El contagio de la fe

Europa ha conocido épocas de angustia, por ejemplo, cuando la plaga o la peste iban cobrando víctimas de ciudad en ciudad y de un país a otro. En lo peor de la crisis del siglo XIV hubo regiones que perdieron entre la tercera parte y la mitad de sus habitantes. La palabra “contagio” tenía un significado sombrío en aquel tiempo.

También hoy podemos contagiarnos de una variedad de cosas negativas. El mal humor es contagioso. La arrogancia tiende a serlo. La venganza despierta venganza. El pesimismo, como una peste, puede saltar de una casa a la siguiente, o irse por los cables del teléfono o de Internet.

Pero gracias a Dios, hay contagios saludables también, y son los que más nos interesan. Hay gente que lleva una sonrisa invencible a su lugar de trabajo, y parece que no descansan hasta dejarla implantada en otros rostros. Hay gente obstinada en su lucha contra la corrupción y la desidia; y en más de una ocasión su fortaleza da fruto, cuando se abre paso un nuevo ambiente marcado por la transparencia y la honestidad. A menudo los niños tienen una fuerza increíble para contagiarnos de su mirada nueva, su inocencia luminosa, su risa inigualable.

Los cristianos estamos llamados a contagiar de fe al mundo entero. No somos espectadores pasivos de un drama ajeno. Jesús dijo una vez: “He venido a traer fuego sobre la Tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviera encendido!” (Lucas 12,49). ¿A cuántos has incendiado tú en vivísima convicción del amor que Dios nos tiene?

Y atención todos: el papa Benedicto nos está llamando a vivir un Año de la Fe, a partir del próximo 11 de Octubre: ocasión magnífica para recordar el hermoso deber que tenemos de ofrecer a manos llenas el don de la luz que significa creer en Dios y en su Hijo, Jesucristo. Súmate, desde ahora.

ESCUCHA, Breve Curso sobre la Fe, 8 de 8, Crecer en la fe

Curso ofrecido a las Dominicas del Monasterio de Lerma, España, en Junio de 2012, con motivo del Año de la Fe promulgado por el Papa Benedicto XVI.

8. Caminos de crecimiento en la fe
8.1 Oración: “Señor, aumenta mi fe.” “Señor, que vea”
8.2 Escucha de la Palabra (“La fe viene de escuchar” – Romanos 10)
8.3 La liturgia y los sacramentos, especialmente la Eucaristía y la Confesión
8.4 La fe crece al ponerla en práctica (Mateo 7)
8.5 La fe se afianza recibiendo testimonio en la propia comunidad
8.6 La fe se amplía al contacto con las vidas de los santos
8.7 La fe se purifica y consolida con el estudio, si es humilde y en comunión con la Iglesia
8.8 La fe se consolida en la victoria sobre la tentación
8.9 La fe se robustece compartiéndola en la evangelización
8.10 Leer el paso de Dios en la propia historia

ESCUCHA, Breve Curso sobre la Fe, 4 de 8, Una fe madura

Curso ofrecido a las Dominicas del Monasterio de Lerma, España, en Junio de 2012, con motivo del Año de la Fe promulgado por el Papa Benedicto XVI.

4. Rostro de una fe madura
4.1 Firme, estable, perseverante
4.2 Gozosa, contagiosa, luminosa
4.3 Eclesial: situada y a la vez, universal
4.4 Integral, coherente, total
4.5 Profunda, cierta y correcta
4.6 “Obra por el amor”
4.7 Misionera y evangelizadora

ESCUCHA, Breve Curso sobre la Fe, 3 de 8, El contenido de la fe

Curso ofrecido a las Dominicas del Monasterio de Lerma, España en Junio de 2012, con motivo del Año de la Fe promulgado por el Papa Benedicto XVI.

3. El contenido de la fe
3.1 Las confesiones de fe
3.2 Los símbolos de la fe
3.3 La liturgia
3.4 La catequesis
3.5 La religiosidad poplar
3.6 La teología
3.7 La mística

ESCUCHA, Breve Curso sobre la Fe, 1 de 8, Riqueza y Complejidad de la Fe

Curso ofrecido a las Dominicas del Monasterio de Lerma, España en Junio de 2012, con motivo del Año de la Fe promulgado por el Papa Benedicto XVI.

Tema 1: Riqueza y complejidad de la fe.
1.1 Consciente e inconsciente
1.2 Subjetiva, comunitaria y objetiva
1.3 Intelectual y volitiva
1.4 Acto específico y atmósfera que cobija
1.5 Comprende lo ordinario y lo extraordinario
1.6 Se puede testificar pero no imponer
1.7 Se puede exponer pero es puro don
1.8 Se puede defender pero no demostrar
1.9 Requiere de obras tanto como de palabras
1.10 Transforma el mundo presente pero va más allá de él

Cuando la fe por fin madura

Predicación en el Congreso de Adoración de la Comunidad “Cristo Rey” de la Renovación Carismática en Bogotá, Colombia.

