Invitación a Lumen Fidei, 05 de 10, Iglesia

[Estudio introductorio a la Encíclica Lumen Fidei, del Papa Francisco. Predicación en los Monasterios de las Dominicas Contemplativas de Murcia y de Lerma, en España, Octubre de 2013.]

Tema 5 de 10: Iglesia

* Nuestra fe no es un acto individual. Una fe individual sería indistinguible de la fantasía.

* Siguen de moda expresiones como “Cristo, sí; Iglesia, no.” O también: “Sí a la espiritualidad; no a la religión.” Pero eso es inconsecuente: el subjetivismo de una opción individual cae en el ámbito del mito y carece de toda fuerza o relevancia pública.

* La Iglesia no es comparable a ninguna sociedad humana ni su gobierno es comparable a otro. Algo hay de democracia, aristocracia, monarquía, pero la estructura de la Iglesia es única porque brota de la predicación. La fe y la Iglesia nacen de un mismo origen: la Palabra recibida, en último término, de los apóstoles.

* Mientras que las sociedades humanas surgen de un origen “simétrico,” es decir, de un grupo de iguales que delegan, de manera pragmática, poder para organizar lo que es en igual medida de todos.

* La Iglesia, en cambio, surge de manera “asimétrica,” es decir: no en condición de igualdad, porque hay uno que habla y otro que escucha. La Iglesia nace jerárquica, entendiendo bien que todo poder es siempre poder de ser instrumentos dóciles con los que el Señor construye su obra.

Invitación a Lumen Fidei, 04 de 10, Jesucristo

[Estudio introductorio a la Encíclica Lumen Fidei, del Papa Francisco. Predicación en los Monasterios de las Dominicas Contemplativas de Murcia y de Lerma, en España, Octubre de 2013.]

Tema 4 de 10: Jesucristo

* Las diversas líneas y caminos del Antiguo Testamento convergen en la persona adorable de Jesucristo: reyes, profetas, sacerdotes, y el pueblo pobre y humilde de algún modo miran hacia una plenitud que no queda contenida en el mismo Antiguo Testamento. Sin Cristo, como clave de bóveda, estos antiguos textos quedarían irremediablemente anclados en el pasado, y de alguna forma, incomprensibles.

* No puede hablarse propiamente de “fe” en Jesucristo, porque su conocimiento del misterio divino no puede ser comparable a nuestra condición, pero sí hay algo que le hace próximo a nosotros y ejemplo nuestro: su confianza en el Padre. Su manera de depositarlo todo, de no reservarse nada frente al plan de Dios es el paradigma de la fe cristiana.

Invitación a Lumen Fidei, 03 de 10, Israel

[Estudio introductorio a la Encíclica Lumen Fidei, del Papa Francisco. Predicación en los Monasterios de las Dominicas Contemplativas de Murcia y de Lerma, en España, Octubre de 2013.]

Tema 3 de 10: Israel

* El caminar en el desierto supone una fe compartida. El acto personalísimo de creer no se opone sino que se sostiene y a la vez ayuda a alimentar la experiencia comunitaria del creer.

* La presencia de un mediador, Moisés, no es solamente un acto de liderazgo: implica la confianza que lleva a poyarse en lo que otro ha vivido, orado y sufrido; a la vez, el mediador es garante de la unidad en la confesión de la fe del pueblo.

* En el caminar por el desierto el pueblo se ve tentado por la idolatría. ¿Qué es un ídolo? Es el resultado de nuestra impaciencia y nuestro deseo de no soltar el control. El ídolo es obra de nuestras manos y por eso no da sorpresas; en realidad no llama a salir.

* El Dios verdadero, por el contrario, desinstala. Un ejemplo importante se da con la Sagrada Escritura misma: tendemos a omitir o tratar de domesticar aquellos pasajes que nos incomodan. Decimos que son asuntos culturales, de un tiempo remoto, de una cultura primitiva, de un modo de conocer cargado de fantasía e irrealidad. De ese modo quisiéramos limitar la fuerza del llamado de Dios. Mejor sería descubrir que en aquello que más me interpela Dios quiere tocar aquellas áreas de mi vida que, porque siento más mías, son quizás las que más necesitan de Él.

Invitación a Lumen Fidei, 02 de 10, Abraham

[Estudio introductorio a la Encíclica Lumen Fidei, del Papa Francisco. Predicación en los Monasterios de las Dominicas Contemplativas de Murcia y de Lerma, en España, Octubre de 2013.]

