amor o con el odio, Amor y odio son las palabras claves que orientan nuestras vidas y las de los demás. El amor va unido estrechamente al temor de Dios y al cumplimiento de sus leyes. El odio acompaña a Satanás que no puede resistir por soberbia al amor de Dios por su pueblo, los hombres. Dios dirige la historia a través de los hombres elegidos por Él ( Profetas, Reyes, dictadores, jefes de gobierno,…) o a través de Satanás, con permiso del Señor, que también lo hará a través de hombres poseídos por él.

La historia de la vida del hombre sobre la tierra, dentro de su aparente complejidad, resulta extraordinariamente sencilla: O estamos con Cristo o con Satanás. Con Cristo nos acompaña el amor, paz, salud, larga vida, riqueza, victoria en todas nuestras batallas, felicidad,… Si estamos con el diablo, nos envuelve el odio que conlleva luchas, guerras, muertes, revoluciones, paro, hambre, pobreza, drogas, miseria y crisis como las actuales; además de terremotos, maremotos, volcanes, inundaciones, sequías, etc.

Nos toca elegir: entrar por la puerta estrecha o por la ancha. Cristo dijo: El que no está conmigo, está contra mí. El que conmigo no siembra desparrama. No hay términos medios. En el juicio final solo hay dos grupos: las ovejas a la derecha, los cabritos a la izquierda. Gloria o Infierno. El diablo actúa en la elección mediante el amor propio: Pero, somos tan cerriles que hay quien prefiere ir al infierno antes que aceptar estar que existe. Pero ¿ Y si está equivocado? ¿ No tiene la menor duda? Cristo está esperándole con los brazos abiertos para perdonarle, le basta un solo gesto de amor?

Mérida (España), Octubre de 2014

Alejo Fernández Pérez

Vasco Núñez de Balboa (1475-1519)

Fue Balboa un hidalgo extremeño pobre, que desde 1501 viajó por el Caribe, viviendo oscuramente. Sin embargo, después de Hojeda y Nicuesa, entre 1510 y 1513 gobernó con mano prudente en Santa María de La Antigua, el único enclave de España en Tierra Firme. Y usando un mínimo de fuerza, en contraste con la brutalidad de sus predecesores, pudo establecer con los indios unas relaciones amistosas, respetando sus estructuras tribales, y llegando a ser árbitro entre tribus enfrentadas.

Pues bien, a este Balboa le eligió Dios para descubrir el Océano Pacífico, o como se decía entonces, con gran ignorancia, Mar del Sur. El cronista Gonzalo Fernández de Oviedo cuenta el acontecimiento muy bien contado:

«Un martes, veinte y cinco de septiembre de aquel año de mil quinientos y trece, a las diez horas del día, yendo el capitán Vasco Núñez en la delantera de todos los que llevaba por un monte raso arriba, vio desde encima de la cumbre dél la Mar del Sur, antes que ninguno de los cristianos compañeros que allí iban; y volvióse incontinente la cara hacia la gente, muy alegre, alzando las manos y los ojos al cielo, alabando a Jesucristo y a su gloriosa Madre la Virgen Nuestra Señora; y luego hincó ambas rodillas en tierra y dio muchas gracias a Dios por la merced que le había hecho en le dejar descubrir aquella mar… Y mandó a todos los que con él iban que asimismo se hincasen de rodillas y diesen las mismas gracias a Dios… Todos lo hicieron así muy de grado y gozosos, y incontinente hizo el capitán cortar un hermoso árbol, de que se hizo una cruz alta, que se hincó e fijó en aquel mismo lugar… Y porque lo primero que se vio fue un golfo o ancón que entra en la tierra, mandóle llamar Vasco Núñez golfo de San Miguel, porque era la fiesta de aquel arcángel desde a cuatro días» (Historia gral. XXIX,2 y 3).

Al modo de Colón, alzó Balboa una gran cruz y dió nombre cristiano a aquellos lugares. Más tarde se produjo una escena grandiosa que pasó a la historia. En aquellos parajes bellísimos, «llenos de arboleda», ante 26 hombres de armas, uno de ellos Francisco Pizarro, y cuando el sol iniciaba su caída en el horizonte, Balboa «llegó a la rivera a la hora de víspera, y el agua era menguante». Esperó a la pleamar, y «estando así creció la mar a vista de todos mucho y con gran ímpetu». Sólo entonces fue cuando Balboa, con la bandera real de Castilla y León, «con una espada desnuda y una rodela en la mano entró en el agua de la mar salada, hasta que le dio en las rodillas», y tomó posesión del Océano Pacífico en el nombre de Dios y de los Reyes Católicos.

El autor de esta obra es el sacerdote español José Ma. Iraburu, a quien expresamos nuestra gratitud. Aquí la obra se publica íntegra, por entregas. Lo ya publicado puede consultarse aquí.

Una gran lección de San Agustín de Hipona

“Desde Hipona, al otro lado del Mediterráneo San Agustín miraba a Roma como la madre de la civilización, sustentadora de la Pax Romana, de las leyes, de las artes y de esa nueva fuerza que había surgido en Palestina tres siglos antes: el cristianismo que ahora llenaba el imperio con nuevos ímpetus ya no de conquistar naciones y hollarlas bajo las cáligas romanas sino de evangelizarlas para traerlas al rebaño de Cristo. Esa visión de Agustín quedó destrozada cuando las noticias del saqueo de Roma le llegaron en 410 a.D. …”

Click!