El camino del servicio

[Predicación en un retiro parroquial en Blessed Sacrament, New York, cuaresma de 2015.]

* Esos son los pasos principales en el crecimiento de un bautizado que asume conscientemente su vocación de seguidor de Cristo, siervo de Dios:

  1. Servir como simple hacer
  2. Servir como transmitir
  3. Servir como conectar
  4. Servir como predicar
  5. Servir como interceder y sanar
  6. Servir como inspirar
  7. Servir como amar a Dios y al prójimo

Obra en construcción

Sabes que todos los cambios que hacemos en nuestra vida son producto de un proceso.

Actualmente con la tecnología “instantánea”, todo lo queremos ¡ ya! ¿Verdad? Cuando una página de Internet tarda en cargar, entonces nos desesperamos y pensamos que algo anda mal. Y así con todo. Antes esperaban días, y a veces hasta meses para poder leer una carta que tanto esperaban recibir. Ahora, con un simple clic estamos en otras ciudades, otros países.

Pero cuando hablamos de cambios personales, tenemos que tener en cuenta que no se encuentran al alcance de un clic , y que quizá tengas que ser más paciente contigo mismo.

Hablo por experiencia, ya que cuando busco hacer un cambio personal espero que sea rápido, y cuando no lo logro muchas veces me frustro.

Sea cual sea el cambio que quieres hacer hoy, te felicito. ¡TE FELICITO! El primer paso es poder reconocerlo, y buscar trabajarlo.

Lo segundo seria que pongas en practica ese cambio, un día a la vez.

Hay un versículo que habla de algo así:

“No se mientan unos a otros, porque ustedes ya se han quitado la vieja naturaleza pecaminosa y todos sus actos perversos. Vístanse con la nueva naturaleza y se renovarán a medida que aprendan a conocer a su Creador y se parezcan más a él.” ( Colosenses 3: 9-10)

A medida que conozcas más a tu creador y pases más tiempo con Él, seguro que se te irá pegando su manera de ser hermosa.

¡Tómate el tiempo que necesitas, y siempre sigue firme hacia tu meta! Tu vida sigue siendo una “obra en construcción”.

Curso de Liderazgo Católico para el siglo XXI, 5 de 8: Conectar

[Curso de Formación con un grupo de Superioras de las Hermanas Canonesas de la Cruz. Lima, enero de 2015.]

Sesión 5 de 8: Conectar

Los religiosos solemos ser más reservados que otras personas
* Como reacción a nuestra vulnerabilidad
* Como reacción a lo que uno “debería ser”

Enseñar con autoridad y caridad
* Tener autoridad significa ser “autor”
* Palabras claves: coherencia, humildad, estímulo, gratitud, ecuanimidad, justicia, generosidad.
* Pero la cualidad central: dirigir la atención y el corazón hacia Cristo.

Preguntas de interiorización:
* ¿Qué características de la vida moderna facilitan y cuáles dificultan el ejercicio de la autoridad una fecunda experiencia de comunidad y de autoridad?
* ¿Cuáles de las cualidades señaladas se echan más de menos actualmente?

Curso de Liderazgo Católico para el siglo XXI, 4 de 8: Conocer

[Curso de Formación con un grupo de Superioras de las Hermanas Canonesas de la Cruz. Lima, enero de 2015.]

Sesión 4 de 8: Conocer

Cada persona es una historia en la que Dios sigue trabajando
* Carácter sagrado e inviolable de la persona humana

Conocemos a las personas más por sus emociones que por sus ideas
* Alegrías, tristezas, temores, anhelos, rabias

Las personas se dan a conocer en momentos de vulnerabilidad
* La imagen de la puerta grande (fachada) y la puerta chica (servicios)
* La historia de la Hermana Fantástica

Preguntas de interiorización:
* ¿Cuáles son los temas de los que nos cuesta más hablar?
* ¿Qué temores bloquean más una comunicación profunda?

Catheriniana – 07, Teología del Amor, parte 3

[Catheriniana es una serie de reflexiones sobre aspectos de la enseñanza de Santa Catalina de Siena. Para sacar mayor provecho de estas conferencias es muy recomendable revisar primero la serie sobre su vida, y después la serie sobre los fundamentos de su doctrina espiritual. Si se quiere acceder a todas las publicaciones de este blog sobre la Santa Doctora, hacer click aquí.]

Tema 7: Amar a Dios

* Nuestro amor hacia Dios es como el reflejo de la luz del sol sobre la luna; ella no tiene luz propia pero sí puede reflejar y dar de lo que recibe.