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El Capítulo 6 de San Juan sirve de base para una catequesis sobre lo que es buscar a Dios para resolver uno sus necesidades, o buscarle porque ve en él la fuente de todo bien, por encima de lo que yo estime como bueno o deseable en un momento dado.

Es el paso de “las necesidades” a “la necesidad”; es también el paso de “sobre-vivir” (que es aplazar la muerte) a “tener vida” que es fundarse en el Dios vivo.

Sólo Cristo es Pan Vivo. Los panes “muertos,” es decir, nuestro alimento usual para el cuerpo,, al recibirlo queda en nuestro poder. Comulgar con Cristo, en cambio, es recibirlo vivo, y por lo tanto, Señor, que toma posesión de su trono y del timón de la vida.

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Madurez en el Espiritu, 2 de 5, Ataques a la fe, la esperanza y el amor

Congreso de la Región Centro-Sur de la Renovación Carismática en Chile.

Tema 2 de 5: Ataques a la fe, la esperanza y el amor

El enemigo malo no abandona fácilmente su presa. Al contrario, redobla ataques contra aquellos que ve que se van por el camino del Evangelio.

La FE se ve atacada a través de la disociación entre su dimensión doctrinal y su dimensión existencial. Como un péndulo que va de extremo a extremo, hemos pasado de un tiempo en que se creía que ser católico consistía en aprender muchas cosas con la cabeza, a un modo de vida de fe en que la experiencia subjetiva, al sensación y la emoción son tiranas que comandan todo.

La ESPERANZA se ve atacada especialmente en las instituciones, pues son estas nuestra manera de apostar al futuro. Sin la fortaleza propia del compromiso con nuestras instancias de vida cristiana (por ejemplo: la familia), y con nuestras instancias de fe y evangelización (los consejos de la RCC, por ejemplo), el futuro se torna opaco y nada atractivo.

El AMOR se ve atacado a fuerza de trivializarlo. Amor en la Biblia es buscar el bien del otro; no simplemente sentir o decir sentir muchas cosas.

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Nueva pagina de la Congregacion para la Doctrina de la Fe

“La Congregación para la Doctrina de la Fe, originalmente llamada Sagrada Congregación de la Romana y Universal Inquisición, fue fundada por Pablo III en 1542 con la Constitución “Licet ab initio”, para defender a la Iglesia de las herejías. Es la más antigua de las nueve Congregaciones de la Curia. En 1908, el Papa San Pío X cambió su nombre por el de Sagrada Congregación del Santo Oficio. Finalmente, en 1965, recibió el nombre actual bajo el Pontificado de Pablo VI. Hoy, según el Artículo 48 de la Constitución Apostólica sobre la Curia Romana “Pastor bonus”, promulgada por el Santo Padre Juan Pablo II el 28 de junio de 1988, «la tarea propia de la Congregación para la Doctrina de la Fe es promover y tutelar la doctrina de la fe y la moral en todo el mundo católico. Por esta razón, todo aquello que, de alguna manera toca este tema, cae bajo su competencia»…”

CDF

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Presentacion de las Razones para Creer

Cristianos, ¿qué razones tenéis para creer?

«He preguntado a algunos cristianos por qué tienen fe y no han podido responderme. Y he pensado que si no tienen respuestas para mí, tampoco las tendrán para sí mismos» (Un alumno de 8º EGB)

«Estad siempre prestos a dar razón de vuestra esperanza ante los que os preguntan» (1P 3,15)

«Dichosa tú que has creído» (Lc 1,45).

«Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a los sabios y entendidos y las revelaste a los humildes» (Mt 11,25).

Estas páginas, amigo lector, se han escrito para que tengas la certeza de que tu actitud de cristiano es verdaderamente razonable. Ellas pueden ayudarte a responder a los críticos y, al mismo tiempo, a progresar en tu fe.

Sin embargo, no esperes demasiado de la dialéctica. Harás mucho más por Cristo y por los demás con tu oración y tu forma de vida, siguiendo las huellas del Maestro.

De esta forma toda tu vida y toda tu persona serán una respuesta a la interrogación de los que no creen, y quizá algún día tendrás la sorpresa y la dicha de que un amigo te pregunte: «¿Dime, tú que eres un verdadero cristiano, en qué razones fundamentas tu fe?»

Entonces, le abrirás tu alma y , al mismo tiempo, entrarás en las suyas… Y como un soplo sobre las brasas, iluminarás su corazón y lo calentarás con el fuego que arde en el tuyo.

María Isabel Miralles, presentando la obra “Razones para Creer” de Yves Moreau