Lenten Retreat 2011, Talk 3 of 6

Lenten Spiritual Retreat 2011, Talk 3 of 6: Hope and the new logic Christ brought to the world. In the Sermon on the Mountain, Jesus invites us to seek God “in the secret.” Then, in the Our Father, he teaches us to invoke God as our “Father in heaven.” The relationship between each one’s “secret” (conscience) and heaven suggests that we are to be good for the sake of goodness and not in order to receive a visible reward. Hope, true hope, is based on this new “logic” in which the language of grace wins over the language of strict “trade.”

Esperanza (02)

Sobre la Tierra no había caminos; han sido hechos por el gran número de transeúntes. – Lu Xun

Nunca se da tanto como cuando se dan esperanzas. – Anatole France

El infierno es esperar sin esperanza. – André Giroux

La esperanza vieja es la más dura de perder. – Elizabeth Barrett Browing

La esperanza es un buen desayuno pero una mala cena. – Sir Francis Bacon

Esperanza (01)

Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol. – Martin Luther King

Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano. – Martin Luther King

La desesperanza está fundada en lo que sabemos, que es nada, y la esperanza sobre lo que ignoramos, que es todo. – Maurice Maeterlinck

Cada criatura, al nacer, nos trae el mensaje de que Dios todavía no pierde la esperanza en los hombres. – Rabindranath Tagore

La misma esperanza deja de ser felicidad cuando va acompañada de la impaciencia. – John Ruskin

Febrero 14: Nada renueva tanto la tierra como la certeza del cielo

Una homilía para el sexto domingo del tiempo ordinario, en el ciclo C de lecturas, destacando el lugar que tiene la esperanza de cielo en las bienaventuranzas: de hecho es lo que hace que el proyecto de Jesús sea “evangelio.”

[Si estás leyendo esto en Facebook y deseas escuchar la predicación a la que aquí se hace referencia, haz click en “Publicación Original.”]

Experiencia y Esperanza

La experiencia mira hacia el pasado, y de él nos trae grandes enseñanzas pero también heridas y desilusiones. Del pasado podemos aprender a ser más sabios pero también más cobardes o faltos de vigor. El don teologal de la esperanza no nos lanza hacia la fantasía sino hacia la conquista de la mejor que podía darnos el pasado y lo mejor que puede depararnos el futuro.