Tema 2 de 10: Abraham

* Nuestro “padre en la fe” es un peregrino. La fe queda así asociada al camino. Creer no es un dato conquistado una vez y para siempre sino una palabra que pone en movimiento y que muchas veces se hace comprensible sólo al caminar.

* La luz de la fe es entonces verdadera luz pero no es un mapa completo, y ni siquiera una descripción de la meta. es “luz suficiente” que permite avanzar. Mientras hay luz, se camina; mientras se camina, hay luz.

Invitación a Lumen Fidei, 01 de 10, Contexto

[Estudio introductorio a la Encíclica Lumen Fidei, del Papa Francisco. Predicación en los Monasterios de las Dominicas Contemplativas de Murcia y de Lerma, en España, Octubre de 2013.]

Tema 1 de 10: Contexto de la Encíclica

* Como expresión del Año de la Fe, la carta encíclica Lumen Fidei quiere enviar un mensaje perdurable que sitúa el don de la fe como cimiento mismo de todo aquello que sucede en la Iglesia.

* Pero de un modo más directo, este documento quiere responder a dos desafíos propios de la Modernidad, a saber, el racionalismo y el existencialismo de corte subjetivista.

* El racionalismo tiene sus raíces en el tiempo de la Ilustración, que pretende exaltar a la razón humana como única luz válida y certera. En esa línea vendrán después el positivismo y el cientificismo.

* La falta de una sólida fundamentación metafísica llevó a Blas Pascal a ver la fe como una especie de apuesta. La intención de Pascal es probablemente muy buena pero el daño que causa es enorme: si la fe es apuesta del corazón, la fe queda entendida como un acto desconectado de la razón, carente de valor público y ajeno a todo control o influencia de la comunidad, y eso excluye también a la Iglesia.

* De ahí el título de la encíclica: “luz de la fe.” ¿En qué sentido ilumina la fe? A ello se quiere responder.

ESCUCHA, 2a. de 2 partes, Los laicos en la Iglesia, a 50 años del Concilio Vaticano II

[Participación en el I Congreso Arquidiocesano de Movimientos Laicales de la Arquidiócesis de Cali.]

Segunda de dos partes.

* La conciencia del valor del bautismo cambia todo porque le da sentido al dolor y la contradicción.

* El sabernos “Iglesia” implica entender que uno tiene un llamado y un lugar específicos, y que de alguna manera la Iglesia está incompleta sin el aporte irreemplazable de cada uno desde su propio lugar.

* Sobre la base de los tres pilares: santidad, bautismo y ser Iglesia, la vocación laical se entiende mejor: consiste en hacer presente el reinado y señorío de Cristo en las realidades de este mundo, es decir: la familia, la política, la ciencia, el arte, las leyes, etc.

ESCUCHA, 1a. de 2 partes, Los laicos en la Iglesia, a 50 años del Concilio Vaticano II

[Participación en el I Congreso Arquidiocesano de Movimientos Laicales de la Arquidiócesis de Cali.]

Primera de dos partes.

* Oración inicial, pidiendo la intercesión de la Virgen María, Madre de la Iglesia.

* El Concilio Vaticano II no es un comienzo absoluto. Hay anticipaciones interesantes por lo menos en la Legión de María, el Opus Dei y la Acción Católica.

* Pero el Concilio destacó tres pilares: el llamado universal a la santidad, el valor del bautismo y la certeza de que somos Iglesia.

ABC de la Apologética Católica, 2 de 2, Ataques Formales

[Predicación con las comunidades de la Parroquia del Señor de los Milagros.]

Tema 2 de 2: Ataques Formales

* Son ataques formales aquellos que provienen de grupos, colectivos o instituciones que tienen entre sus objetivos la desaparición de la fe, el descrédito a la Iglesia o en todo caso, el separar a la gente del rebaño de Cristo bajo el cayado de Pedro.

* Ante todo, están los ataques del ateísmo, a menudo porque se piensa que la única verdad de aceptación pública es la verdad de la ciencia. Esta idolatría se llama “cientificismo” y es siempre una desfiguración de la verdadera ciencia.

