Vida Religiosa Renovada, 10 de 12, La virtud teologal de la esperanza

[Retiro espiritual con las Hermanas Dominicas de la Inmaculada, de la Provincia de Santa Rosa, en el Perú. Octubre de 2014.]

Tema 10 de 12: La virtud teologal de la esperanza

* En la fe hay dos dimensiones: doctrinal (que apunta a los contenidos) y existencial (que mira a Aquel en quien creemos) y de Quien nos fiamos. Podemos decir que esta dimensión de entrega y confianza es la raíz misma de la esperanza. Sólo que la fe de suyo es una entrega presente mientras que la esperanza apunta al bien futuro que es arduo pero posible.

* ¿Cómo se cultiva la esperanza? Ante todo, no hay que confundirla con la novedad. En tiempos de incertidumbre o fragilidad los experimentos no aumentan la seguridad sino que la disminuyen. El futuro se muestra promisorio cuando el pasado muestra sus raíces fuertes. Sobre la base de lo que es firme y en cierto sentido, tradición, se puede mirar el futuro de otra manera.

¡Hay esperanza!

  1. Los últimos 150 años cuentan con mayor número de mártires que dieron su vida por el Evangelio, que los primeros 150.
  2. Año por año hay un aumento neto en el número de parroquias y comunidades religiosas que abren capillas de adoración perpetua.
  3. Corea del Sur es punta de lanza del crecimiento de la Iglesia Católica en Asia; el @PapaFrancisco la vista en Agosto de 2014.
  4. Quienes promueven ideas en contra del don de la vida son coherentes en el hecho de que se reproducen menos. 🙂
  5. Muchas mujeres aman su femineidad, y le dan todo su valor, pero no sienten ninguna necesidad de ser feministas.
  6. Nunca en la historia de la Iglesia se han movilizado tantos laicos a defender su fe, liturgia, instituciones y principios.
  7. Nunca la Iglesia tuvo tantas propuestas de formación en Biblia, catequesis, pastoral de salud, dirigidos a los laicos.
  8. La Iglesia Católica es la institución, a nivel mundial, que dedica más tiempo, personas y esfuerzos a enfermos de SIDA.
  9. Toma buen tiempo para visitar las tumbas de tantos que anunciaron el colapso, la agonía o la muerte de la Iglesia Católica.
  10. Si amas la Iglesia, oras por Ella, conoces su hermosa doctrina, haces penitencia por sus pecados y le ayudas en su misión, hay esperanza.

Primero publicado en mi cuenta de Twitter.

ESCUCHA, la Esperanza sólo crece en el jardín de la Verdad

[Predicación para un grupo de laicos en la Parroquia de Kariya, Japón, en Marzo de 2014.]

* La experiencia de Israel en el desierto es tipo de la experiencia del cristiano: así como ellos peregrinaban hacia la tierra prometida, así nosotros hacia la Casa del Padre, donde Cristo nos prepara morada perpetua.

* Si ellos soportaron la dureza del desierto, nosotros enfrentamos la dureza de un mundo en que la esperanza se ha vuelto escasa. Es difícil encontrar quien piense que el futuro será mejor que el presente. Este oscuro presentimiento sobre el pasado se cierne sobre la política y la economía, no menos que sobre la ecología o la estabilidad de la familia.

* La Plegaria Eucarística IV del Misal Romano dice que Dios educó a su pueblo en la esperanza a través de los profetas. ¿Cómo puede suceder eso, si lo que vemos en la Biblia es gente hecha del mismo barro que nosotros?

* Ante todo, conviene recordar que la esperanza es incompatible con la fantasía, si por fantasía entendemos la huida o la negación de la realidad. La esperanza sólo tiene posibilidad de nacer en la tierra de la realidad y la verdad.

* De hecho, la esperanza brota a partir de DOS VERDADES: (1) La verdad de lo que soy, y de lo que he hecho–y ello implica, la realidad del pecado cometido. (2) La verdad de lo que Dios es, y de lo que hace conmigo, sabiendo quién soy–y ello implica la verdad de su perdón que sana, corrige y restaura.

* Si uno evita esas dos verdades, se vuelve cínico. Si uno acepta la primera pero no la segunda, cae en desesperación. Si uno acepta las dos verdades, descubre la propia miseria y la misericordia divina, y sobre ese doble descubrimiento, cimienta, como sobre roca, una visión realista y a la vez positiva sobre el futuro: así brota y se fortalece la esperanza.

Fuimos hechos para el Cielo

Anímate. -¿No sabes que dice San Pablo, a los de Corinto, que “cada uno recibirá su propio salario, a medida de su trabajo”?

El cielo: “ni ojo alguno vio, ni oreja oyó, ni pasaron a hombre por pensamiento las cosas que tiene Dios preparadas para aquellos que le aman”. ¿No te empujan a luchar esas revelaciones del apóstol?

Más pensamientos de San Josemaría.

Parejas de fe, esperanza y amor, 4 de 5, Cultivar la esperanza

[Taller para parejas, organizado por la Comunidad Betania, y ofrecido en Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia.]

Tema 4 de 5: Cultivar la esperanza

* Un buen modo de captar la fuerza de vida que trae la esperanza es recordar cuál fue el contexto en que se abrió paso el Evangelio. Una parábola histórica sobre cómo la esclavitud fue reventada por la predicación del Evangelio muestra que la esperanza es fuente de vida y libertad.

Parejas de fe, esperanza y amor, 3 de 5, Las raíces de la esperanza

[Taller para parejas, organizado por la Comunidad Betania, y ofrecido en Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia.]

Tema 3 de 5: Las raíces de la esperanza

* Por comparación, es más fácil identificar los bienes propios del amor o de la fe que los propios de la esperanza. de hecho, es fácil y frecuente que se confunda a la virtud de la esperanza con alguna de estas caricaturas: fantasía, simple espera, resignación o entusiasmo.

* La virtud de la esperanza brilla en las dificultades; en este sentido está muy próxima a la fortaleza.

* La verdadera esperanza viene del Espíritu Santo: no responde a simples cálculos humanos ni es un ejercicio de la sola voluntad nuestra. Este don peculiar de la divina gracia permite ver más allá de los obstáculos y abrir caminos muchas veces inéditos en medio de las dificultades.

* Se entiende entonces que uno siente que necesita la virtud de la esperanza cuando el bien deseado parece inalcanzable. Cuando todo va bien, y según lo esperado, uno quizás no hace provisión de la gracia que podrá necesitar al llegar la contradicción, la catástrofe, el accidente, la oposición o la persecución.

* En particular, es importante que las parejas tengan la conveniente familiaridad con el Espíritu Santo de modo que su gracia se aclimate en los corazones que tarde o temprano tendrán que pasar por la prueba.