(1) Lo primero es conocer porque del conocimiento brota el amor. San Juan dice: “Hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él” (1 Juan 4, 16).

(2) El amor divino es creador, redentor y santificador. Como creador lo conocemos en la naturaleza y en nuestro propio ser; como redentor lo conocemos en nuestra historia; como santificador en los frutos y dones del Espíritu.

(3) Del conocimiento se pasa al agradecimiento y la alabanza. La alegría, la paz, el hambre de Dios son señales muy propias de esta etapa, y señales muy visibles en la vida de Catalina.

(4) Viene luego el deseo de unión, que conlleva la voluntad resuelta de evitar lo que le disgusta a él, y el deseo de semejanza.

(5) La unión se convierte así en ofrenda de sí mismo, del propio tiempo, los intereses, los recursos, y hasta la propia vida.

(6) La unión nos hace cercanos a los intereses de Dios: el amor hacia él se convierte en ardiente deseo de que su causa triunfe: que él sea conocido, amado y obedecido en todas partes. El amor de Dios deviene amor al prójimo.

(7) Al comprender que el gran “proyecto” de Dios es la Iglesia, nos hace vivos amadores de la Iglesia, queriendo sanarla, restaurarla, dotarla de los dones y gracias necesarios para su vida y misión.

Unción de Cristo y del cristiano, 6 de 6: Partícipes del mismo Espíritu que ungió a Cristo

[Retiro con la comunidad hispana de Bernardsville. Diciembre de 2014.]

Tema 6 de 6: Partícipes del mismo Espíritu que ungió a Cristo

* ¿Qué hace el Espíritu Santo de Dios cuando unge a una persona? Lo podemos responder mirando la persona de Jesucristo, aquel que recibe el Espíritu “sin medida” (véase Juan 3,34). En el tercer evangelio Cristo describe su misión como obra de la abundancia de Espíritu que ha recibido, y que lo ha ungido (Lucas 4,18-19; véase Isaías 61,1).

* Cada uno de nosotros, en virtud de la oración sacerdotal de Jesucristo (Juan 17), tiene el “derecho” de reclamarle a Dios la “herencia,” porque, según san Pablo, nosotros somos co-herederos con Cristo, que por pura misericordia, ha querido ser primogénito y no sólo unigénito.

* Lo primero que hace el Espíritu es hacernos hijos de Dios y hacer que nos reconozcamos como tales. Es el Espíritu el que nos permite clamar: ¡Abbá! ¡Padre! (Romanos 8,15). En segundo lugar, el Espíritu reforma todos nuestros valores y afectos, ordenándolos según Dios, “porque los que viven conforme a la carne, ponen la mente en las cosas de la carne, pero los que viven conforme al Espíritu, en las cosas del Espíritu.” (Romanos 8,5).

* El Espíritu nos otorga también sus dones y carismas, que son herramientas, armas y expresiones vivas de la gloria de Dios para bien de la Iglesia y alegría del pueblo santo frente a los perversos ataques del demonio, el mundo y la carne.

La purificación del corazón

Un artículo que leí me hizo reflexionar. Particularmente en mi caso: Que puedo/debo hacer para limpiar mi corazón?? Que gracias le debo pedir al Espiritu Santo para mi? Le agradezco mucho su tiempo para responderme, Padre. -G.L.

* * *

La purificación del corazón no es algo instantáneo. Y es muy bueno que no lo sea porque a menudo pasa que lo que se recibe en un instante y sin esfuerzo, también lo perdemos, y sin preocupación, en cualquier otro instante.

El camino es claro: mejorar nuestras costumbres, vigilar nuestros sentidos, no dejar la oración para tiempos separados sino hacerla compañera de nuestro día a día, con humildad y con deseo de amar a Dios y servirlo. Esta clase de consejos no son para los que YA son piadosos sino para todos los que reconocemos nuestra necesidad.

Establece, hermano, un ritmo diario, y otro ritmo semanal, y otro ritmo anual de tu vida espiritual: es decir, cuáles son las prácticas de oración y de devoción que te van a acompañar con frecuencia diaria, o semanal o anual. Mira esos propósitos no como una cárcel sino como lo que te libera de repetir cadenas y recaer en cosas que te confunden y avergüenzan.

Sobre todo, una cosa: ten certeza de que Cristo ha estado aguardando con amor que des los pasos que vas a dar, y por lo tanto, Él mismo va a cumplir lo que anunció: “Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.”