* Están también los ataques de las sectas, para lo cual es bueno formarse en torno a las objeciones y ataques repetidos. Algunas páginas web particularmente útiles en nuestra formación:

  1. corazones.org
  2. apologeticacatolica.org
  3. ewtn.com
  4. es.catholic.net
  5. fraynelson.com
  6. vatican.va
  7. mercaba.org

ABC de la Apologética Católica, 1 de 2, Ataques Informales

[Predicación con las comunidades de la Parroquia del Señor de los Milagros.]

Tema 1 de 2: Ataques Informales

* La fe no solamente es un inmenso don sino que es el don que preserva los demás dones de nuestra vida espiritual. Sin fe, todo lo demás se derrumba por carencia de sentido.

* Por eso es necesario cuidar, cultivar y defender la fe. Se la puede comparar a una llave que, siendo pequeña, da o niega acceso a toda la casa.

* La parte de nuestra formación cristiana que tiene que ver con este cuidado de la fe frente a los ataques, objeciones , persecuciones o burlas que siempre llegan al creyente es la APOLOGÉTICA.

* En consecuencia: no hacemos apologética por ánimo de ganar discusiones, parecer mejores o aprender muchas cosas en nuestra cabeza. Hacemos apologética porque entendemos que la fe es un tesoro inestimable tanto para nosotros como para nuestros hermanos en la comunidad creyente; y entendemos que esa misma fe será un bien incluso para aquellos que por ahora se oponen a nosotros.

* La fe recibe ataques informales pero también formales. Los informales son los que provienen de circunstancias de vida, muy a menudo inesperadas, sin que haya una organización o sistema que produzca tales dificultades. En esta charla nos referimos a los ataques informales.

* Los ataques informales a la fe provienen sobre todo de dos fuentes:

(1) El problema del mal. En este ítem entran todas las catástrofes, accidentes, enfermedades, que hacen que uno se pregunte: “¿Por qué a mí?” Esa línea de interrogación no tiene, por supuesto, respuesta racionalmente satisfactoria, y por eso fractura o debilita gravemente la fe.

(2) El descuido en el cultivo y alimentación de la fe. En este ítem entran nuestras negligencias y mediocridades que van haciendo de Dios un personaje ajeno, oscuro, incomprensible, y después: caprichoso e inútil.

* Los ataques informales, de suyo,no destruyen la fe pero la dejan en condiciones de ser violentada y atacada por casi cualquier viento de doctrina.

Teología de la Sanación, 4 de 4, Contagio de Vida

[Retiro para la Comunidad Parroquial de “El Señor de los Milagros” en Santa Marta.]

Tema 4 de 4: Contagio de vida

* Ejercicio de “Lectio Divina” a partir del texto del encuentro entre Jesús y el leproso que le suplica: “Si quieres, puedes sanarme.”

* La Ley de Moisés prohibía que el enfermo tocara al sano, porque el enfermo contagiaría de su mal al sano. Jesús muestra que existe el contagio del bien: su salud contagia al leproso, es decir, lo sana.

* Y contagiados por el bien de Cristo, somos capacitados para contagiar a otros: eso se llama evangelización.

Teología de la Sanación, 3 de 4, Comienzo de un lenguaje entre Dios y el hombre

[Retiro para la Comunidad Parroquial de “El Señor de los Milagros” en Santa Marta.]

Tema 3 de 4: Comienzo de un lenguaje entre Dios y el hombre

* Para mucha gente la sanación es como el culmen de su relación con Dios. Sentirse libres de sus limitaciones y enfermedades es lo que más anhelan y por eso, si Cristo les concede esa deseada curación, ello parece como la cumbre y el máximo de su experiencia del amor divino.

* Lo que leemos en la Escritura es muy diferente. Sanarse, sentir la caricia de Dios Padre, poder asirnos a su mano extendida y amorosa, es sólo el comienzo. Cristo no quiere solamente reparar el barco: quiere darle luz y salud al piloto.

* Cabe suponer, incluso, que en su providencia, Dios retrasa algunas de las peticiones que le hacemos porque no nos ve listos para administrar los bienes que Él mismo quiere darnos.

* Avanzar en la sanación consiste, entonces, en no interrumpir la obra divina: al curarnos, él estaba renovando nuestro ser; que esa renovación llegue hasta lo profundo de nuestra alma y de cada una de nuestras decisiones.

Teología de la Sanación, 2 de 4, Señales del Reino de Dios

[Retiro para la Comunidad Parroquial de “El Señor de los Milagros” en Santa Marta.]

