La primacia del amor

[Predicación para la Comunidad de SANCTUS – N. S. de Guadalupe, en Miami.]

Encuentro el 17 de Febrero de 2013

* Si es propio del bebé y del niño centrarse en sí mismo, en sus necesidades, incomodidades y gustos únicamente, hemos de reconocer que la capacidad de salir de sí mismo para interesarse por el bien de otros es una señal de crecer en humanidad.

* Según esa dirección, Cristo es el más humano de todos, pues su manera de entregarse por el bien de los demás es señal de una plenitud y madurez máximas.

* Hay varios modos de amar a otros. (1) El amor “cerebral” descubre que otra persona lo está pasando mal o necesita algo. (2) El amor “sentimental” sucede cuando alguien que nos importa es afectado en sus cosas o proyectos. (3) El amor “entrañable” brota irreprimible cuando alguien importante para nosotros es afectado en su integridad o sus capacidades. Los evangelios nos dicen que este es el tipo de amor que Cristo muestra por nosotros.

* El amor entrañable tiene un efecto: “hace espacio” dentro de nosotros para que la otra persona, con su realidad y sus necesidades, nos “habite.” por eso, este es el tipo de amor que de modo natural y necesario crea comunidad.

* Si en la Cruz se revela de modo particular el amor humano y divino, una comunidad que nace en torno a la Cruz, lleva en sí el sello de una espiritualidad completamente eclesial. Ser iglesia es para nosotros nuestra única forma posible de ser.

Cristo, Testigo Fiel

* Esfuerzo del demonio es desfigurar la imagen y conocimiento que tenemos de Dios porque, perdido ese conocimiento, nuestro corazón se aparta de nuestro Creador, y así somos presa fácil del enemigo.

* Así vemos que en el relato del Génesis 3 la serpiente empieza por calumniar a Dios hasta presentarlo como un ser egoísta, mentiroso, envidioso que en realidad no ama al hombre. En ese caso la estrategia funcionó porque Eva, olvidada del mandato divino, cae en desobediencia y así también cae en la red del demonio.

* También en nuestro tiempo esta estrategia se utiliza, por ejemplo, rodeando de calumnias al Papa, o mencionando a la Iglesia solamente en conexión con sus épocas más oscuras. El propósito claramente es que nuestra mente asocie a Dios solamente con lo detestable y lo repugnante, de modo que jamás nos acerquemos a Él. Las cosas llegan a un punto en que, aún en las dificultades, se prefiere acudir a la magia o a la superstición, antes que volver a Dios.

* Por eso tiene tanto significado uno de los nombres más bellos que la Escritura aplica a Jesucristo: “Testigo Fiel.” En efecto, él es aquel que da el testimonio supremo, deshaciendo los falsos testimonios del diablo y mostrando la verdad del rostro de Dios y de su amor incomparable.

* Dos pasajes, entre muchos otros, ayudan a ver la fuerza del testimonio de Jesús. Vemos el caso del leproso que por su enfermedad estaba excluido de la sociedad y de una vida medianamente normal. ¿Quién podía ser Dios en la mente de ese hombre? Jesús toca al enfermo, y la enfermedad no se adueña de Cristo sino que la sanidad de Cristo se adueña de ese cuerpo lastimado. De esa manera, Cristo no solamente sana la carne enferma sino que ilumina la mente turbada por una vida de exclusión y dolor.

* Otro ejemplo elocuente es el de aquella pecadora que interrumpe la cena de Cristo con el fariseo. Esta mujer ha sido maltratada en su intimidad y la palabra “amor” ya no significa nada para ella. En Cristo esa palabra se reconstruye. En Cristo ella se siente escuchada porque se sabe acogida; se siente sanada y puede volver a mirar a un Dios que le parecía vedado.