ESCUCHA, ¿Qué es ser una persona espiritual?

[Predicación para la Asamblea de la Renovación Carismática en el Santuario del Sagrado Corazón, en Washington. Agosto de 2014.]

1. ¿QUÉ HACE EL ESPÍRITU EN NOSOTROS?

* Ante todo, nos hace participar de la vida divina; nos concede vivir como verdaderos hijos suyos, coherederos de Cristo, en comunión con el deseo y el plan de Dios.

* El Espíritu completa, en cierto sentido, la obra que se inició con la promulgación de la Ley a través del ministerio de Moisés. La Ley ilumina nuestra conciencia sin violentar nuestra libertad, que ha sido querida por Dios al crearnos. La Nueva Ley, que es el Espíritu, completa esa obra, dándonos, con la abundancia de su amor, el poder querer desde dentro y genuinamente lo mismo que Dios quiere.

2. ALGUNOS MITOS SOBRE QUÉ ES SER ESPIRITUAL

* Es falso que ser espiritual consista en despreciar la materia, el cuerpo o el sexo, como si forzosamente constituyeran un mal o una fuente de maldad. La sexualidad humana, lo mismo que nuestra condición material y corporal, son algo querido por Dios; por un Dios bueno que se alegra de ver el bien que ha creado, según enseña el Génesis. Lo que pueda estar mal esel uso que nosotros hagamos de los dones de Dios, sean más o menos corporales.

* Es falso que la espiritualidad esté reservada a unos pocos en la Iglesia. Según san Pablo, los hijos de Dios están guiados por el Espíritu Santo de Dios.

* Por la misma razón, es falso que la Renovación Carismática tenga algo así como el “monopolio” del Espíritu Santo. Lo que tiene la Renovación es un llamado y una responsabilidad: dar testimonio alegre y convencido del Don del Espíritu.

3. ¿CÓMO CRECEMOS EN LA ESPIRITUALIDAD?

Cinco recomendaciones:

* Fidelidad en la oración litúrgica y en nuestras asambleas y grupos.

* Agendar la oración personal.

* Formarse en la fe.

* Dar testimonio y evangelizar porque la fe crece dándola.

* Recordar siempre y volver con gratitud a la fuente y el amor primero.

Contexto del Camino Espiritual de Santa Teresa del Niño Jesus

[Reflexión durante una peregrinación a Lisieux, con algunos amigos hispanohablantes y de lengua francesa. Junio de 2014.]

sthrese

* Los santos no son solamente episodios de la gracia: son respuestas de Dios a momentos específicos de la vida de la Iglesia y la sociedad. Esto se cumple muy visiblemente en la historia de Santa Teresa del Niño Jesús.

* El positivismo reinante en el siglo XIX desprecia la fe y quiere entronizar la razón escéptica, crítica e individualista como única fuente de certeza. Frente a esa arrogancia, la humildad de Teresa y su capacidad de confiar en Dios como Padre es una sonrisa y es una respuesta.

* El camino de Teresa trae sugerencias específicas a nuestra vida:

1. No des a Dios por ya conocido.

2. Descubre tus motivaciones y no te tomes excesivamente en serio.

3. Avanza hasta llegar al agradecimiento y la confianza.

Catequesis básica sobre sanación interior, 2 de 3

[Guía sobre la sanación interior, con énfasis sobre la famlia. Enseñanzas en una reunión de Pequeñas Comunidades de la Parroquia de San Juan de Ávila, en Bogotá.]

Tema 2: Pasos de sanación

* La necesidad de sanación no es un pecado pero sí puede ser un factor que propicia, acelera o agrava el pecado.

* El camino de la sanación es eso: un proceso, un recorrido que tiene etapas y por tanto, de manera usual, demanda tiempo. Tratar de acelerar esos procesos o pretender que se ha logrado mucho con poco tiempo fácilmente lleva a un modo de auto-engaño que luego dará paso a una crisis o dolor más grave.

* Los pasos típicos de la sanación son cuatro: (1) reconocer el problema; (2) dimensionarlo, en el contexto de otras necesidades propias y ajenas; (3) recibir AMOR: sólo el amor de verdad, e amor que brota del Corazón Sagrado del Dios hecho hombre, tiene capacidad de sanar, esto es: reconstruir; (4) definir un camino: la sanación es como ser elegido de nuevo y de un modo peculiar, y en la Biblia toda elección orienta hacia una misión.