Tema 2 de 4: Las curaciones y milagros son señales del Reino de Dios

* Un signo es algo pequeño que remite a algo mucho mayor, como el humo remite al fuego. Uno ve en los Evangelios que cristo parte de realidades muy cercanas a nosotros, y muy materiales, para llevarnos a realidades menos accesibles y más espirituales. Por ejemplo, en Juan 6, de la multiplicación del pan material a la conciencia de que Cristo es el Pan vivo bajado del Cielo, Pan abundante que de verdad sacia el hambre más profunda del corazón humano.

* Según eso, podemos esperar que sus milagros sean más que actos de compasión para personas específicas. La verdad es que son señales de la llegada del Reino de Dios. Esto puede examinarse en cinco curaciones típicas de su ministerio:

(1) La lepra destruye el tejido y asila al enfermo. Otro tanto hace el pecado en el pecador. Cristo sana al leproso y perdona y da conversión al pecador.

(2) La ceguera hace que uno no reconozca los peligros ni sepa de dónde viene verdadero auxilio. Otro tanto hace la ignorancia en el que desconoce a su Dios. Cristo es luz para todos.

(3) La sordera rompe la comunicación. Sordos estamos a la Palabra divina. En Cristo el amor se ha vuelto cercano y comprensible.

(4) La parálisis nos encierra en una prisión de inmovilidad. El pecado nos encarcela en nuestros exiguos intereses. Viene Cristo y abre esa cárcel y nos hace capaces de servir.

(5) Cristo volvió a la vida (re-vivificó) a algunos que habían fallecido, como es el caso de Lázaro. cristo da vida nueva al que cree en él.

Teología de la Sanación, 1 de 4, Obras de Misericordia

[Retiro para la Comunidad Parroquial de “El Señor de los Milagros” en Santa Marta.]

Tema 1 de 4: Las curaciones que realiza Cristo son obras de su compasión

* ¿Qué mueve a Cristo en su ministerio de sanar a los enfermos? Es evidente su compasión pero debemos notar que no se trata solamente de un sentimiento.

* El ser humano es imagen de Dios, nos enseña el Génesis. esa imagen queda deformada por todo aquello que atenta contra la dignidad humana, y principalmente entonces, por el pecado.

* La sanación es, entonces, un camino de restauración de la belleza original que Dios ha querido para cada uno de nosotros. Es un concedernos retornar al plan original suyo: aquello que hemos perdido por nuestras faltas y por la manera como nos han afectado las faltas de los demás.

* ¿Por qué permanecemos ciegos a la fealdad que el pecado trae a la vida? Porque solemos ponernos anteojos que ocultan ciertos tonos y colores. Los principales anteojos de ese disimulo son: (1) “Es normal…” (2) “Es lo actual, es moderno, hoy se piensa o se obra así…”; (3) “Yo no soy ningún santo…”; (4) El fin justifica los medios.

* Ciertamente necesitamos de la luz y la gracia de Cristo para arrojar esos anteojos, ver nuestra realidad y dejar a Dios ser Dios en cambiar nuestra vida.

ESCUCHA, El Espíritu y la Unción

Escuela de Vida Interior, Tema 26: El Espíritu y la Unción

* El Credo afirma que Cristo fue concebido “por obra y gracia del Espíritu Santo.” ¿Qué relación tiene Cristo con el Espíritu? ¿Y por qué necesitamos ese Espíritu los cristianos?

* Un buen punto de partida es el Evangelio de Lucas, que destaca a lo largo de toda su obra el papel irreemplazable del Espíritu Santo, sobre todo en el capítulo 4 de su Evangelio, cuando describe la misión entera de Jesús con las palabras del profeta Isaías: “El Espíritu del Señor está sobre mí…”

* Otro punto de partida es ver la práctica que siguieron los profetas con los reyes, ya desde la época en que Samuel señaló a Saúl como primero de aquella serie. El signo de la elección y de la presencia permanente de Dios es la unción. Mesías quiere decir “ungido;” es la misma palabra que en la lengua griega se dice “christós.”

* Mientras que el agua corre sobre la piel, el aceite de la unción penetra. Con la unción se quiere hablar de la presencia penetrante y transformante de Dios. En efecto, el solo precepto exterior, por sabio y justo que sea a ojos de nuestra mente, no quita el atractivo del mal; esa especie de “encanto” que causa división interior.

* El Espíritu, llegando a nuestro corazón, pacifica esos cuatro “perros bravos” que a menudo contienden entre sí: lo que yo entiendo, lo que quiero, lo que puedo y lo que debo. La unidad interior que trae el Espíritu, al obrar sobre nuestro deseo, genera paz duradera y libertad interior.

* Por otra parte, la unción que recibían los reyes era ungüento aromatizado, de fragancia intensa y penetrante para los de su entorno. Recibir unción es ser capaz de transformar un ambiente.

* Sucede, en efecto, que los mejores talentos se desperdician por tensiones ridículas; o que muchas parejas que hubieran podido ser muy felices se desgastan en interminables conflictos de poder. La acción del Espíritu, al revelar a cada uno su verdad, y al orientarlo hacia la unidad en Cristo, hace posible no sólo cambios interiores sino la renovación misma del tejido social.

* * *

Este tema pertenece al Capítulo 03 de la Escuela de Vida Interior; la serie completa de los diez temas de este Capítulo 03 está aquí:

is.gd/vida_interior_03

La serie de TODOS los temas de esta Escuela de Vida Interior está aquí:

is.gd/vidainterior

Ejercicio de Alabanza, 5 de 5, La Virgen María, Maestra en la Alabanza

[Predicación en el Tercer Congreso Internacional de la Renovación Carismática Católica de Asunción, en Paraguay.]

Tema 5 de 5: La Virgen María, Maestra en la Alabanza

* Aclaración preliminar: ¿Contemplar a María o predicar sobre ella aparta nuestra atención de Jesucristo? Respuesta: ¡No! Contemplar los cuadros de un pintor no hace que nos olvidemos de él. Conocer las historia de recuperación de enfermos curados por un médico no nos aparte de agradecer el talento que tiene.

* Hemos dicho ya que la humildad de la Santísima Virgen nos enseña a bendecir y alabar desde la tierra firme de la verdad. Si meditamos un poco en su Magnificat, vemos que hay por lo menos otros tres bienes en los que ella es ejemplo eminente:

(1) Aunque es una jovencita, su mirada está atento al dolor de otros. No está centrada ni encerrada en sí misma.

(2) Pero ella no se queda en el dolor del pueblo, cosa que la llevaría a la desesperación o al odio de clases sociales, sus ojos descubren el actuar de Dios en la historia, y de hecho, es es el motivo principal de su alabanza.

(3) He aquí una niña que tiene memoria de su pueblo, y que conoce las promesas de Dios para los suyos. ¿Cuántas chicas tienen esa clase de luz y sabiduría hoy?

Ejercicio de Alabanza, 4 de 5, Alabar con el poder del Espíritu

[Predicación en el Tercer Congreso Internacional de la Renovación Carismática Católica en Asunción, Paraguay.]

Tema 4 de 5: Alabar con el poder del Espíritu

* Las imágenes bíblicas sobre el Espíritu Santo nos ayudan a comprender su relación con una vida de fe y con la experiencia de la alabanza.

(1) El Espíritu es FUEGO, y como tal, separa el metal de la escoria; purifica; y reforma. Quitar la escoria es darnos la fuerza de desprendernos del mal que parecía ya parte de nosotros y de nuestra vida. Purificar es ayudarnos a escoger lo mejor, es decir, concentrar nuestro esfuerzo y corazón más y más en el plan de Dios. Reformar es alcanzar la docilidad que hace posible su verdad en nuestra vida.

(2) El Espíritu es VIENTO que refresca y mueve. El paso del Espíritu consuela, alivia, renueva. Pero también empuja; nos lleva más allá de nosotros mismos y nuestros planes, a menudo tan limitados.

(3) El Espíritu es FUENTE que salta hasta la vida eterna. tener la fuente dentro es poder realizar lo que dice san Pablo en 1 Corintios 13: “El amor no lleva cuentas…” Para no llevar cuentas es preciso tener un amor incontable adentro.

(4) El Espíritu es LUZ que declara los misterios divinos. Aprendemos de Lucas 24 que ni siquiera la mejor de las explicaciones trae verdad al alma, a menos que esta reciba la gracia de “abrirse” al Señor. esa comprensión profunda es también la fuente de la alegría que no muere, y de la comunión que todo lo vence.